ALL OF ME [Chris Evans]

Dudas

—Es una mala idea — exclama Pratt, tras terminar de escuchar por completo mi relato.

No me digas.

—Es cierto — lo apoya Robert en tanto se lleva una papa a la boca — y no lo digo por Tori porque ella jamás juzga, lo sabes, pero la que me preocupa es tu novia loca.

Ruedo los ojos.

—No es mi novia.

—Bueno lo que sea, es demasiado celosa.

En eso tiene un punto.

Jenny es celosa compulsiva. Tiene el talento de ver cosas donde no las hay y aunque aún no conoce a Victoria personalmente, muchas veces a soltado comentarios en torno a ella de cosas que le molestan.

En serio. Podría hacer una lista y ahora no puedo decir que son solo sus ideas, porque Victoria me gusta. Pero aún si ese no fuera el caso, Jenny sería feliz si yo simplemente fingiera que Tori no existe.

—Oh hermano, no quisiera ser tú cuando ella y Victoria se enfrenten — murmura Seb entre risas — Lo digo en serio, sabes que Tori tiene un problema de franqueza y un diplomado en decirle sus verdades a la gente, sabe hacer a la perfección lo único capaz de sacar a Jenny de sus casillas.

—Slate puede estar loca, pero mi hermana también lo esta — Robert coloca una mano sobre mi hombro y me lanza una mirada compasiva — Por tu bien, si quieres salir en una pieza, no las juntes.

¿Que no las...?

—¿Qué no las junte? — repite Hemsworth, incrédulo como si pudiera leerme la mente — Tendrán que subirse a un avión. Obviamente tienen que juntarse, a menos que esperes que lleve a Tori en primera clase y a Jenny con el resto de los mortales.

Niego, divertido con una mano sobre el puente de mi nariz.

Hemsworth está de paso en Los Ángeles. Pero cuando lo llamé diciéndole que tenía un grave problema y que necesitaba su apoyo y opinión, se hizo un espacio para venir a casa de Robert.
No es que esté especialmente encantado con que apoye la idea de que se va a armar la tercera guerra mundial cuando Victoria y Jenny se conozcan, pero lo necesitaba porque su punto de vista es imparcial.

En una mesa donde Sebastian, Robert y Pratt prefieren a Victoria, es bueno que el australiano ponga algo de equilibro a la balanza.

Claro, como tú también prefieres a Victoria.

—Vamos chicos, ¿Por qué necesariamente tiene que haber una pelea? Conocen a Victoria, ella no se prestaría a esa clase de cosas.

—Repito, porque tu novia es una loca celosa — aclara Chris bastante serio para mi gusto — y tú y Tori son la definición de empalagosos en extremo.

—Eso no es cierto...

Me callo cuando los cuatro asienten, haciéndome saber que están de acuerdo. Incluso Robert asiente de mala gana.