Inefable: Fuera de este mundo

capítulo 42

Pov Bruno.

No quiero soltar su mano. Ella sonríe y habla animadamente con sus familiares y amigos, hay muchas personas aquí, muchas de las porristas vinieron a apoyarla y mis compañeros del equipo también. Todo fue un revuelo, no permitían la entrada de todos pero ¿quién puede contra una manada de adolescentes? Hablan a la vez y Agatha intenta empaparse de toda la información posible, sonríe, asiente, añade una que otra palabra o expresión.

— Bien jóvenes, nuestra chica tiene que descansar. — el doctor Murphy nos dice.

— Ay, ¿no podemos quedarnos un poco más? — Bell pregunta con un puchero.

— No, tiene que hacer mucho reposo.

Se van despidiendo poco a poco y retirándose. Su madre y su tía Cayetana salen con el doctor quien les enseña unos papeles y les habla sobre algo. Solo quedan Day y Harry, su prima le da un abrazo y besa su frente con cuidado, Harry le sonríe y extiende su mano para chocar los 5. Cuando se van, nos quedamos a solas, ella me mira y me regala la más hermosa sonrisa. Muero por besar sus labios pero, ne se puede agitar, está muy débil aún. Ayer terminó el tratamiento, tendremos que esperar unas semanas para que los resultados finales y definitivos salgan a la luz. El doctor aseguró que muchos fueron un éxito y espera que su recuperación sea positiva por esos aspectos rebasados. Aún no entiendo por qué hubo que operar, casi la pierdo por eso, pero la doctora Phoebe explicó a su madre.

— Bruno.

— ¿Si mi amor?

— tengo sed. — me pide.

Busco agua enseguida y una pajilla para que pueda beber con mayor facilidad. La veo mientras bebe su agua y muevo el cabello de su rostro. Retiro el vaso una vez que termina.

— Te extrañé. — me dice, sonrío con emoción.

— Yo también.

— Puede que sea egoísta pero, solo podía pensar en ti. — sus palabras me emocionan realmente.

— no veía la hora de verte — beso sus manos  — de tocarte y hablar contigo.

Su sonrisa es tan ingenua que la hace ver preciosa y angelical a la vez. Está algo débil, lo puedo notar a la perfección.

— Necesitas descansar.

— ¿No te irás cierto? — su voz es un poco desesperada.

— Por supuesto que no. Me quedo contigo.

Me atreví a acercarme y dar un pico en sus labios. Agatha cierra los ojos y se acomoda para dormir, de todos modos el sedante que pusieron en su suero debe estar haciendo efecto.

Aún tendrá que estar dos días más internada en el hospital antes de volver a casa, estamos viendo videos en YouTube, estoy acostado a su lado y su madre en el sofá viendo una revista y de vez en cuando mira en nuestra dirección y sonríe. Ya se siente mejor, la ayudé a tomar un baño hace como un par de horas cuando Katy tuvo que ir a casa a por ropa limpia y ropa interior para ella. Tocan a la puerta, miro la hora en mi reloj y efectivamente es horario de visitas. La cara de Nate se asoma y ella sonríe pero luego me mira esperando a ver mi reacción, me pongo de pie y me acerco al chico, nos miramos y luego estrechamos nuestras manos. Volteo a ver a Agatha y se ve algo sorprendida, nos regala una sonrisa.

— Iré a por algo para comer. — digo y me retiro. En el fondo confío en que Katy no los deje a solas.

Bebo un café mientras mi mente trabaja. No soy amigo de Nate, no es secreto para nadie, pero pienso que dejar el pasado atrás puede ser de ayuda para ambos, sobretodo lo hago por Agatha, quiero ser un nuevo chico por ella, de hecho, creo que lo he logrado poco a poco. Llevo un mes limpio, sin drogas, ni siquiera he llevado un cigarrillo a mis labios, sé que ella odia el humo, pensar en ello me hace reír, siempre arruga su nariz y hace muecas graciosas cuando fumaba a su lado.
Nate no es santo de mi devoción pero, tampoco puedo pensar que es un mal chico, a pesar de nuestras diferencia sé que es querido por todos en el instituto, se lleva bien con los chicos del equipo y además, por alguna extraña razón Agatha quiere ser su amiga, no seré yo quien arruine eso.
Cuando Nate se va Katy me envía un mensaje de texto avisando, sabe que no me sentía cómodo del todo con él ahí. Entro a la habitación y Agatha está dormida, beso su frente.