Capítulo 66. Nuevos y relevantes datos en la investigación.

623 93 110
                                    

La inspectora buscó de nuevo a su compañero por toda la casa, y esta vez lo encontró en la cocina.

-¡Vanesa!¿Hablaste ya con el padre?-Le preguntó el policía cuando vio a su compañera aparecer en la cocina.

-Sí, García. Me ha dicho cosas interesantes. Te cuento, según él nunca trajo a nadie a casa, por lo tanto es fácil que en su ordenador encontremos páginas de citas online, pornografía, etc. Veremos. Y algo que me ha llamado mucho la atención, Álvaro lleva años yendo a ver a un psiquiatra.

-¿Qué? No me jodas. Los psicópatas son egocéntricos y tienden a tener la autoestima en su sitio. Entonces no cuadra que vaya al psiquiatra. Pero…Espera, a no ser que quiera demostrar el poder que tiene y el cómo puede llegar a engañar a un especialista tan reputado como es ese doctor. ¿No te parece?

-Exacto. Ahí es dónde a mí me llama la atención. Tal vez quiera venderle a su psiquiatra una imagen de él mismo que no es, para luego si lo descubrimos, su psiquiatra nos diga que no estamos ante un psicópata asesino. Pero sabemos perfectamente que los psicópatas son mentirosos compulsivos y patológicos, además son muy buenos manipulando a los que lo rodean. Pero…Si su padre dice de él que no tiene amigos y es un tipo raro, entonces no es locuaz y no tiene un encanto superficial. También debemos tenerlo en cuenta.

-Se está complicando todo, Vanesa. Parecía que ya lo habíamos pillado y sólo nos faltaba encontrarlo y detenerlo. Y será cuestión de tiempo que lo hagamos. Pero ahora resulta que no debió de matar a Pilar aquí. Entonces, ¿Dónde narices la mató?

-Eso es lo que debemos descubrir. La mataría donde se encuentra ahora mismo escondido. Alguien le está proporcionando un lugar dónde él puede hacer y deshacer a su antojo. 

-Vanesa, tenemos que estar fuertes y mantenernos unidos. Por cierto, ¿Cómo te fue con Olivia? ¿Y qué te ha pasado en la mano? Ya la vi en el sótano, pero no quise preguntar por si acaso. Pero a decir verdad sí quiero saber qué te ha pasado. 

Vanesa miró de soslayo a su amigo. Luego bajó la mirada al suelo, y volvió a mirar a su compañero a los ojos. 

-Bien García. Olivia me ha confirmado que estamos ante el mismo asesino. La misma forma de matar. Pero solo varía en que con Isabel fue todo rápido y corriendo. Con ella no se entretuvo, entre otras cosas porque la mató en la calle y sabía que alguien lo podía ver. Es la única diferencia de una muerte y la otra. Algo le hizo cambiar la manera de hacerlo. De ser organizado a ser completamente desorganizado. Imagino que se encontraría con Isabel por el bosque y vería que era su oportunidad, no lo pensó dos veces y al ver que no había nadie, la abordó. Su deseo de controlarla y abusar de ella se apoderó de él. Y lo mejor lo dejo para lo último. Según Olivia la violó ya muerta. La asfixió y luego abusó de ella. 

-Tal cual. Entonces sí es capaz de descontrolarse en según qué situación. Pero…Espera, ¿Al cabrón también le va la necrofilia? Lo que nos faltaba, vaya pieza. 

-Bueno, una persona puede tener varias parafilias, en este caso a nuestro amigo le va el sadismo y la necrofilia, aunque ésta última se encuadra dentro de los trastornos parafílicos no especificados. 

-Pobre muchacha, sólo un depravado como él podría follarse un cadáver.¿Cómo se puede tener placer o gratificación en una conducta sexual atípica o extrema?- García se quedó descolocado con esta información, aunque viniendo de Álvaro, cualquier cosa podía ser.

-García, en realidad de eso se tratan las parafilias, en que la fuente de placer no está en el coito, sino en alguna otra cosa o en la actividad que lo acompaña.

- Lo sé, Vane, pero a mí me cuesta entenderlo, qué quieres que te diga. Por cierto, y cambiando de tema a algo mucho más agradable, con Olivia,¿Bien? Ya me entiendes…

Vanesa quería ser sincera con su compañero. Él ya estaba al tanto de todo y además era su amigo. Así que decidió contarle cómo estaban las cosas con la forense. 

