Inefable: Fuera de este mundo

Capítulo 48

— Tenía tu edad cuando se descubrió la condición de su salud. No había presentado ningún tipo de síntomas anteriormente, por lo tanto desconocíamos de la enfermedad que estaba aflorando en su organismo.

Mi abuela habla y yo solo estoy sentada en el sofá sin saber qué decir o hacer. Mi madre llora en silencio y la doctora Vivi solo nos observa. Papá murió por al misma enfermedad de la cual padezco hoy, la heredé de él. Se desconocen los motivos o la causa que la provoca, solo comenzó a desarrollarse en él y no dio tiempo para buscar algo que hubiera ayudado a prolongar su vida o a mejorar las condiciones deplorables de su organismo por causa del padecimiento.

— Han pasado años Agatha, los médicos que lo atendieron estaban muy desconcertados porque, era la primera vez que se enfrentaban a algo como esto.

— Muy poco se ha oído hablar de estos casos. — interviene Vivi interrumpiendo a mi abuela.

— Cuando naciste enseguida se fueron detectando señales de la enfermedad en ti a medida que pasaba el tiempo. Tu papá ya estaba gravemente enfermo, consumido y postrado en una cama, con solo 23 años mi niño se me estaba yendo y no sabía cómo retenerlo. — su voz es triste y eso me afecta, y más aún escuchar la historia. — Pagué por años a los médicos y científicos que trataban con tu padre porque, quizás no pude hacer algo por mí hijo, pero si lo voy a hacer por mi única nieta.

Extiende su mano y la tomo luego de mirarla por unos segundos. Realiza un agarre cálido y emotivo haciéndome sentir bien. Estoy feliz por tener aquí a mi abuela, porque al fin he podido conocerla y saber que ha intentado hacer algo bueno por mi, me conmueve.

— Soy doctora, para mi fue un golpe muy duro ver como perdía a mi hijo y no poder hacer nada.

— No fue tu culpa Mary, ya te he dicho. — la doctora Vivi le aclara.

No sabía que mi abuela paterna también era doctora, aunque justo ahora la revelación que más estragos ha hecho en mi es, saber la verdadera causa de la muerte de mi papá. Mi madre no me mira a la cara, está callada y conociéndola como la conozco, debe morir de vergüenza conmigo.
Miro al suelo pensando en silencio, ahora mismo estoy confundida, es mucha información para procesar.

Estoy acostada en mi cama, mis ojos están en la pared, Gnomo intenta subir a la cama hasta que lo consigue, ha crecido mucho. Pasa su lengua por mi cara y la aparto con delicadeza. Unos toques en la puerta llaman mi atención, no pido que pasen pero interpretaron mi silencio como respuesta. Mamá entra y medio sonríe pero rápido su semblante se vuelve serio, no sabe cómo actuar.
Llega al pie de la cama y con suavidad se sienta, acaricia mi pierna, inconscientemente lo recojo encogiendo mi cuerpo por completo en el proceso.

— No quería que sufrieras con esto. — habla de la nada. — Estabas muy pequeña cuando él se fue, sufrí mucho, yo era muy joven, a penas 22 años, estaba viendo como el amor de mi vida se estaba muriendo y no había nada que pudiera hacer. — suspira y se sienta mejor. — Estaba dividida emocionalmente. Por un lado sentía que podía morir junto a él, y por otro lado, tenía que luchar y estar bien por ti.

Me mira y siento mucha empatía por ella. Me siento y pego mis rodillas a mi pecho y descanso mi barbilla entre ellas.

— Él solo pedía verte. No podía casi hablar, comenzó a sufrir el síndrome de la persona rígida.

— La misma que tiene Celine Dion. — no sé por qué dije eso, solo llegó a mi mente.

— Si, su cuerpo comenzó a sufrir fuertes cambios que lo hacían sufrir.

— A mi me va a pasar eso. — susurro.

— Podemos evitarlo mi amor. — acaricia mi mejilla.

— ¿Crees que la ayuda de la abuela servirá para algo? — de momentos una llama de esperanza siempre quiere aflorar en mi.