Capítulo Final parte I

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Pov Bruno.

La estoy buscando entre la multitud y no hay rastros de ella. Los chicos hablan sobre estrategias de fútbol, todos a la vez, me siento aturdido entre la alta música, los coros y chillidos de los adolescentes y los atropellos de voces entre mi grupo de amigos. Me pongo de pie. ¿Dónde estás Agatha?
Pienso que puede estar con Nate, pero veo en medio de la pista al Rey León bailando rodeado de chicas. Acomodo mi disfraz, mi molesto disfraz. Sonrío mientras camino alejándome de todos, ella realmente sabe como hacerme hacer lo que me niego por todos los medios. Pensé que seríamos Risitos de Oros y el pequeño oso, como cuando niños, que sería un dejavu; pero ella es así de increíble e impredecible, siempre pensando en todo, sobretodo, en nosotros. "Peter Pan", mis animados favoritos. Tantas veces que lo veíamos juntos, ella pequeña, se dormía a mi lado y yo rezaba para que mamá no viniera a llevarla hacia otra habitación, así que hablaba solo, fingía que le estaba contando o explicando cualquier detalle para que no se dieran cuenta que la pequeña Agatha ya dormía y así, no la alejarían de mi.

Veo su delgada pero hermosa figura a lo lejos. Está apartada de todos, del caos, quizás consumiéndose en el suyo propio. No me apresuro a llegar, quiero que siga teniendo su espacio, aunque muera por ser las paredes de ese lugar que la refugia. Mientras más me acerco más se iprime mi pecho, pensar en que un día podría dejar de verla, de tenerla y sentirla es un pesar que día a día me va consumiendo aunque lo intento esconder todo lo que puedo.
Si, soy un cobarde, el chico que teme perder al amor ahora que lo tiene, me rehúso a que no sea ella, a despertar y tener la sensación de vacío que se crea en mi alma cuando no la veo, pero con el temor de saber que luego no podría ir a molestarla o simplemente asomarme y verla desde mi ventana porque, ella no estará realmente. Ella mira al cielo y yo también lo hago...

《¡Vamos universo! 13 años ya han sido suficientes.》

No podría vivir una vida sin ella.

Me siento pegando su espalda a mi pecho y su cuerpo se relaja pero puedo notar su delicado y pálido rostro ruborizado por maquillaje empapado.

《No te quiebres Bruno》

Me obligo a escucharme.

— No llores Campanilla. — susurro en su oído. — Todo estará bien.

— ¿Quién lo asegura? — cuchillo para mi alma.

— Peter Pan. — 《cree en mi》, suplico en mi mente. 

Agatha voletea a verme y un pedazo de mi se agrieta. La veo tan rota a ella que me quiero castigar por querer romperme también cuando debo ser esa parte completa e inquebrantable que le dará la protección a cada uno de sus pedazos. 

— No hay Peter Pan sin Campanilla. No puedes ir a ninguna parte donde no te pueda ver.

Ella dijo que no había Campanilla sin Peter Pan, pero no, en esta historia, siempre ha sido al revés, Peter Pan siempre ha sabido que ella estaba ahí, lejos, frágil, él vivía pero era una mala vida. Estaba tan desorientado ese chico que solo hacía daño y lo peor es que se dañaba a si mismo día a día. Un día, volvió ella, Campañilla, su pequeña amiga, cada partícula de brillo que emane de su cuerpo era un gigantesco golpe de amor y calma. Ella trajo eso, la claridad a la oscuridad del chico que se estancaba en el vacío, la fortaleza para el barco en el que estaba a la deriva, él tomó las riendas del timón y enfrentó la profundidad de los mares que amenazaban con arrastrarlo solo para tenerla a ella porque, no hay Peter Pan sin Campanilla, comprendió eso, lo comprendo.

— Campanilla es frágil. — llora más.

— Pero Peter Pan será fuerte por los dos.

Este es el momento en que debo crear fuertes cimientos en lo que se derrumba dentro de mi. Verla así me demuestra que las sonrisas y diversiones son solo la máscara que consumen sus penas. Agatha no está bien, no solo físicamente, sino también sus emociones. Acepto sus miedos, pueden venir, estoy listo para luchar contra ellos y hacerla irradiar una sonrisa de vitalidad.

Inefable: Fuera de este mundoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant