Capítulo 37. Avances.

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Los dos policías se subieron al coche mientras siguieron hablando del caso. Estaban contentos de cómo iba marchando la investigación.

-Y por cierto, García, me decanto porque Álvaro se ha deshecho del perro. Nadie pierde un perro así por así. Y para colmo no hizo nada por encontrarlo y recuperarlo. Si era su único bien más preciado, y puesto a su nombre, lo normal es que estuviera pasándolo mal por el perro. Sólo se entiende si el hombre carece de sentimientos y entonces es incapaz de sentir nada por el animal. Y teniendo en cuenta lo que le hizo a ese pájaro en el jardín cuando era pequeño...Blanco y en botella, ¿No?

-Joder, ¡Qué tío más raro! Lo que es raro es que de pequeño maltratara a los animales y de mayor tuviera un perro. ¿Eso cómo se entiende? Estoy seguro que su perro también era maltratado. Mira, me alegro que ese animal ya no esté con él, vivo o muerto. Mañana, aunque sea domingo, nos pasamos a hablar con los vecinos. Ahora vamos a la comisaría y ya para casa, Vanesa.

-Vale pero compañero, siento que mañana sea domingo, pero aparte de hablar con los vecinos, luego podríamos volver a la comisaría y recabar todas las pruebas que tenemos. Yo creo que ya tenemos material suficiente para ponernos en contacto con el juez cuanto antes. Tenemos la foto de Álvaro. Podríamos ponerlo ya en busca y captura.

-Me cago en todo, Vanesa. Tienes razón, me jode tener que trabajar mañana. Hablaré con Rosa. Creo que lo entenderá, y sino mala suerte. Por lo menos hoy tenemos cena. Así hago algo especial este fin de semana. Necesitamos desconectar aunque sea sólo por unas horas.

-Bueno, García, piensa que esos padres por fin descansarán. Cuando vean a este hombre encerrado. Porque es donde debe estar. Pero también es una pena, este chico es una bomba de relojería pero no sólo por su interior, sino también por todo lo que le ha rodeado en su infancia y adolescencia. Porque sí la madre lo ha estado maltratando física y psicológicamente, y encima se supone que en el colegio, que es un entorno seguro, tampoco ha encontrado la seguridad que no tenía en casa...¿Qué esperábamos que saliera? Porque el padre ha estado ausente cuando su hijo más lo necesitó.

-Estoy de acuerdo con todo, joder. Hay gente sin cerebro y sin educación, se ponen a tener hijos de cualquier manera. Y así va todo. Luego somos los demás los que tenemos que pagar las consecuencias.

Cuando llegaron a comisaría, juntaron todas las pruebas y evidencias obtenidas en la investigación. Al día siguiente irían a hablar con los vecinos del sospechoso, y ya se pondrían en contacto con el juez encargado del caso. Los dos policías se encontraban muy esperanzados, y no era para menos. Esperaban que el juez les diera el visto bueno para poder registrar la casa del sospechoso, y para pinchar el teléfono también, por si padre e hijo se ponían en contacto. Tenían que tener todo bien atado.

-Bueno García, ahora sí, creo que hemos terminado por hoy.

-Joder, son las cuatro y ni hemos comido- García miró su móvil y tenía un par de llamadas de Rosa. El policía suspiró. Ya sabía la que le esperaba cuando llegara a casa.

-Bueno, a ver, a qué hora vamos a tu casa. Y pásame el número de teléfono de Olivia. Así quedo directamente con ella.

-Claro. Por cierto, pórtate bien con ella. No seas borde, prométemelo. Después del fin de semana que nos vamos a pegar, quiero tener esta noche una cena agradable y sobre todo tranquila.

Vanesa miró a su compañero algo irritada.

-¿Y si es ella la antipática?¿Por qué tengo que ser yo la borde?encima que me haces ir a buscarla a su casa, eres muy injusto conmigo, ¿No crees?

-Porque te conozco Vanesa. Ella merece mucho la pena. En serio. Trátala bien.

-Está bien. Me comportaré. Y sólo porque yo también necesito dejar de pensar durante un rato en el caso. Siento que estamos a nada de resolverlo.

-Estoy contigo, nos vendrá bien distraernos un poco. Venid a las siete y media. Y no te olvides del postre.

-No lo haré, tranquilo.

Los dos salieron a la par de la comisaría, y mientras García se subía en su coche, Vanesa lo hacía en su moto.

