ALL OF ME [Chris Evans]

Pruebas

428 N Rodeo Dr, Beverly Hills
Bridal's House Vera Wang 👰

—Dios, esto va a ser más difícil de lo que creí — murmuro para mí misma, viendo los tantos vestidos de colección que se exhiben frente a mí.

Hay blancos, beige, color marfil, incluso hay uno que otro de un color perla. No hay ningún diseño igual a otro; cortos, largos, con mangas, sin mangas, con guantes, con pedrería, lisos, de escotes profundos, cortes princesa, corte sirena, sencillos, de encaje...

Pensé en hacer yo misma mi propio vestido pero por mucha experiencia que pueda tener y lo buena que sea como diseñadora, mi especialidad no son las nupcias. Así que llamé a la caballería. A las verdaderas expertas.

Conocí a Vera Wang y a Donatella Versace hace mucho tiempo, trabajamos juntas en algunas campañas, también he modelado su ropa y se podría decir que me amadrinaron cuando casa Victoria se mudó a América. Me sentí infinitamente agradecida y afortunada una vez que accedieron a ayudarme, pactamos una fecha y acordamos que el punto de reunión sería Los Ángeles, aunque jamás esperé que Vera cerrara su casa de moda solo para nosotras.

Creo que va a salirme más cara la privacidad que nos está regalando que el propio vestido de novia.

—Podría escoger al azar y seguro que no me arrepentiría porque todos son muy bellos.

—Ya, pero no vamos a dejar que escojas tu vestido de novia al azar — replica Lizzie, colocándose a mi lado con la copa de champagne en su mano.

—Me facilitaría la vida — bromeo, acercándome al primer perchero vertical, en este se exhiben más modelos de encaje que de otra cosa.

—Son todos de tu talla — me dice Vera con una sonrisa amable — Donatella llegará en cualquier momento, pero si decides comenzar a probártelos no hay ningún problema.

—Hazlo — me anima Daniella y antes incluso de que yo pueda moverme, Scarlett, Gillies, Lizzie, Emily, Ava y ella comienzan a mirar los vestidos.

Junto a Lisa, Carly y Susan, observo divertida como las chicas se dividen los estantes, van tomando cada una los vestidos que les gustan más mientras la hermana de Chris me empuja por los hombros hasta el enorme probador.

—Tienes unas damas de honor muy eficientes y entusiastas — ríe Vera, pasándome el primer vestido antes de correr la pesada cortina.

A través de los espejos, le echo un vistazo al grupo de mujeres que hablan, ríen e intercambian opiniones acerca de que modelo se me vería mejor.

—Lo sé, tengo mucha suerte.

En un abrir y cerrar de ojos, me deshago del vestido floral cuando me dejan sola. Me quito las zapatillas y con cuidado me meto en el vestido largo de escote asimétrico.