-Si, con Olivia, mejor imposible. Llegué hecha una mierda al anatómico y salí bastante contenta, la verdad. Y todo gracias a ella. Es una mujer increíble, tenías toda la razón.  Hoy me invitó a cenar a su casa, y voy a ir. Creo que me va a venir muy bien. Lo necesito. 

-Ella te curó la mano, ¿Verdad? Porque no creo que te hayas pasado por un hospital, conociéndote... Y ella es una médica estupenda.

-Si, ella me curó. No sé…Pero estoy feliz de que Olivia haya aparecido en mi vida. Es algo difícil de explicar, ¿No? En mi peor investigación en homicidios, estoy pasando un momento en mi vida de mierda, y me topo con esta mujer tan increíble. 

-Vanesa, no hay mal que por bien no venga. Me alegro mucho por las dos. Sois dos mujeres increíbles y yo que os conozco a las dos, sé perfectamente que os podéis hacer muy felices una a la otra.

-Veremos, García. Yo no quiero hacerme demasiadas ilusiones. Y ya sabes por qué. Todo pinta muy bonito pero a veces la realidad es otra. 

-Sí, lo sé, pero no olvides que Olivia no es Sara. Una no tiene nada que ver con la otra. No las podemos comparar. Sólo te pido que te des la oportunidad de ser feliz con alguien como Olivia. Creo que no te vas a arrepentir. Ella tiene mucho que ofrecer. 

-Lo sé. Olivia se ha metido en mi vida con mucha más fuerza que Sara, eso te lo aseguro. No pensaba que algo bonito pudiera surgir entre ella y yo. Ya sabes que yo no estaba por la labor de tener algo más que un revolcón con alguien. Pero Olivia es muy diferente a las demás -le confesó la inspectora a su compañero - bueno, García, me voy a ir a hablar con los padres de Isabel. Necesitamos saber qué hacía la chica a esas horas de la noche sola por ahí. Quiero saber si es que ella salía normalmente a esas horas, entonces quizás Álvaro sabía que la chica salía a esas horas y la podría abordar sin que la vieran. En ese caso la tendría ya controlada. Pero eso ya no concordaría con el hecho de que la matara de forma impulsiva. Yo me decanto porque él iba por ahí y coincidió con ella. Vamos, que no tenía nada preparado y se encontró con la sorpresa de ver a su presa toda para él. 

-Sí, pero…Vanesa, él conoce a la perfección la zona de la entrada del bosque. Él debe tener controlada a la gente que va y viene por la noche. Tengamos eso en cuenta, por si acaso. 

-Está bien. Bueno, hablamos. Tenme informada de lo que vaya surgiendo.

Vanesa salió de casa del asesino como había entrado, tapándose como pudo para evitar las miradas de los más curiosos y de los periodistas. Le sabía mal cargarle con ese peso a su compañero, pero ella era incapaz de lidiar con ellos. Era superior a sus fuerzas.

Se dirigió directamente donde tenía aparcada la moto, la puso en marcha y se fue rápidamente. Había conseguido salir de allí sin que la molestaran, y eso ya hizo que subida en su moto, se relajara un poco. Se dirigió directamente a casa de Isabel. Quería hablar con sus padres, sólo esperaba que éstos estuvieran en condiciones para hablar con ella, aunque también tenía algo de resquemor de que el hombre volviera a atacarla y a culparla de lo sucedido.

En menos de diez minutos la inspectora se encontraba aparcando la moto al lado del portal de Isabel. Justo cuando bajó de la moto, recibió un mensaje de Olivia diciéndole que esperaba que fuera todo bien y que la esperaba sobre las ocho y media en su casa. Vanesa, a pesar de la tarde tan pésima que estaba teniendo, esbozó una tímida sonrisa para sí misma. Por lo menos algo le estaba saliendo bien, y tenía motivos para estar algo contenta. Acto seguido le contestó a la forense que estaba yendo todo más o menos bien y que estaría a las ocho y media en su casa. No pudo evitar escribirle que estaba contando el tiempo para poder verla. Por fin se dejaba llevar por lo que sentía por Olivia. Lo necesitaba y por eso mismo no iba a ser ella la que pusiera freno a lo que estaban viviendo juntas y a lo que estaba por venir.  

Malasaña I. (5° Historia)Where stories live. Discover now