Dudas

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Me levanto a mitad de la madrugada por el molesto sonido del celular, bueno... más bien solo estiro el brazo a la mesita de noche y de forma torpe presiono el botón rojo para colgar la llamada. Vuelvo a taparme con las mantas y a cerrar los ojos, comienzo a caer en la inconsciencia nuevamente, pero luego de unos minutos vuelve a sonar, haciéndome sobresaltar. 

¡Son las jodidas 4 de la mañana!

A regañadientes descuelgo, llevándome el móvil a la oreja. 

—¡¿Qué?!

Vaya hasta que contestas. 

Frunzo el ceño, alejando el aparato para mirar en la pantalla el nombre de la persona del otro lado de la línea. 

—¿Lizzie? 

La misma — su risa apenas se escucha por el volumen al que suena "fireworks" de Katy Perry, en el fondo.

La explicación viene a mi cabeza de forma automática: está de fiesta. 

—Liz ¿Estás consciente de la hora que es? 

—Sí, sé que es tarde p-pero en el día no contestas, ni siquiera los mensajes. ¿Es por qué sha no me q-quieres? 

Giro los ojos al escucharle la voz pastosa y atropellada. «Va borrachísima»

—Si no contesto es porque estoy ocupada.

Un silencio inquietante precede a mis palabras, se prolonga tanto que incluso estoy a punto de verificar si es que me ha colgado, cuando suelta un suspiro dramático entre hipidos. 

Eso me dolió, Victoria.

Quiero decirle que estoy de mal humor por su llamada nocturna pero antes escucho un "déjame hablar con ella" de fondo. Reconozco la voz de Scarlett cuando le pide que le entregue el móvil y acto seguido, me vuelvo testigo de lo que probablemente es un forcejeo entre una persona borracha y una sobria, Lizzie se queja sin cesar porque no quiere soltar el móvil. "No quiero dejar de hablar con ella", dice varias veces. 

Me río con las tonterías que suelta, también creo que mi mal humor se esfuma. 

¿Tori? — vuelvo a tumbarme sobre el colchón cuando la voz de Scarlett llega a mis oídos — Yo le dije que era mala idea llamar a esta hora, pero es más terca que una mula. 

—Idiota, estoy a tu lado y puedo escucharte.

—¿Ves a lo que me refiero? — murmura Scar entre risas y sin poder evitarlo me hacen reír a mi también.

Ahora suena Safari de J Balvin. 

—Queremos saber...

—Queremos saber que... que pasó con Jenny y Alicia. — termina Liz por ella y yo muerdo la almohada para no soltar tremenda carcajada. 

—No, Liz ¿De qué Alicia hablas? 

—¿No era Alicia?

—A ver, dime ¿Cuántos dedos ves? 

—No me jodas, si no voy tan borracha — hace una pausa — Victoriaaaaaa, quiero saber que pasó con Otilia. 

Respiro hondo, intentando calmar mis ansias de reír. Lo último que quiero es despertar a toda la familia por las ocurrencias de estas dos. 

—Liz ¿Cuánto has bebido? 

—¿Cuánto he bebido? Una, dos... como tres margaritas. 

—Sí, tres margaritas, dos mojitos y una botella de tequila. Me sorprende que aún puedas contar. 

ALL OF ME  [Chris Evans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora