Inefable: Fuera de este mundo

capítulo 31

Pov Bruno.

Mi mente reproduce una y otra vez cada momento que he pasado con Agatha. A penas y puedo mantener la cabeza quieta y los ojos abiertos, estoy tan drogado y borracho que si me pongo de pie podría caer y perder el conocimiento. Miro al horizonte, estoy sentado en lo alto de una colina con la brisa fría moviendo mi cabello y poniendo mi piel de gallina. Observo mis manos y veo borroso, pero pronto me doy cuenta que es por causa de mis lágrimas, estoy llorando una vez más.

《Perdóname Agatha》

Me repito una y otra vez. Quiero tenerla de vuelta, quiero que esté conmigo, que me moleste con su ingeniosa voca que no para de hablar, sus extrañas manías que la hacen parecer una niña pequeña descubriendo el mundo por primera vez, su hermosa sonrisa y su escandalosa carcajada. Necesito todo de esta chica, tocarla, besarla, sentirla, así sean sus insultos. Si el arrepentimiento matara, doy por seguro que no estaría aquí, queriendo apagar mi mente.

Mi móvil suena una vez más, es Aurora. No tengo cabeza para escuchar a mi madre ahora, lo silencio y sigo con mi mente y mis ojos perdidos.

¿Se puede ser más estupido? Por una vez que amo algo, lo destruyo y lo pierdo. Lo peor es justamente en el momento en que todo ocurrió, cuando más me necesita, cuando quizás ha recibido la peor noticia de su vida. Aún recuerdo cuando Katy me contó luego de volver del hospital con Agatha. El nudo que se hace en mi garganta detiene el tránsito de mi respiración mientras se reproducen las imágenes en mi cabeza.

Flashback.

Katherin está en silencio y me da la espalda. Siento un extraña presión y el miedo es palpable a mi alrededor. Me acerco a ella con un poco de cautela, toco su hombro y me mira. No sé que fue peor, ver la derrota en su mirada o como se lanzó ahogada en llanto a mis brazos.

Enseguida mi cuerpo se puso en alerta, mis manos temblaban ligeramente y mis ojos solos se fueron llenando de lágrimas y miedos. Agradezco internamente que Agatha haya subido a tomar un baño, siento que Kathetin necesitaba liberarse o de lo contrario podría explotar.

— ¿Katy? — pregunto con miedo.

— Mi pequeña Bruno. — me mira y llora. Me abraza y la abrazo.

— ¿Qué pasa Katy? — siento pánico de oír la respuesta.

— Ella... — se pierde en lágrimas una vez más. — Mi niña va a morir Bruno.

Me quedo paralizado. Mis manos no se mueven, mis párpados están quietos y mi boca ligeramente abierta. Una lágrima resbala por mi mejilla y mi corazón comienza una carrera desbocada y de terror. No quiero reaccionar, tengo miedo de volver a la realidad y que lo que mi cerebro se niegue a procesar tome forma y sentido.

— Bruno... — la observo cuando me habla, yo no puedo hablar. — Ella no puede saber nada. Sus defensas están bajas y la gravedad de su enfermedad la irá consumiendo poco a poco.

— Ella estaba bien. — susurro.

— No. Nunca ha estado bien. — confiesa mientras se aleja de muy mira al suelo. — Cuando la doctora Phoebe me dijo que le darían el acta médica pensé que todo estaba bien pero, no era así. Trece años de fallidas investigaciones, maltratando el cuerpo y el sistema inmunológico de mi niña para nada, no encuentran una cura. La enfermedad de Agatha es rara, se desconoce, es un misterio para la ciencia. Las estadísticas de sobrevivencia son inexistentes, al final la lucha acaba.

— Debe haber alguna forma...

— Me dieron la oportunidad de dejarla vivir una vida normal. No había mucho que hacer aunque aún me daban esperanzas porque, después de todo, ella ha sobrevivido 13 años muy a pesar de que las pocas personas registradas en la historia con esa patología no han vivido más de 8 años. — seca sus lágrimas. — Hay estudios científicos para buscar una cura pero, no esta muy avanzado.