Capítulo 6

830 60 120
                                    

Recuerden comentar y votar, eso siempre me motiva a traerles nuevos capítulos lo más rápido posible.

Pueden seguirme en Instagram: Rocio160315

Disfruten la lectura.

Disfruten la lectura

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Inuyasha


—Que estoy bien—le hago saber a mamá quien quiere seguir sobre mi cuidándome—dejen de ser tan pesadas—bufo molesto ganándome una mirada de muerte por parte de Kagome quien está hablando con el doctor, pero aun así sigue al pendiente de todo lo que estoy haciendo.

—Deja de ser tan odioso—mamá me pellizca haciendo que haga una mueca.

—Solo estoy cansado de este hospital, quiero ir a casa—veo como Kagome parece comentarle algo al doctor antes de asentir y sonreírle. Aprieto los labios porque sigue cayéndome mal el hombre, no ha hecho movimientos raros, pero mira demasiado a Kagome y es el doctorcito guapo que hasta me deslumbró a mí.

Bastardo.

Cuando terminan de conversar Kagome se acerca y al tenerla cerca tomo sus caderas haciendo que suelte un sonidito que me ocasiona una sonrisa, ella no se lo espera cuando poso mis labios sobre los suyos con pura hambre y necesidad. Mamá sale de la habitación dándonos la privacidad que quiero al igual que el doctorcito, entonces sabiéndonos solo cierro los ojos tomando el cuello de Kagome para manejarlo a mi antojo y probarla.

Una de mis manos se mete bajo la camisa que lleva hasta llegar a uno de sus pechos y darle un pequeño apretón sobre el sostén, Kagome se remueve y luego se separa. Abro los ojos viéndola respirar por la boca con los labios húmedos, las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes y oscuros del deseo.

Ella me saca las manos del lugar donde las tenía y suspira con fuerza.

—¿Pasa algo?—cuestiono acercándome para mordisquear su labio inferior—no me dejas tocarte como quiero, sabes que eso me frustra mucho—ella sonríe un poco.

—¿No escuchaste lo que dijo el doctor?—inquiere—a pesar de que tus heridas están sanando muy bien debes guardar reposo, y si te dejo hacer esas cosas lo menos que guardaras será reposo y lo sabes—sonrío porque ella tiene toda la razón.

—¿Ni siquiera se me tiene permitido tocar?—enarco una ceja y Kagome se queda en silencio un momento.

—No, porque tú no te conformas con solo eso, ¿me equivoco?—no digo nada porque una vez más ella tiene toda la razón—así que compórtate y me he dado cuenta que has estado mirando mal al doctor, ¿Por qué?—ella se separa de mí y termina de recoger lo que falta de mis pertenencias metiéndolo a una bolsa que mamá trajo.

—¿No viste como te miraba?—cuestiono—parece que ve un deliciosos bizcochito que está loco por comerse—Kagome se ríe y detesto que siempre su risa ocasione que mi humor mejore y en este caso, que mi enojo se evapore por completo.

Travieso AmorWhere stories live. Discover now