CAPITULO 8

618 119 27
                                    




Terminamos sentadas en una de esas sillas altas que habían colocado en la barra bebiendo una copa tras otra. La noche se nos estaba haciendo cuesta arriba, ella irritada con el chico con el que se estaba enrollando y yo cansada de absolutamente todo. Estaba más enfadada que nunca, tanto que me sorprendió verla así, era la primera vez que la veía tan fuera de sus casillas. Parecía que todo iba bien, él le había dicho que no tenía novia por lo que los dos habían aceptado, sin embargo, había sido mentira, la novia del chico había aparecido y se habían puesto a gritar, Carolina le soltó una bofetada y trató de explicárselo a la chica, pero no quería escuchar, por lo que lo único que servía para subirnos el ánimo era beber y contarle nuestras penas al camarero mientras bebíamos, agradeciéndole constantemente que nos escuchara.

–¡Es que no me lo puedo creer! ¿Cómo se puede ser tan retorcido? –exclamó antes de volverse a llevar la copa a los labios. –gritó Carolina.

–Pobre chica. –dijo el chico de la barra sin levantar la mirada de la copa que servía.

–¡Esa es otra! Encima no me quería escuchar. –protestó.

–Normal... menudo disgusto se habrá llevado. –dije yo apoyando la cara en mis manos.

–Ya... creo que nunca entenderé a los tíos. –dijo Carolina decepcionada.

–Son difíciles de descifrar, y encima, cuando lo haces, solo encuentras cosas que había sido mejor no ver.

–Amiga, estoy totalmente de acuerdo. –dijo apuntándome con el meñique.

–¡Oye! Me siento ofendido. –dijo el camarero llevándose la mano al pecho. –No todos somos así, lo que pasa es que dejáis a los chicos buenos al margen porque pensáis que somos aburridos, y dejadme que os diga una cosa, somos más guais de lo que creéis.

–Has utilizado la palabra "guay" para describirte, creo que no me creeré lo que acabas de decir. –dijo Carolina.

Yo solté una carcajada e intenté controlarla, pero fue imposible.

–Algún día cambiaras de opinión y me llamarás "guay". –dijo como juramento. –¿Verdad? –añadió mirándome.

Yo asentí con la cabeza mientras seguía riéndome en silenció y me terminé la copa de un sorbo.

–Nosotras también somos "guais", como tú dices.

–Sí que lo somos. –afirmé.

–Pues para serlo, estáis en una fiesta de lo más aburrida.

–En nuestra defensa diremos que vinimos obligadas. –rebatí.

Antes de que pudiéramos seguir hablando la presencia de alguien a mi espalda me espabiló al instante. Dejé mi copa sobre la barra y Me giré bruscamente hacia atrás chocando con su cuerpo. Levanté la vista hacía su rostro y por primera vez me alivié de que no fuese Alex. Era Oliver. El fotógrafo. El chico que había visto a lo lejos, pero me había dado vergüenza saludar. El chico de las fotos bonitas. El chico del café. El chico de la cafetería mona en Madrid a la que iba a empezar a ir más.

–¿De qué hablabais? –dijo ignorando el golpe.

–Dicen que son divertidas.

–¡Y lo somos! –saltó Carolina.

Oliver acercó la silla que había a pocos de distancia y se sentó a mi lado, el camarero, del que aún no sabíamos su nombre, le acercó una cerveza y se unió a la conversación.

–Creo que no saben lo que es la diversión fuera de este jardín con olor a rico.

–El olor a rico no existe. –contesté alzando mi copa.

–A partir de ahora, sí.

Me dedicó una sonrisa y ni siquiera supe por qué me sonrojé. No le di importancia, me bebí el resto de la bebida de un tirón y fijé la mirada al frente.

–Si de verdad queréis pasarlo bien, unos colegas dan una fiesta después de esto. Si os interesa, estáis invitadas.

–Tú también Oliver. –dijo poniéndole cara de pena.

–Pensaba que me ibas a excluir, lo vería muy mal por tu parte.

–Ah, pero ¿qué os conocéis? –dije alucinada.

–Sí, de hace aproximadamente una hora. –Oliver miró la hora en su reloj sonriente.

Aparté la copa de mi vista y no bebí el resto de la noche. Había perdido el rastro de mis padres, también de Alex, pero me alivió más que preocuparme, por una vez me sentí desatada, aunque fuera por unas horas, estaba respirando, lo estaba haciendo justo cuando creía que iba a dejar de hacerlo y eso causó en mí una sensación de bienestar inmenso.

ESPERO QUE ESTE CAPÍTULO OS HAYA ENCANTADO🫶🏻🫂✨

YA SABÉIS QUE COMO TODOS LOS JUEVES NUEVOS CAPÍTULOS A LAS 19:00 (hora española)

YA SABÉIS QUE COMO TODOS LOS JUEVES NUEVOS CAPÍTULOS A LAS 19:00 (hora española)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
EL ÚLTIMO BAILE (EN FISICO)Where stories live. Discover now