CAPITULO 48

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–Buenos días. –murmuré enredándome entre las sabanas.

–Buenos días, Campanilla. –susurró Oliver en mi oreja.

Me estiré y me cubrí con la fina sabana que nos cubría, hoy era uno de esos días en los que no me apetecía moverme de la cama, estaba cansada y tampoco sabía muy bien de que, o quizá quería aprovechar mi último día con Oliver antes de presentarme a las audiciones finales, cualquiera de las dos ideas me bastaba para quedarme ahí tirada sin mover un solo dedo.

–Creo que ahora mismo necesito un café más que cualquier otra cosa.

–¿Más que a mí? –preguntó Oliver mientras se giraba hacia mí.

–No te ofendas, pero en estos momentos el amor de mi vida sería un buen café con leche y espuma.

–No estoy seguro de eso. –insinuó.

–Hazme ese café y quizá cambio de opinión. –sonreí y después le besé en la comisura de los labios.

El salón se había inundado de amor disfrazado de olor a café, el mismo que cubría cada una de las esquinas de la cafetería de Oliver a la que tanto me había aficionado a ir.

–¿Tienes sacarina? –pregunté una vez ya con el café en la mano.

–¿Sacarina? Eso es como decir que el verde agua es azul, una mentira vaya. –Segundo cajón, tendría que estar al lado del azúcar.

–Graaacias. –susurré.

Pasamos las horas tirados en el sofá juntos, como si de esa forma pudiésemos llevarnos una parte de nosotros a cualquier lugar al que nos fuéramos y como si de esa forma, todos los miedos, la distancia y las obligaciones se redujeran un poquito menos. Ahora estábamos en el coche de camino a las audiciones, porque eso que dicen que nosotros somos los escritores de nuestro futuro es mentira, al menos para mí, porque ahora mismo, ese lugar decidiría las puertas que abría y las que cerraba con llave, siendo yo la que tomara la decisión si estaba dispuesta o no a ello.

–Ya hemos llegado. –anunció Oliver. –¿Estás preparada?

–No, ósea he practicado muchísimo para este momento, pero, ahora que estoy aquí... –hice una pausa y tomé aire. –Va a haber demasiada gente ahí dentro, y no solo familiares, si no, jueces, miles de bailarines...

Comencé a sentí mi pulso acelerado, la adrenalina y el miedo me sacudía de pies a cabeza.

–Te conozco Ayla, eres una bailarina increíble, todo el mundo que compita contra ti para ir a Paris es poco si eres tu La que está al lado.

–Pero tú siempre estás seguro de todo, nunca tienes miedo. –dije mientras jugaba con la cremallera de mi sudadera.

–A veces para controlar el miedo solo tienes que pensar en aquello que deseas, solo de esa forma lo derrotarás y cumplirás tus sueños.

–Deséame buena suerte. –dije antes de bajar de su coche.

–Buena suerte campanilla, yo estaré viéndote durante todo momento.

Le besé inclinando la cabeza a través de la campanilla, yo esperé a que llegase mi mejor amiga mientras que Oliver buscaba un hueco en el que aparcar. Cuando llegó subimos a los vestuarios que nos habían asignado y estiramos durante media hora antes de comenzar con los últimos ensayos. Teníamos una hora antes de que le tocara el turno a otro grupo, a penas pudimos hacer el baile entero, por lo que marqué los pasos con la música y practiqué los saltos. La sala estaba a rebosar de bailarines y bailarinas de todas las ciudades, cada uno con una historia diferente y con futuros planeados que dependían de este hilo, un hilo flojo en el que teníamos que bailar como si la vida se nos fuese en ello.

–¿Cómo estás? –me preguntó Carolina bajando de un saltó del escenario.

–Como un flan. No pensaría que estuviera tan nerviosa. –afirmé.

–Yo estoy igual, es demasiada presión. Además, ¡ni si quiera tengo un plan b!

–No lo necesitas Carol, vas a subirte ahí y vas a encantar a todos los jueces, lo tengo claro.

–Tu harás lo mismo. Vamos a salir de aquí con un billete de avión hacia el éxito. –dijo ella agarrando mi mano con fuerza, yo la apreté y me la llevé al pecho en forma de promesa.

–Hemos llegado hasta el final juntas, y saldremos por la puerta grande de la misma manera. –dije mientras la abrazaba.

–Así será. –dijo ella antes de volver al escenario.

EL ÚLTIMO BAILE (EN FISICO)Where stories live. Discover now