capítulo 17

62 8 1
                                    

Son las 2:30 am y no he podido dormir. En unas hora debo ir al instituto pero, mi mente no deja de pensar en Bruno y su familia. Su hermana murió, nunca me imaginé algo así, eso me ha hecho pensar mucho y, creo entender un poco su actitud. Observo las pulseras que me regaló Norita y no puedo evitar que me llegue a la cabeza la imagen de ese chico. Los últimos días que hemos pasado juntos han sido, aunque me cueste admitirlo, los mejores días que he tenido desde que salí del hospital. He vivido revelaciones y nuevas emociones que me han tenido con una sonrisa en el rostro por más tiempo del que creí posible.
Suspiro y agarro mi móvil. Quiero llamarle y decirle que siento mucho lo de su hermana, pero, tengo miedo de su reacción. Si no me dijo sobre eso es porque no tiene la intención de contarme, o quizás porque no confía lo suficientemente en mi como para hacerlo.

Me pongo de pie y camino hacia el balcón de mi habitación, abro la puerta y salgo. La frialdad de la madrugada pone mi piel de gallina. Me abrazo para darme un poco de calor mientras bostezo. Miro al cielo, las estrellas se notan un poco más por la oscuridad de la noche pero, no hay muchas. Comienzo a contarlas y a nombrarlas, es algo que solía hacer con Nora en el hospital cuando nos escapabamos hacia la azotea en las madrugadas.

El ruido de un motor llama mi atención, miro hacia abajo y, es su auto. Enseguida la curiosidad me invade, ¿de dónde vendrá a estas horas? Se baja y tira la puerta pero, puedo ver como se tambalea y se sostiene del capó del auto. ¿Está borracho? ¿O drogado?
Quisiera ayudarlo pero, tengo temor de que no acepte mi ayuda. Me quedo viéndolo hasta que, alza la vista y mira en mi dirección. Se queda así viéndome por un momento, ninguno de los dos aparta la mirada. Se acerca caminando torpemente y tropezando con sus propios pies.

- Agathaaaaa. - arrastra mi nombre, se ríe.

- ¿Estás drogado?

- Sssssshhhh. - me hace señas para callarme. - Aurora se pone muy loca.

- Ve a dormir Bruno.

- ¿Puedo dormir contigo? - pone cara de cachorro.

- No, ve a tu casa.

- Esa no es mi casa. - mira al suelo.

Me da pena verlo así. Quiero cuidar de él así como siempre hace conmigo.

- Te abriré la puerta. - sonríe cuando escucha mis palabras y me vuelve a mirar.

- Espera...

Va corriendo a su auto y abre la puerta trasera. Decido bajar corriendo para abrir la puerta y tratar que no haga ruido y mi madre no se despierte. Cuando llego ya está parado bajo el umbral de la puerta y trae una guitarra en la mano.

- Buenas noches. - da un beso en mi mejilla y entra a mi casa directo a mi habitación. Yo me recupero rápido y lo sigo.

Cuando entra Gnomo se pone contenta y corre hacia él. Menea su colita y pasa su lengua por sus pies. Bruno lanza la guitarra en la cama y la carga. Juega con ella por un rato mientras yo los observo.

- Esta perra me ama más a mi que a ti. - me dice en mi cara.

- Pero es mía. - se la quito de las manos.

- ¿Estás celosa Agatha? - habla con un tono de burla.

- ¡Ja! Quisieras.

Camino hacia la cama y me siento. Miro la guitarra y luego a él.

- Es la guitarra que había en tu habitación. - declaro porque la reconozco.

- Si.

- La estabas tocando? - pregunto.

- Si.

- ¿Dónde? - me mira y parece meditar mucho la respuesta que me va a dar.

- En el cementerio.

Inefable: Fuera de este mundoWhere stories live. Discover now