Capítulo 24

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Hola mis amores, para los que no han visto publiqué una nueva historia, la pueden encontrar en mi perfil, espero su apoyo, disfruten.

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Inuyasha

Creo que cuando pienso que tengo instintos asesinos y alguien se acerca a Kagome, me sorprendo descubriendo que estos pueden aumentar, pero nada se compara a cuando sé que le hicieron daño a mi esposa.

Paso las manos por las mejillas pálidas de Kagome suspirando con ganas de encontrarme a los bastardos que la lastimaron y yo mismo ahogarlos con su sangre cuando les corte las malditas manos y la lengua, o quizás de raíz el problema haciendo rodar sus malditas cabezas.

Ericka, la doctora que estará acompañándonos en todo el proceso del embarazo, está revisando a Kagome bajo mi atenta mirada. A pesar de que la conozco en cuanto a Kagome se refiere yo desconfío de absolutamente todos.

Conocí a Ericka en la universidad, fuimos buenos amigos y luego ella triunfaba en su carrera por lo que poco nos comunicamos, sin embargo, sé que es buena en lo que hace y que tiene una ética profesional intachable, claro que ya no meto las manos al fuego por cualquier persona, pero quiero creer que ella mantendrá el embarazo en secreto.

Mis manos se mueven con las ganas de tomar del cuello a la maldita de Abi y al maldito de Bankotsu, tengo tantos pensamientos violentos en mi cabeza mientras trato de calmarme.

—Necesito que me dejes a solas Inuyasha, no puedo trabajar contigo asechando cada cosa que hago—habla Ericka deteniéndose cuando me acerco mucho.

—Eso no está en discusión, esta habitación no la abandono—ella suspira y asiente.

—Entonces déjame trabajar—asiento y tomo lugar al lado de Kagome, su vestimenta está totalmente sucia y limpio algunas manchas de sangre que empañan su piel clara. Cuando Ericka termina la revisión comienza a recoger sus instrumentos de trabajo.

—Todo está en orden, sin embargo, ella no puede seguir expuesta a emociones tan intensas, está en mes muy importante para el desarrollo de su bebé. Quiero que tenga una semana de reposo y mucha tranquilidad, no necesita que la estén alterando. Si esto continua así y ella sigue expuesta a esta intensidad, entonces pondré reposo absoluto en lo que queda del embarazo. Kagome podría perder al bebé si no se cuidan—sus palabras me caen como un balde de agua fría, trago la molestia y la preocupación que se aloja en mí y le sonrío a la doctora.

—Gracias por venir, enviaré a alguien que te lleve—ella asiente y suspira.

—Debería ser un delito que aun inconsciente ella se vea tan bonita, no mentía cuando decía que tienes una mujer hermosa a tu lado—sé que lo menciona para animarme y lo consigue un poco.

—Le diré a tu esposa que estás queriendo quitarme mi mujer—bromeo y ella sonríe.

—Mi esposa no es celosa, pero no puedo decir lo mismo de ti. Aquí les dejaré unas vitaminas para que ella tome, nos vemos en la próxima cita—deja un beso en mi mejilla y sale de la habitación.

Travieso AmorWhere stories live. Discover now