Cuando Vanesa llegó a casa, lo primero que hizo fue prepararse algo rápido para comer. En ese momento le había entrado el hambre. Mientras cocinaba, le escribió a Olivia diciéndole que la iba a pasar a buscar sobre las siete. Antes de darle a enviar al mensaje que le había escrito a la forense, estaba tan nerviosa que lo borró y lo volvió a escribir varias veces. Hasta que finalmente se decidió a enviarlo. Sin comerlo ni beberlo, ya tenía el número de la forense, y tenía que reconocer que en la foto que tenía en su perfil de WhatsApp estaba guapísima.

Luego, mientras comía, aprovechó a llamar a su hermana, puesto que después de comer quería echarse una siesta corta y si no la llamaba en ese momento, ya no sabría cuando podría hacerlo. Antes de ir a buscar a Olivia tenía que recoger el maldito postre de chocolate y quería arreglarse un poco. La ocasión lo merecía.

-Hola Elena, ¿Qué haces?

-Estoy descansando Vanesa. ¿Y tú?¿Estás comiendo a estas horas? Te oigo masticar.

-Sí, no me ha dado tiempo a comer antes. Acabo de llegar hace nada de comisaría.

-Para variar Vanesa. Yo creo que podrías vivir allí mismo, en vez de en tu casa. Te ahorrarías una hipoteca.

-Elena, estamos avanzando mucho. Casi lo tenemos. Así que este fin de semana no va a haber casi descanso. Bueno sí, está noche ceno en casa de García.

-Ah, me alegro que tengáis ya el caso tan avanzado Vanesa. Eres buena en lo tuyo. Y me alegro que esta noche tengas plan. Eso necesitas, salir.

-Pero no te he dicho lo mejor.

-Cuenta, anda, no te hagas de rogar.

-García y Rosa invitaron también a Olivia, la forense de la que te hablé.

-¿En serio?Ese García es muy listo Vanesa. Él sabe por qué os ha invitado a las dos. Joder, esta noche creo que no vas a dormir sola.

-No digas tonterías Elena. Olivia no es de esas mujeres. Ya me lo dijo García.

-Bueno, eso es que no te ha conocido todavía. Espera que te dejes conocer. Verás que la tendrás a tus pies.

-Lo dices porque eres mi hermana.

-No lo digo por eso. Vamos, ella no sé cómo es, pero si es lesbiana, tú eres guapa, tienes un cuerpazo y encima tienes mucho éxito. Yo no soy lesbiana pero sé de lo que hablo. Así que esta noche espero que la aproveches. Ya te dije que me tienes que presentar a esa mujer.

-Lo que tú digas, ya te contaré. Por cierto, ¿Qué tal con Jorge?¿Lo dejaste ya?

-Sí, le he dicho que necesito que nos demos un tiempo. Parece que se lo ha tomado bien. Así que...Pienso aprovechar mi reciente soltería y mi soledad. Lo necesito, Vanesa.

-Lo sé, y me parece estupendo que tengas las cosas tan claras.

-Claro, yo ya no estoy enamorada de Jorge en realidad. Entonces...Para qué voy a seguir con él. Soy una mujer independiente, al igual que tú, y no necesito estar con alguien por estar.

-Bueno Elena, me alegro que estés bien y que lleves la ruptura así. Te voy a dejar porque quiero dormir un poco. Luego tengo que arreglarme, ponerme guapa, comprar un postre y recoger a Olivia.

-¿Qué? ¿Vas a recoger tú a la forense?

-Sí, hasta eso lo tenía preparado García.

-Aún tienes el coche estropeado, ¿verdad? Pues nada, dale una vuelta en moto por la ciudad, seguro que le encanta, si va bien agarrada a ti. Aunque han dado lluvias para esta noche. Os vais a mojar. Ten cuidado, ¿Vale?

-Lo tendré. Te lo prometo. Mañana hablamos.

-Que vaya bien la cena. Suerte.

Cuando las dos hermanas colgaron la llamada, Vanesa suspiró. Quería echarse un poco la siesta ya que se encontraba cansada y con sueño, pero de repente empezó a pensar en Olivia, y sabía que no iba a poder ni descansar, ni dormir aunque fuera un poco. Esa mujer le gustaba mucho y la ponía muy nerviosa. Tendría que controlarse cuando pasara a buscarla por su casa, y más cuando la llevara en la moto pegada a ella. A esas alturas no sabía si seguir enfadada con García, por haber hecho que las dos mujeres se acercaran más, o alegrarse por tener la oportunidad de conocer a Olivia de forma más íntima.

Malasaña I. (5° Historia)Where stories live. Discover now