Prólogo

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Abi

Siento mis manos temblar mientras cubro mi boca. Mis lágrimas mojan mis mejillas empañando mi vista, pero me ordeno no hacer ningún ruido mientras escucho los pasos de todos buscarme. No quiero salir de aquí, no quiero seguir aquí.

Quisiera volver a casa y jugar con Kagome. Quiero que Kagome me abrace y me diga que ya acabó todo, quiero a mi hermana a mi lado.

—Abi, deja de hacernos perder el tiempo y sal de donde estés—el tono cantarín del abuelo hace que me estremezca mientras escucho la risa de mis tíos y tías.

A ellos les parece divertido todo esto, a mí no.

Solo quiero irme.

No quiero jugar más.

Cierro los ojos para contar en mi cabeza una de las historias que a Kagome le gustan, busco calmarme, aunque sé que no lo haré, al menos lo intento.

—Abi, ven, todavía no terminamos—la voz de la tía se escucha llena de burla, los odio a todos, los odio tanto.

Llevo un mes en la casa del abuelo, el papá de Ken, nunca me ha gustado venir aquí porque la familia de papá es extraña, pero a papá no le importaron mis suplicas y me abandonó aquí, cuando me prometió que no lo haría. Todos ellos se han olvidado de mí, Kagome nunca me ha llamado en este tiempo que tengo encerrada en este lugar, mamá es la única que me llama, pero siempre debo mentirle sobre que estoy bien porque todos observan mis movimientos.

Soy un juguete para todos.

La puerta del closet en donde estoy escondida se abre y el grito que sale de mis labios viene acompañado de unas manos apretando con fuerza mis brazos cuando me sacan del lugar.

La sonrisa perversa en los ojos de todos mis parientes se puede apreciar. Papá tiene dos hermanas y un hermano. Los tres están aquí mirándome junto al abuelo y la abuela. Los odio a todos, los odio tanto.

—No escapes Abi, el juego apenas iniciaba el día de hoy—habla la abuela sonriendo. Niego y trato de retroceder, pero las manos que me sujetan me lo impiden.

—No, por favor, ya no más—ruego llorando, pero ellos solo se ríen de mis lágrimas, de mi sufrimiento.

No quiero más.

Cuando el tío me arrastra por el pelo lloro, grito, pido ayuda, pero nadie lo hace, nadie me ayuda mientras todos caminan detrás de mi, listos para jugar, listos para hacerme sufrir.

¿Dónde estás, Kagome?

¿Te olvidaste de mí?

Despierto, agitada, con los recuerdos demasiados vividos, tengo que enterrar las uñas en mis brazos para reaccionar, para asegurarme de que sigo aquí, de que no soy yo la que está indefensa, de que no soy yo quien está sufrimiento.

El cuerpo a mi lado apenas y nota el cambio en mí, me levanto colocándome una bata mientras me desplazo por el lugar. Todo sigue a oscuras, por lo que solo me dedico a mirar por la ventana, sabiendo que allá afuera Kagome tiene que estar sufriendo.

Sonrío porque sé que mi hermanita no se quedará de brazos cruzados, sé que me odia, sé que desea mi muerte.

Quiero que sea de esa manera.

Me aseguraré de que Kagome no olvide mi nombre, no olvide lo que hizo, ella tiene que recordarme, tiene que tener sentimientos por mí, aunque sea su odio, pero debe sentir algo.

Porque no pienso dejarla en paz, no ahora que ataqué su punto de quiebre.

No, ahora que sé que vencí.

Porque Kagome pronto será mía, destrozada, rota, odiándome... pero mía.



Asi que les estoy dejando el prólogo de esta nueva aventura. Recordándoles que deben comentar y votar mucho, eso es motivación para mí, y además, me ayuda.

 ¿Qué les pareció el prólogo? 

¿Les gustó? 

¿Qué creen que haya pasado con Abi? 

¿Estuvo interesante leer un poco del pasado de Abi? 

¿Qué esperan de este nuevo libro? 

Besitos a todos, esta será mi última actualización del año, los amoro.Sayonara...

Travieso AmorOnde as histórias ganham vida. Descobre agora