capítulo 46

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Pov Agatha.

Estoy feliz, Bruno ha cumplido uno de mis sueños y por un momento he olvidado por completo lo que está pasando justo ahora en mi vida. Espero sentada en la cama de esta maravillosa habitación, la cabaña es increíble, hay mucho confort y para mi es una experiencia mágica estar en este lugar con dos de mis personas favoritas.
La puerta se abre y entra Bruno, me pongo de pie y corro a besarlo. Me recibe con las manos abiertas y respondiendo mi beso de un modo apasionadoy muy nuestro.

— El mejor recibimiento de mi vida. — bromea.

— Pues disfruta un poco más.

Lo vuelvo a besar y río cuando sus manos van a mi trasero y lo sostiene con fuerza.

— Hey! Espera, tengo algo para ti. — voy a mi maleta y agarro la pequeña bolsa donde guardo lo que le quiero entregar.

— ¿Qué es? — sonríe y se sienta en la cama. Me acerco y me coloco entre sus piernas de pie.

Abro la bolsita y saco de ella la pulsera en forma de rayo que me había regalado Nora el día de mi cumpleaños. Él la observa y luego a mi. Sonriendo la coloco en su muñeca y él no deja de verla.

— No quiero sonar ignorante así que espero no estar en un error, ¿tiene algo que ver con Harry Potter?

— Exactamente. Representa el movimiento que hay que realizar para invocar el Avada Kedavra.

— ¿El qué? — me río.

— La maldición imperdonable con la que Voldemort mató a James y Lily Potter. ¿Si prestaste atención a las pelis?

— Oh claro, si, si, recuerdo.

— Mentiroso. — me besa.

— Te dije que soy todo un Potterhead. — pone cara de suficiencia.

— Si, por supuesto. — soy sarcástica.

— Me hace feliz que me regales algo que es importante para ti.

— En realidad, hace un tiempo he pensado en la posibilidad de dártelo, Nora me lo regaló por mi cumpleaños e incluso ella sabía antes que yo que una de esas pulseras terminaría en tu mano.

— ¿Pulseras? — hace énfasis en la s.

— Si. — saco la mía. — Tengo una a juego.

— Entonces estamos utilizando pulseras de pareja? Amo esto. — sonríe.

— Me encanta que te guste.

— Por supuesto, puedo compartir hasta calzones contigo. — me guiña un ojo y yo río alto.

— Ya eso es vicio Troll.

Volver a casa se siente decepcionante. Si pudiera viviría en este lugar, la naturaleza, la paz, la compañía, las noches frías pero mágicas, todo parecía justo lo que necesitaba, pero el mundo real nos reclama. Los chicos deben volver al instituto y yo al hospital. Si, mamá llamó ayer en la noche y dijo que, parece que, el doctor Murphy puede tener la clave del desbalance de mo estado de salud. Yo sinceramente, no estoy dispuesta a someterme a más tratamientos, no quiero seguir maltratando mi cuerpo cuando, al parecer nada tiene sentido.
Voy sentada en el asiento del copiloto viendo a Bruno manejar, él ríe de lo que les cuenta Harry pero no presto atención a nada de lo que dicen. Unas náuseas enormes me invaden y mi cabeza comienza a pesar, cierro los ojos para apartar el malestar pero esto solo lo agrava.

— Detén el auto. — susurro. Bruno parece no oírme. Toco su antebrazo y me mira, su sonrisa se desvanece cuando aprecia mo semblante. El auto se detiene abruptamente.

Inefable: Fuera de este mundoWhere stories live. Discover now