Capítulo 22: Y Mi Corazón Se Fue Con Él.

2.9K 215 35
                                    

ELENA


— ¿Estás lista? — le asentí a las chicas, ha pasado una semana desde esa última vez, y prometimos no buscarnos. He estado tranquila, he estado con la mente en paz. En uno de esos días apareció Mia invitándome a un café, acepté. Está de nervios con la boda, es mañana. Me invitó, pero esta vez denegué su invitación. Le pregunté por su historia de amor, quedé intrigada cuando Jacob contó algunos cosas y ella me lo contó todo. ¡TERRIBLE! Qué quieren que les diga, Harry era un completo idiota igual que Jacob, ¿Será la crianza?

— Aún no he sabido sobre los sueños de Jacob, Harry no me dijo nada cuando le conté, pero si soy fiel creyente de que la forma de actuar de ellos es así, porque fueron criados de una manera diferente a la nuestra — la miré asintiendo.

— Claramente muy diferente — le dije como si fuera obvio.

— O sea si, sé a lo que te refieres, pero yo me refiero a que ellos ya nacen con un peso en la espalda, ellos desde que nacen saben que no pueden cometer errores, que deben estudiar para ser los mejores, que cada vez que cae la bolsa, es un problema, que cada vez que sube el dólar y hay inflación, es otro problema, cada vez que se muestran débiles es un problema, no como yo, yo nací jugando con mamá en la alfombra mientras veía películas de princesa después de salir de la escuela en Portland, en cambio Harry, seguramente después de clases tenía más clases o talleres, tenia que llegar a casa donde se hablaba de negocios o llegaba a la revista, no es que haya sido una mala infancia, o fuera infeliz, él ama con la vida esa revista, pero fueron criados de una manera competitiva en donde cualquier cosa que les haga sentir débiles, la alejarán enseguida, porque es algo que no se pueden permitir.

Las palabras de Mia ese día me dejaron pensativa, yo creo que entre medicina y llevar empresas, ahora sospecho que Jacob ni siquiera dormía, por eso estaba dormido tan plácidamente cuando yo despertaba y no me sentía marchar de su cama.

— Vas callada — giré mi cuello mirando a Kate, negué con mi cabeza — Recuerda que es noche para pasarlo bien — asentí llevándome la mano a mi colgante, tengo un mal presentimiento.

— Si, lo sé — intenté sonar alegre, pero desde ese día con Mia, a pesar de los pensamientos sobre Jacob, he pensado mucho en mí, yo soy la que importa aquí, mi salud, y en el hospital él me hizo vivir un infierno, mi reloj sonaba todas las semanas, lloraba todas las semanas, sigo pensando en que esto no iba a funcionar y que ya nada tenía reparación, pero Jacob tiene razón, el espacio se hace pequeño viviendo en la misma ciudad, no niego que durante las noches quiero correr a su piso a acostarme apoyada en pecho sintiendo su olor y su respiración para dormir bien.

Llegamos al local donde trabaja papá, vinimos no solo a beber gratis, si no que a ver si nos topamos con la rubia despampanante. Aunque no sé qué tan bien estará con la rubia, papá si desaparece unas horas, pero anda de un humor horrible, anda callado, enojado, o simplemente no quiere reconocer que se enamoró y eso lo está consumiendo por dentro.

Entramos al local, las chicas quisieron ir enseguida al tocador, entorné mis ojos, ¡Venimos de casa! Caminé segura hasta la barra buscando a papá, pero no lo encontré.

— Hola Elena — saludó Mickey.

— Hola Mickey cómo estás — estaba secando unas copas.

— Bien y tú, ¿Deseas algo para beber?

— Bien gracias, si, quiero un Gin por favor — sonrió cerrándome un ojo.

— Buena elección — sonreí girándome para mirar el alrededor. Hay muchas personas, todas las mesas y los sofás están con grupos de personas. Aún no veo a papá — Toma Elena — me giré para tomar mi copa.

Mi Maldito TormentoWhere stories live. Discover now