Capítulo 14: La Historia De Nemo.

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ELENA


Llegué con energía renovada al hospital.

— Hola preciosa — le sonreí a Lulú.

— Hola ¿Cómo has estado?

— Muy bien, ¿El doctor no te ha dicho nada? Que aún no ha llegado.

— No nada, pero de seguro a mi me enviara al Lado B de urgencias, así que me iré a cambiar — Lulú se puso a reír negando con su cabeza.

— No sé, anda raro — levanté mis hombros haciéndome la desentendida y entré a mi oficina. Había una caja sobre el escritorio, la reconocí enseguida, es el anillo, lo tomé enojada abriendo la caja, ahí está el anillo, lo dejé sobre el escritorio, oportunidad que tenga, oportunidad que se lo devolveré.

Me cambié, me tomé el cabello en una coleta y salí directo al lado B de urgencias. Iba llegando al box que utilizo yo, cuando me encontré con Jonathan, así que no entré al box y me giré para conversar con él avanzando unos pocos pasos.

— Veo que a alguien aún la tienen vetada — sonreí al escuchar a Jonathan — Creí que ayer ya te había perdido y habías logrado retomar actividades con el doctor Van Janssen.

— No, la verdad tampoco quiero, estoy bien aquí.

— Sé que estás bien aquí, todos están bien aquí, porque es el sector más fácil, alegre y menos complicado en todo el hospital, pero Elena, estás aquí para vivir experiencias en tu formación como médica, si no para eso te vas a la enfermería de la secundaria a curar heridas — estallé en risas y Jonathan sonrió.

— Te seré sincera, por más que estuve toda la tarde ayer a su lado, tomé el turno nocturno con él, de todas formas termino diciendo "Elena, vete a urgencias ya no te necesito" — lo imité y Jonathan se puso a reír — Es un idiota que no me valora como alumna ni como profesional, y al lado de un docente así no quiero estar, mientras más lejos mejor, ya no soporto su carácter ni su egocentrismo y menos los aires altaneros que se gasta ese tipo — sonó una cortina de un box a mi espalda, Jonathan me abrió los ojos enormes y en shock, sentí un carraspeo fuerte que reconocería en cualquier parte del mundo y cerré los ojos, me mordí el labio, es mi fin.

— Buenos días Doctor Van Janssen, creo que me están llamando — dijo Jonathan caminando a paso rápido por el pasillo, no me quiero girar.

— ¡Jacob! — sentí la voz de Ines y respiré, sé que Ines se lo llevará de aquí — Te necesito en una reunión ahora — por favor que se lo lleve de aquí, no escuché pasos ni respuesta, maldita sea necesito botar aire, pero hasta eso me da miedo — Es urgente Jacob por favor.

— Está bien — su voz, maldita sea está a centímetros de mí, sentí que se movió y luego sus pasos alejándose, boté aire llevándome una mano al pecho, me giré y van caminando por el pasillo, Jacob se giró, sus ojos están rebosados en rabia, maldita sea ¿Me echará de la práctica por esto? ¿Qué hiciste Elena por dios? ¡Es mi fin! Cualquier docente escucha algo así de su alumna, la sentencia a la muerte. Salieron del
lado de B de urgencias y sentí que alguien me tomó fuerte del brazo.

— Es tu fin niña por dios — dijo Jonathan arrastrándome dentro del box.

— ¿Por qué no me dijiste que él estaba en urgencias hoy?

— Porque no lo sabía, menos se me iba a pasar por la cabeza que estaría aquí, en el lado B y menos dentro de tu box — Jonathan en serio suena preocupado — Nos duró poco — dijo triste — Y ya te estaba agarrando cariño — siento que me voy a desmayar.

— ¿En serio crees que me echará?

— ¿En serio piensas que tienes alguna oportunidad aquí después de todo lo que dijiste? — tragué saliva, me quiero morir.

Mi Maldito TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora