Capítulo 29

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¿Qué se siente ser el experimento sexual de tu novio? Bruno Troll ya sabe lo que se siente quitar la virginidad a una tonta y Lana Loayza acaba de perder 500 dólares de apuesta, eso vales para ellos.


Lo leo una y otra vez, veo la imagen tengo ganas de vomitar. Ellos dos desnudos, besándose, ¿tenían sexo? ¿es eso posible? Ellos dos, ¿estaban juntos?
Siento que estoy hiperventilando y mi cuerpo tiembla. Abrazo mis piernas y las pego a mi pecho mientras las lágrimas caen libremente. Esto tiene que ser una maldita broma, pero, mi cerebro está tan afectado por las últimas noticias que no puedo procesar bien, solo quiero salir huyendo de aquí y esconderme en el ultimo rincón del mundo.
Me levanto con un poco de dolor aún y camino lo más rápido posible hasta el baño, tengo miedo que él despierte y me vea así. A penas entro me caigo al suelo y lloro. Realmente no sé por qué lloro, quizás porque nuevamente sé que voy a morir. Estuve años resignada a que eso pasaría más temprano que tarde, pero luego, me dieron esperanza. ¿Es eso justo? Me hicieron creer en la vida, me dieron una probada y ahora me la quieren arrebatar. Y ahora esto, por una vez que puedo confiar en alguien ciegamente, me enamoro como una tonta y encima, todo fue un juego, para él solo soy un cambio de 500 dólares.
Ahora entiendo muchas cosas, por mi mente pasan momentos en los que Lana me dio señales con sus actitudes, las raras conversaciones, sus reacciones, los momentos de intrigas con Bruno, ahora todo se rompe en mi cara. Y esa foto, la imagen está en mis pupilas y mi mente, siento que puedo tener pesadillas con ello.
Cuando creo que estoy más calmada, lavo mi rostro, suspiro y salgo del baño. Me siento en la cama porque de solo verlo mis piernas flaquean. Cierro los ojos para retener las lágrimas.
Él se mueve y me pongo tensa, lo escucho bostezar.

— ¿Está todo bien Agatha? — ¿cómo puede tener tanto morbo? Su voz hasta suena preocupada por mi falta de respuesta, este chico es un idiota.

— Me iré a casa. — solo digo eso.

Escucho la cama crujir, señal de que se está moviendo o para mi desgracia, levantándose para acercarse a mi. En efecto, su calor corporal está cerca y mi cuerpo reacciona, maldita oxitocina.

— Déjame llevarte. — hace el intento por tomar mi mano pero la saco de una. — ¿Qué te sucede? — pregunta luego de un breve silencio.

— Nada Bruno, si no lo sabes tú.

Camino hacia la puerta y salgo dando un sonoro portazo. En el pasillo me encuentro a Harry.

— Hola Agatha. — su semblante es raro.

— ¡Agatha espera! — sale Bruno en boxer tras de mi. Corro y él me sigue.

Corro lo más rápido posible, él tropieza con algo y cae al suelo, lo que me da un poco de ventaja. Ahora si las lágrimas están fuera de nuevo mientras él me grita. Estoy en la calle y no sé que hacer, o a donde ir, o donde esconderme. Agarra mi mano y me suelto de golpe.

— ¡DÉJAME TROLL! — grito tan fuerte que mi garganta duele.

— ¿Qué pasa contigo?

Me enoja ver su cara de desentendido. Me da rabia y lo golpeo, una y otra vez. Las personas en la calle pasan y ven todo el espectáculo. Bruno no hace nada, solo me deja golpearlo. Sigo así mientras grito y lloro e intento sacar un poco todo lo que me está ahogando por dentro.

— ¡TE ODIO!


— ¡¿POR QUÉ?! — me grita y las venas de su frente y cuello palpitan.

Inefable: Fuera de este mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora