Capítulo 16. La forense

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-¿Y cómo va el caso, Vanesa?- preguntó Elena a su hermana.-tranquila, te pregunto a modo general. No me interesan los pormenores ni nada por el estilo. Sólo me interesa saber cómo estás tú.

Vanesa enarcó una ceja. Ya sabía a qué se refería su hermana con esa pregunta.

-Pues jodida, Elena. De momento va pasando el tiempo y no tenemos mucho. Pero en el caso tenemos a una nueva forense muy capaz e involucrada. Se nota que es joven por las ganas que pone en la investigación. Por lo que he visto, se pega todo el día trabajando. Además no te lo pierdas, mientras trabaja se pone música clásica.

-¿Qué?¿En serio? Pues como tú, que siempre que vamos a verte a casa tienes esa mierda de música puesta para que nos durmamos cuando te vamos a ver. O mejor dicho, es una manera muy sutil que tienes para que los que vamos a visitarte a casa hagamos la visita del médico y nos vayamos.

-No es una mierda de música. No sabes valorar lo bueno de la música, Elena. A mi me relaja y ya ves que no soy la única que la escucha.

-Por cierto, dices que es joven la forense. ¿Qué edad tiene? Porque se te ha iluminado la mirada cuando me has hablado de ella.

Vanesa se quedó estática en el sitio. Iba a gruñir a su hermana cuando se dio cuenta que si hacía eso, Elena sabría que la forense sí le podría gustar. No quería darle motivos para que pensara eso. Ya tenía bastante con García como para que su hermana se uniera al acoso y derribo al que le estaba sometiendo su compañero.

-Tiene creo treinta y dos. Por lo que me dijo García. Se ve que son amigos de la infancia.

-Vaya, ¡Qué casualidad! ¿No? Y, ¿No será por casualidad lesbiana?

-Claro, Elena, todas las mujeres con las que me relaciono lo son, no te jode. Por cierto, ¿Tú lo eres? ¿O eres la única mujer con la que me relaciono que no lo es?

-Vale, tranquila. No te pongas así. Sólo que tenías que ver tu cara cuando me has hablado de ella. Así que creo que me quieres ocultar algo, pero tú misma. Ya lo descubriré si dices que García y ella son amigos. Y si no es lesbiana, a ti te gusta esa mujer. A mi no me engañas.

-Dejate de indagar en mi vida y de inventarte cosas, por favor. Que bastante tienes tú con la tuya.

-No me las tendría que inventar si tú te abrieras con tu hermana mayor, que yo te he dicho de quedar para decirte lo de Jorge y tú no sueltas nunca prenda. Podrías confiar en mí...

Vanesa estuvo pensando durante unos segundos lo que acababa de decirle su hermana, y ésta tenía razón. Nunca compartía con ella sus historias amorosas ni sus problemas. Se bastaba ella sola para asumirlos y para buscarles una posible solución. Pero esta vez estaba dispuesta a compartir con Elena la inquietud que tenía por dudar de lo que estaba comenzando a sentir por la forense. Porque tenía claro que sí estaba empezando a sentir algo por esa bella y delicada mujer.

-Bueno, Elena, está bien, creo que tienes razón. Tú me lo cuentas todo y yo nunca comparto contigo lo que tengo en mi cabeza. Por esta vez voy a contarte sobre esta mujer.

-Así me gusta, Vanesa. Desembucha, anda, antes de que te arrepientas y te vuelvas a cerrar en banda.

-Bueno, se llama Olivia. Comenzó de forense porque quedó vacante una plaza y García se lo dijo. Así que enseguida se puso en contacto con la administración y según García no dudaron en contratarla a ella a pesar de lo joven que es. Y ahora entiendo por qué. Es una mujer excesivamente entregada a lo que hace. Y buena.

-Como una que yo me sé...

-Parecido. Bueno, la verdad es que...Aunque somos muy diferentes, creo que me atrae.

-Wow, ¿En serio?¿Cómo es? Joder, ¿Es la primera mujer que te gusta después de lo de Sara?

-Sí. Eso parece. No sé qué tiene, que me gusta. La he visto tres veces y me pongo nerviosa cuando estoy con ella. No lo puedo evitar. Y claro, como siempre que la veo estamos con García, éste ya se ha percatado de algo.

-Eso es que sí te gusta, Vanesa, y parece que mucho. Si hasta te pones nerviosa, tú que te pasas con una mujer diferente cada fin de semana. Y además García no es tonto.

-En eso estoy.

-Entonces, ¿Es lesbiana?

-Parece que sí. Creo que a García le gustaría vernos juntas. Y sabes, ella tiene que valer mucho si la quiere para mí. Porque sabe que yo soy de tontear con una y con otra pero también sabe que una vez que me enamoro lo doy todo. Entonces creo que quiere que yo siente la cabeza con Olivia. A mí no me vale cualquiera para una relación de pareja. Esa mujer debe valer mucho, sí.

-Bien. ¿Qué vas a hacer entonces? ¿La vas a invitar a tomar algo?

-No, a tanto no llego. No sé si estoy preparada para quedarme a solas con ella. Te dije que me pone nerviosa cuando estamos con García, pues imagínate a solas.

-¿Qué tanto te impone, Vanesa?

-No sé qué tiene, pero sí, me da mucho respeto. Es diferente a las demás.

-¿Cómo es ella?

-Pelirroja, con unos ojos azules que enamoran a primera vista. Luego es una mujer inteligente. Como a mí me gustan. Y lo mejor de todo, le gusta la música clásica- Vanesa rió sin poder evitarlo. Parecía una tontería, pero si a Olivia le gustaba ese tipo de música, eso decía mucho de cómo era la forense.

-Acabas de describirla como si estuvieras enamorada, Vanesa. Así que espero que esa mujer te corresponda, si no creo que estás perdida.

-No espero nada, Elena. No creo que esa mujer esté interesada en mí. Ella es una mujer fina, delicada, aunque trabaje con cadáveres, y extremadamente femenina. Y yo, ya me ves, en la vida me he puesto un vestido.

-Eso es una tontería Vanesa. Estoy segura que hacéis muy buena pareja. Por lo que cuentas debe ser una mujer guapa. Y tú no te quedas atrás. Quiero conocerla.

-Entonces habla con García y que te la presente él.

-No, quiero que me la presentes tú. Te doy unos días o unas semanas para que lo hagas. Verás que voy a terminar conociéndola por ti, no por García.

-Muy segura estás tú de eso. Mucho confías en mí.

-Ya lo sabes que sí. Y hazme caso. Vas a terminar saliendo con ella. Así que antes de que nos traigan la cena, vamos a brindar. Jorge saldrá de la familia y la forense entrará. No es mal cambio y así mamá no sufrirá tanto. Estará apenada por mí y feliz por ti. Es cojonudo, Vanesa. Me alegro mucho por ti, pero también por mí.

Las dos hermanas brindaron mientras les traían la cena. Vanesa no se podía creer que Elena confiara tanto en ella misma. Y no creía que la forense le diera ni siquiera una oportunidad. De sólo pensar en ella, a pesar de que se le dibujaba una bonita sonrisa en su hermoso rostro, estaba acojonada.

Malasaña I. (5° Historia)Where stories live. Discover now