Don nadie.

9 3 0
                                    

Las sorpresivas palabras de la mujer le hicieron pensar por unos segundos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las sorpresivas palabras de la mujer le hicieron pensar por unos segundos. Si lo que decía era cierto, entonces este problema lo perseguiría por un largo tiempo. No tenía espacio para tener miedo, pese a sentirlo hasta el último de sus huesos. Sus pensamientos y sentimientos estaban en un único lugar… su familia.

Pero había algo que la mujer mencionó, algo que le hizo pensar en aquella extraña silueta que frente a él apareció mientras se encontraba prisionero en aquella oscura y fría habitación. Y eso le hizo sentir más miedo del que podía manejar.

—Pues entonces creo que soy especial. Creo haberlo visto. —Aseguraba Arturo, mirándola de inmediato para ver su reacción.

—¿Hablas en serio? —Sus palabras causaban sorpresa en la mujer.

—Mientras me tuvieron cautivo, creo que al primero que vi en esa habitación oscura y sombría fue a él. Era enorme, pero solo pude distinguir sus ojos. Tiene una mirada terrorífica.

—Pues si las cosas que se dicen de él son ciertas, entonces estás marcado, y el camino para llegar a él será largo y tormentoso. Solo si lo permite lograrás estar frente a él. Lo lamento por ti. Pero no te preocupes.

—¡Y con lo que me dice quiere que no me preocupe, —alegaba perturbado por lo que la mujer le había dicho— estoy cagado de miedo ya, mejor me devuelvo a mi casita, hasta mis pantalones mojé!

—Pues si lo que se cuenta es cierto, no debes preocuparte, hasta cierto punto.

—¡Ya pero dígame, estoy que me hago en los pantalones de nuevo!

—Tú estás marcado, —le respondía, continuando con su historia— por ende se concentrará en ti. Tu familia no correrá peligro. Solo se preocupará de mantenerlos vigilados, pero no les hará daño alguno, su preocupación serás tú y solamente tú.

—Eso me deja un poco más tranquilo. —Expresaba éste reclinándose en la silla, mostrando algo de serenidad— Pero voy a tener que andar más atento que la cresta y desconfiar hasta de mi sombra entonces. Tengo que desaparecer a toda costa.

—No te esmeres tanto en desaparecer, —advertía la mujer— eso lo debes hacer por un tiempo prudente. Por mucho que te ocultes, él dará con tu paradero.

—¿Por qué lo dice?

—Hace un par de años atrás, —continuaba con su relato la mujer, mientras arrimaba una silla, sentándose junto a él— un amigo terminó envuelto en problemas con aquel sujeto y pensó lo mismo que tú. Desapareció sin dejar rastro alguno, pensando en que podría rehacer su vida, aún a costa de alejarse para siempre de su familia. Pasado unos meses sin que el llamado simio pudiera dar con su paradero, uno a uno sus familiares fueron muriendo bajo extrañas circunstancias. La presión que le ejercieron fue tal, que tuvo que salir de las sombras. Lo único que logró fue ser asesinado. Y no conforme con quitarle la vida, fue descuartizado, y sus restos fueron dispersos en distintas ciudades, todas ellas manipuladas por aquel sujeto. Cada parte de su cuerpo que fue encontrada, estaba marcada con el nombre de la víctima. Lo marcaron como si fuese ganado.

UNA NUEVA IDENTIDAD. (COMPLETA)Where stories live. Discover now