capítulo 47

45 6 1
                                    

Quise volver a la escuela, en increíble como las personas pueden ser amigables y  consideradas al conocer la miseria ajena, después de todo, la humanidad no está tan perdida. Todos se acercan a saludar, hasta recibí aplausos de bienvenida en clase de marketing. Ahora estoy recogiendo mis cosas para salir del salón de ciencias cuando una mano que toca mi hombro llama mi atención. Al principio no dice nada, yo tampoco lo hago y eso provoca un aire incómodo, hasta que al fin se decide a hablar.

— Es bueno que estés de vuelta. — es tímida al hablar.

— Bueno, supongo que, gracias. — cierro mi mochila.

— Joder Agatha que, que lo siento mucho ¿vale? Tenía una extraña obsesión con Bruno y al ver cómo siempre te miraba y buscaba escusas y motivos para estar cerca de ti me molestaba. Sinceramente si me caíste muy bien desde el primer día en que nos conocimos, si quería que hubiéramos sido amigas...

— Lo fuimos Lana, o al menos yo si te consideraba una amiga.

— Lo sé. No me voy a justificar, no vine a eso, solo a decirte que lo siento en serio y que, me sienta muy mal todo por lo que estás pasando.

— ¿Será la culpa? — digo con ironía.

— Puede ser, pero mis palabras son sinceras.

— Bien, acepto tus disculpas. — coloco mi mochila al hombro. — Adiós.

Cuando intento salir me da un fuerte dolor en las piernas que me hace caer. Lana llega enseguida a mi lado y me sostiene.

— ¿Estás bien? — sus ojos se ven asustados.

— Si, no te preocupes. — intento ponerme de pie apoyándome en una mesa pero fallo. — ¡Mierda! — me quejo.

— ¿Quieres que llame a Bruno? — mis ojos buscan los suyos cuando lo menciona.

— No quiero preocuparle, en unos minutos pasará.

Lana se sienta a mi lado, las dos calladas mirando a ningún lado en particular.

— Es increíble el cambio que has logrado en ese chico. — habla. — Quien lo conoció y quien lo conoce ahora piensa que no es el mismo.

— Sigue siendo el mismo, solo que...

— Enamorado y más maduro. — termina de hablar por mi. — Desde que comencé el instituto oía hablar de Bruno Troll, el chico problemas. Su regreso era noticia, las de primero estábamos confundidas puesto que no sabíamos quién era el chico del que tanto se hablaba. Cuando conocí a Nico me enamoré, también sucede que, era mi primer novio.

El dolor va pasando pero sigo prestando atención a sus palabras.

— Era el mejor amigo de Bruno y el misterio y aires de maldad que envolvía a estos chicos me hacía curiosa y quería saber más y más. — coloca su cabello detrás de la oreja. — Hice cosas que no me gustaban solo por agradar a Nico, estuve con otros chicos por él, hasta estuve con chicas solo para complacerlo y de cierto modo creía que así estaba logrando que se enamorara de mi.

— Es lo más absurdo que he escuchado en mi vida. — susurro y ella sonríe.

— Lo sé, a veces, solemos hacer estupideces. — su voz suena apagada. — Él y Bruno se drogaban y hasta en los momentos en los que ambos perdían la cabeza Bruno solía ser el chico responsable, que me cuidaba porque Nico no podía ni levantar un dedo cuando caía al suelo por tanta coca, a veces era peor, se inyectaba cosas.

— Las drogas son la mayor putada. — opino sinceramente.

— Me comenzó a gustar Bruno, a veces me saludaba cuando me veía en el instituto, me gustaba ir a verlo jugar o en las prácticas, hasta me hallé yendo a ver a Nico más arreglada de lo común siempre que sabía que Bruno estaría ahí, pero al final él nunca volteaba a verme y eso me enojaba, sabía que tenía sexo con muchas chicas de la escuela y yo pensaba ¿por qué yo no?

Inefable: Fuera de este mundoWhere stories live. Discover now