Extra IX.

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—Mack, quítate de encima

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—Mack, quítate de encima.

—¡Yo estoy en mi lado! Es el mocoso el que casi me obliga a cargarlo.

—Yo estaba aquí primero, fueron ustedes los que llegaron de metidos.

—Pues vete al otro sofá.

—¡En el otro sofá no se ve nada!

—Robert, es mi turno.

—Jamás acordamos turno.

—No pero es justo que me toque, no la has soltado desde que llegaron.

—Soy el tío, tengo derecho por llevar la misma sangre.

—Concuerdo.

—Sí, solo cuando te conviene, Scott. También va siendo hora de que la sueltes. Como se ve que ya está aburrida de tus brazos.

—Oigan en serio, algo aquí está mal. Soy el padrino y no he podido cargarlas ni una sola vez.

—Formate, que la fila es larga.

Victoria y Chris, quienes se encontraban observando todo desde una distancia segura, se miraron entre sí con sonrisas enternecidas y hasta cierto punto alarmantes.

Era apenas el segundo día en casa y el lugar estaba lleno de gente, todos encimados unos sobre otros en los sofás, peleándose entre ellos por un turno para poder sostener a las bebés que sin duda, habían llegado a este mundo para convertirse en las consentidas y adoradas.

Incluso los niños, que eran los más pequeños, se metieron a la lucha en algún momento para ver si de casualidad conseguían por lo menos sostenerlas bajo supervisión y sentados en el sofá.

Después de 40 minutos ya se hacía pesado escucharlos, aunque Victoria debía admitir que en cierta parte era divertido. Hombres y mujeres por igual, esos que en algún momento se hicieron llamar imponentes y duros de corazón, estaban derritiéndose por sus hijas. Solo hizo falta que cruzaran el umbral de la puerta para comenzar a soltar todo tipo de palabras azucaradas con un tono aniñado y extremadamente agudo que Victoria no creyó jamás que hombres como Hiddleston o Mark pudiesen lograr.

ALL OF ME  [Chris Evans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora