Abi venció, o al menos de esa manera lo sintieron todos cuando vieron a Kagome bañada en sangre mientras esperaba noticias. Abi apuntó a su punto de quiebre, Abi jugó bien sus cartas, pero nada de eso le bastará porque Kagome ya no le importa tener...
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Los días siguientes han transcurrido en un estado de entumecimiento. Muchos más recuerdos destapados, algunos son algo fuertes de narrar, la lista de muertos de Abi es tan larga como los dibujos en mi cuaderno o más. Muchos de mis compañeros de clase, muchos de los trabajadores de la casa, o básicamente cualquier persona que ella sentía que era una amenaza. La eliminaba y Naomi se encargaba de que todo pareciera un accidente o de no dejar rastros, se encargó de chantajear y comprar a todos para que ninguna culpa recayera sobre Abi.
Hay una parte de mí que siente un vacío que no sé cómo llenar, porque mi versión pequeña amaba con toda su alma a Abi, realmente ella era mi persona favorita en todo el mundo.
Muchas veces he despertado a Inuyasha con las pesadillas que me siguen, tanto así que tuve que volver a mis terapias. Contacté a mi psicóloga en Canadá que me refirió a otra persona, hace unos días iniciamos, luego de que papá y mi tío investigaran todo sobre esa persona, no queremos dejar cabos sueltos.
Inuyasha ha estado muy atento conmigo, aunque a veces su manera de cuidarme es asfixiante, en esta ocasión lo agradezco, porque me mantiene sobre la tierra y no deja que los fantasmas me persigan.
—Eres tan lindo—le susurro a Hisui quien se ríe moviendo sus manitas, yo acaricio su carita y hace un sonido de felicidad que me tiene completamente embelesada. Ayer decidí que iría a trabajar, pero al final me sentí algo agobiaba en la mañana y aquí terminé, junto a Sango y Hisui.
Adoro a este pequeño así como adoro a Daiki, son mis bebés favoritos hasta que el mío nazca. Seguirán siendo mis favoritos, pero supongo que el bebé en mi vientre llevará algo de ventaja.
—Él ama que tú lo tengas en brazos, Sesshomaru suele sentirse traicionado—sonrío y beso la frente de mi pequeño.
—Sesshomaru no puede luchar contra lo irresistible que soy—me encojo de hombros y ella sonríe.
—¿Como te has sentido estos días?—la pregunta de Sango viene acompañada de un silencio por mi parte, le hago una pequeña mueca a Hisui que vuelve a reírse y eso me hace relajar.
—No han sido fáciles, pero están mejorando. Aun no hay rastros de ellos, no debería sorprenderme, Abi siempre tuvo la capacidad de ocultarse bien como la rata maldita que es—Sango suspira y acaricia mi hombro.
—Si necesitas a alguien para hablar, me tienes aquí—giro a mirarla y me estiro dejando un beso en su mejilla.
—No te pongas dulce o te rapto y Miroku se queda sin esposa—ella sonríe y vuelve la vista al computador.
—Mi agenda está hecha un caos, estoy tratando de organizar los próximos eventos, muchas celebridades me quieren, tu amiga es famosa—alardea y niego divertida.
