Capítulo 1

626 76 249
                                    

Apareciendo con el primer capítulo de este libro. Recuerden las reglas, no las hay, pero hay ponerlas: Comentar mucho y votar, esas dos cosas siempre hacen que me motive a traerles un nuevo capítulo.

También que gracias a los comentarios es que puedo tomar a la persona que se lleva la dedicatoria del siguiente cap, así que, si quieres una dedicatoria en esta nueva historia, comenta varias veces y dime, ¿Cuál ha sido lo que más te ha gustado de esta trilogía?


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



—Eres un idiota—Miroku solo sonríe pellizcando mi mejilla, para luego limpiar mis lágrimas cuando comienzo a llorar—gracias—susurro mirando lo lindo que se ve mi departamento decorado de navidad. Se supone que la pasaría sola, pero veo a Kikyo y a él sonreírme con la sorpresa más bonita que me han dado en la vida.

—Todo para mi niña loca—susurra y se acerca dejando un beso en mi frente—espero que esto te guste—lo abrazo enterrando mi cabeza en su pecho y no puedo evitar los sollozos que me recorren.

—Es el regalo más hermoso que me han dado en la vida—susurro—gracias—vuelvo a decir.

—Te mereces el mundo completo, aunque no pueda dártelo, te daré lo que esté a mi alcance, eres mi hermanita Kagome, nunca lo olvides—sonrío, porque sé que jamás lo olvidaré.

Han sido numerosas veces en donde sentí que Abi había vencido, que yo no era más más fuerte que ella, sin embargo, a cada una de esas veces en donde sentí mi corazón romperse, mi alma agrietarse y mi cuerpo destruirse, me levanté. Contra todo pronóstico yo levanté la cabeza, la miré fijamente y no la dejé vencerme del modo en como sabía que ella quería hacerlo.

Abi durante toda mi vida ha sido como un molesto fantasma que está tras mis pasos, asechándome sin descanso, dejándome volar a lo alto, ser feliz, sentirme libre y pensar que sus ataduras no me alcanzarían jamás.

Que tonta fui.

Fui demasiado ingenua al pensar que ella no llegaría una vez más a dañarme como es su pasatiempo favorito. Fui demasiado ingenua al creer que tenia todo bajo control cuando no fue así, eso fue lo que ella quería que pensara. Porque pensé que yo podría hacerle frente esta vez, pero ella me atacó en el punto que más me duele. Atacó donde sabía que una vez lograra dar, yo no podría hacer más que llorar, que rogar a alguien que me salve de la agonía que había ahora en mi corazón.

Abi sabía que dañar a Miroku me rompería completa y no falló, porque es la realidad.

Mis manos están cubiertas de la sangre de mi amigo mientras corremos hacia el hospital, quiero creer que todavía tenemos tiempo, quiero creer que lo pueden salvar, quiero confiar en que mi mejor amigo, mi hermano, ese con el que he compartido la mayor parte de mi vida sobrevivirá.

Travieso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora