capítulo 22

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Hoy se retoman los juegos, pero, la escuela es un caos, todos están preocupados porque el capitán hace dos días que no viene. Desde aquella noche de sábado, desapareció, ni su familia ni yo hemos sabido más de Bruno. No niego que mi estado de ánimo está por el suelo. Hoy cuando venía al instituto en mi bici, solo podía pensar en él, ¿dónde estará? ¿Por qué desapareció así? Las porristas se están preparando, yo estoy con ellas porque Day no se ha despegado de mi ni un momento, durante el horario de recreo tuve que ir a la enfermería porque tenía un molesto dolor de cabeza, le dije que no era nada de que preocuparse que no alarmara a mi mamá, pero me obligó a quedarme con ella para irnos juntas a casa.
Las chicas hablan animadamente, están en ropa interior algunas mientras ponen su uniforme, otras graban tik tok según me explicó mi prima, otras sacan selfies, en fin, las cosas normales de los adolescentes. Enciendo mi teléfono y nada, ni un mensaje o alguna llamada de él.

《Vuelve Bruno》

— Vamos a salir en 5 minutos chicas! — anuncia Day. — ¿Estás bien? — me pregunta.

— Perfectamente. — sonrío.

Los juegos comienzan, no presto atención, todos comentan sobre la ausencia del número 01, hay tensión en el campo de juego porque vamos perdiendo. Nate tampoco está, no solo porque estaba castigado en la banca, sino porque, está recuperándose luego de la paliza que le dio Bruno.
Me sentí tan mal, estos días he ido a verlo al hospital, él me dice que está bien, que no fue mi culpa, pero yo se que si. Si no lo hubiera llamado, no lo habría metido en esto. Gracias a Dios no levantó cargos contra Bruno, el señor Naill y doña Aurora fueron a hablar con él el lunes y el chico aseguró que no lo acusaría aunque su madre no se veía muy contenta con la decisión.
Observo el campo, nuestro equipo anota pero no es suficiente. Quedan unos minutos para que acabe el juego y tenemos un gran número de diferencia en los puntajes.
Una vez más, le envío un mensaje de texto a Bruno, siempre digo que ni lo haré más, pero, no puedo evitar preocuparme por él y quererlo de vuelta, pero como era de esperarse, no responde.

Perdimos, los ánimos de todos decaen, ni siquiera me quedo para ver el tonto ritual de desnudarse en el campo. Le envío un mensaje de texto a Day anunciandole que me fui a casa, que todo está bien, iré en mi bici.

— La cena está tapada, tengo que salir, volveré un poco tarde. — me dice mi madre mientras da un beso en mi frente. — ¿estarás bien sola? O quieres ir a la casa de Aurora.

Lo pienso por un momento.

— Me quedaré aquí, si me aburro mucho iré a donde Aurora.

— Bien, prepara tu maleta, en dos días volamos a Bali.

— ¿A Bali? — pregunto emocionada.

— Es la boda de Braulio. Por eso estoy resolviendo todos mis compromisos laborales estos días, porque estaremos todo el fin de semana fuera del país.

— Será la primera vez que viaje. — sonrío.

— cuando pequeña fuimos a Francia a la casa de tu abuela, pero, obvio no te acuerdas de eso.

— Sabes que no cuento nada antes de mi vida en el hospital mamá. Tenía 2 años cuando fuimos a ver a la abuela Mary. — pongo los ojos en blanco.

— Tienes razón. — se ríe y me besa. — me voy princesa.

Una vez sola, voy a mi habitación y en seguida Gnomo llega corriendo meneando su colita. Me río y la cargo en mis brazos, pasa su lengua por mi cara y la dejo. Me lanzo a la cama con ella y se acomoda a mi lado, la observo pero mi mente está lejos, en un lugar desconocido, porque está con él, con Bruno.

Inefable: Fuera de este mundoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu