CAPITULO 25

262 46 49
                                    




Aquel medio día el tiempo corría más rápido de lo habitual. Mis padres no estaban, como prácticamente la mitad del tiempo, y ahora ya no tenía a nadie para q me llevase a los entrenamientos. barajé la idea de salir corriendo y coger el metro en la parada que había en Gran Vía no muy lejos de mi casa, pero tardaría demasiado y no podía llegar tarde hoy. No podía perderme la prueba de nominación para las audiciones.

Marqué el número de Oliver, el que últimamente se había estado convirtiendo en los primeros de la bandeja de mensajes y llamadas. No tuve que esperar demasiado hasta que una voz ronca y seca sonó a través de mi teléfono.

–Dime, campanilla.

–Tengo que pedirte un favor, pero sé que no tienes por qué hacerlo, pero necesito tu ayuda ahora mismo. –Caminé de un lado para otro de la habitación con el móvil pegado a la oreja y todavía agobiada.

–Ayla, Ayla, tranquilízate, me estoy poniendo los pantalones porque me has pillado tirado en la cama a punto de dormirme. –dijo calmado. –Ya estoy saliendo por la puerta, en menos de cinco minutos estoy enfrente de tu casa. Estate preparada.

Colgué y cogí la mochila que reposaba en el suelo de la entrada. Salí corriendo escaleras abajo hasta llegar al portal, por suerte Oliver se había tomado enserio eso de los cinco minutos. Él ya estaba ahí.

–Gracias, gracias Oliver.

–No me des las gracias. ¿Es muy importante para ti verdad?

–No sabes cuánto, son las primeras pruebas para ver quién va y quien no a las audiciones. Estoy nerviosa.

–Creo que lo harás genial. Que cojones, no lo creo, lo sé. Lo harás genial y les encantarás a todas las personas que te vean bailar.

En ese momento quise decirle tantas cosas que se me atragantaron y no conseguí decir ninguna. Antes de salir del coche una vez ya en el conservatorio de danza, giré la cabeza para mirarle y le besé la mejilla casi sin pensarlo. Y sí, digo casi. Porque había pensado en besarle, en decirle que estaba comenzando a quererle, que su compañía hacía las cosas más bonitas, y todas esas cosas que no le dije, porque el tiempo corría demasiado rápido y porque yo ahora tenía que volar.

–Te llamaré.

–Sé que lo harás. –su voz sonó alejada, pero la sentí tan cerca que noté como me acariciaba y me arropaba.

Subí las escaleras dejando atrás los jardines que rodeaban el conservatorio de danza y entre a clase lo más rápido que pude.

–Menos mal, por poco y no llegas. –Estaba estirando su pierna derecha en la barra mientras se deslizaba sobre la otra para terminar completamente abierta de piernas.

–Como Alex era el que solía traerme a los entrenamientos mis padres no estaban en casa. –hice una pausa mientras me colocaba las puntas. –me ha traído Oliver.

–Menos mal.

–¿Y tú has vuelto a hablar con David? –pregunté.

–No. Pero estaría genial volver a quedar los cuatro.

–Deberíamos hablarlo. –dije recomponiéndome.

Había llegado el momento de mostrar a los instructores de la sala uno de los solos que había estado preparándome durante largos meses para que decidieran si iría a las audiciones. Me coloqué por detrás de la línea marcada en el suelo con mi posición inicial, los minutos antes de que comenzara a sonar la música dejé la mente en blanco. Ahora no importaba nada ni nadie, solo yo, yo y mis sentimientos, yo y mi baile. Cuando abrí los ojos segundos antes de empezar sentía que la sala estaba vacía, que no había nadie observándome ni calificando si mi pie estaba totalmente estirado o si mis manos mostraban delicadeza, ahora la música y yo éramos una y eso se notaba en cada uno de mis pasos. Sentí como si estuviera volando y todo lo malo quedaba abajo, sentí el dolor de la música y mis expresiones lo trasmitían de la manera más viva posible.

Maqué el grand battement a la perfección, mis rodillas estaban estiradas a más no poder y elevé los brazos como si no me costara. Me concentré en la última pirouette y me quedé fija en mi sitio cuando la melodía dejó de sonar. Lo había clavado.

–Muy bien. Siguiente. –anunció la señorita Alessandra.

La miré de reojo y vi como hablaban con la vista fija en mí, sonreí y caminé despacio hacia Carolina.

–Has bailado... –se quedó callada un segundo. –Ha sido una pasada verte bailar. Nunca te había visto sentir tanto un baile.

Le dediqué una sonrisa y cuando todas acabaron de bailar nos pidieron que nos colocásemos de pie unas al lado de las otras cubriendo la sala.

–Como sabéis de esta prueba se seleccionarán a las bailarinas que se presentarán a las audiciones. Las que no hayáis sido seleccionadas vuestro nombre no se encontrará en la lista del tablón que se colocará en la puerta. Suerte. –dijo Alessandra antes de salir.

Cuando las clases finalizaron Oliver me esperaba en la puerta para volver a casa. Y por una vez en mucho tiempo salí feliz viendo quien me estaba esperando. Porque era él, solo él.

HOLA HOLAAA!! ¿Que tal estáis? YO HOY ESTOY ASÍ: 🫠😩😵😵 Pero aún así os subo los capítulos de este jueves🫶🏻🫶🏻🫶🏻

ESPERO QUE EL COMIENZO DEL VERANO OS ESTE YENDO GENIAL💖

ESPERO QUE EL COMIENZO DEL VERANO OS ESTE YENDO GENIAL💖

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
EL ÚLTIMO BAILE (EN FISICO)Where stories live. Discover now