Inefable: Fuera de este mundo

capítulo 7

El juego es una locura, es más el tiempo que lo he pasado cubriendo mis ojos siempre que los chicos chocan entre ellos y se lanzan unos sobre otros. Es muy agresivo, nunca había presenciado uno en persona y da miedo, por lo menos a mi si, eso debe doler y mucho. Vamos en empate, el humor de los jugadores no es el mejor, las porristas por un lado se enfrentan con rutinas pero por la cara de mi prima hay más que rivalidad de rutinas ahí. Llevan tiempo jugando, no sé exactamente cuanto pero se le nota el cansancio. Los capitanes de cada equipo dan orientaciones, Bruno en particular se ve enojado y a veces termina discutiendo hasta con sus compañeros, han llamado su atención varias veces pero Lana asegura que nunca lo sacan del campo, es el rey, o al menos eso dice ella. Hay un receso ahora. Las porristas vuelven a tomar el centro del campo y la música reina junto a la bulla del público, algunos en desacuerdo con los resultados, otros desprendiendo testosterona mientras las chicas mueven el culo y realizan movimientos sensuales en medio de la pista.

— Iré por algo de tomar. — me dice Lana.

Asiento mientras ella se aleja o más bien, intenta esquivar del caos de personas que hay en las gradas. Miro mi iphone y decido entrar un poco a las redes sociales hasta que se retome el juego pero, el narrador asegura haber problemas entre los integrantes del equipo de la escuela, obviamente el capitán es el protagonista de lo que ocurre ahí pero yo no puedo dejar de ver. Bruno grita algo a su entrenador y veo que mandan a Nate a sentarse en la banca y un chico moreno es recibido por sus compañeros con saludos de chicos.
Retoman el juego y justo a tiempo llega Lana con unas sodas, no es que quiera hacerle el feo pero, en mi dieta no esta permitido ingerir bebidas con gas, creo que debí decirle antes.
Hay tensión en el campo, el juego transcurre y nuestra escuela anota, se alborota el público, Lana es una de ellos, no pasan ni 5 minutos cuando el otro equipo anota y vuelven a estar empatados, 05 a 05 en ambos lados de la pizarra.
Llega el momento decisivo, según narran el juego está a nada de terminar, nuestra escuela tiene el balón, mejor dicho, Bruno tiene el balón. Todos están quietos y por primera vez hay silencio en las gradas. El árbitro da la señal y todo comienza de nuevo, Bruno corre como si su vida dependiera de ello, algunos compañeros le hacen señas para que pase el balón pero él ignora a todos y corre hacia el lugar que supone y les dará la victoria. Sus oponentes lo persiguen, algunos lo alcanzan pero el logra salir ileso. El reloj casi marca los 00:00 cuando Bruno lo logra, le da el punto final al juego haciendo a su equipo el ganador. El público enloquece, los jugadores están eufóricos, la porristas corren a abrazar a los integrantes del equipo y resuena la canción de Get into it de Doja Cat, que según me explico Lana es la canción del equipo en esta temporada, las porristas bailan y los jugadores payasean también bailando.

— ¡Es la hora¡ — grita el narrador. — Chicas alisten las cámaras de sus celulares que llegó la hora de ¡Fuera uniformes!

Gritos y más gritos, joder, que molesto pero, no lo niego, la curiosidad me llama. Imito a la loca de Lana y me pongo de pie, ella tiene la cámara de su Instagram lista mientras graba un en vivo. Las porristas mientras bailan comienzan  quitar la ropa de los jugadores, algunos de ellos hacen movimientos lentos y sensuales como es el caso del chico que Day está desnudando, el mismo que la miraba cuando comenzó el juego. Un chica morena y súper alta está quitando el uniforme de Bruno, este ni se inmuta, solo la ayuda, es como si quisiera terminar con esto de una vez. Ya están todos en ropa interior, el olor a progesterona está en todo el lugar. Los chicos del otro equipo enseñan el dedo del medio, tocan sus partes genitales, las chicas solo observan y algunas ríen coquetas.
Intento no mirar pero, ¡Puta madre! Ese chico es...

— Justo a eso me refería. — me dice Lana como si pudiera leer mi mente, o tal vez sea mi tonta cara mirándolo.

— Que locura. — solo digo.