Capítulo 28: El Infierno Del Doctor Van Janssen (Parte II)

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JACOB



Detuve mi paso, no puedo ser tan idiota, se me está siendo un infierno tenerla cerca, pero es mucho peor tenerla lejos, aunque aún no solucione las cosas con Héctor, aunque aun tenga novio, aunque aún no me encuentre lo suficientemente bueno para ella, boté aire frustrado y entré a la tienda, Elena miró hacia la puerta y sonrió enseguida al verme, sonreí acercándome a ella.

— Mira ¿Te gusta? — me enseñó un top que claramente le quedará ajustado remarcando su exquisita anatomía. Idiota ¿En serio te querías ir? Claro que no, mi mente tiene que ser más fuerte, aunque sea un maldito infierno estar muriendo de sed y tener el vaso de agua a tu lado.

— Me encanta, ¿Por qué no te lo pruebas? — levanté mis cejas provocándola y Elena sonrió de forma tierna asintiendo, se puso a caminar a los probadores entrando a uno, y yo me senté en el sofá del centro de los probadores esperándola.

— Sé que vinimos a comprar cosas para los bebés, lo siento — dijo desde dentro del probador y sonreí aunque no me esté mirando.

— No importa, tenemos mucho tiempo.

— Ya perdimos dos horas solo comiendo pizza — dijo con risas, sentí que abrió la puerta así que llevé mis ojos a ella.

— ¿Te gusta? — tuve que cerrar la boca para que no cayera mi baba.

— Te queda muy bien Elena, definitivamente te lo tienes que llevar — asintió feliz y volvió a entrar al vestidor — ¿Con Luke también salen de compras juntos? — se quedó en silencio unos largos segundos.

— No llevamos tanto juntos para hacer este tipo de cosas.

— De seguro que llevas más con él, que lo que duró lo nuestro — la puerta se abrió y salió vestida tomando su abrigo, su bolso y la prenda.

— Es diferente — me desconcentré en su cuerpo, miré hacia otro lado para que no se sienta invadida con mi evidente mirada sobre ella.

— ¿Qué es diferente?

— No te puedes estar poniendo a la misma altura que Luke en una balanza, Jacob — la miré directo a los ojos sin decir nada — No me gusta cuando me miras así.

— Así como.

— Así— me apunto con sus manos.

— Es inevitable.

— Ya veo — sonreí mordiéndome el labio.

— Buenas tardes los puedo ayudar en algo — la burbuja se rompió por completo al aparecer una mujer en los probadores.

— Si, llevaré este top por favor — dijo Elena caminando hacia ella pasando por mi lado, cerré los ojos y sentí su olor pasar, maldita sea, me quiero hundir en ese olor. Maldije entre dientes y me giré enojado siguiéndola en dirección a la caja de pago. Elena iba a pagar su top y sonó su teléfono, se desconcentro buscando su teléfono en su bolso, así que saqué mi tarjeta y pague su top, le agregué de esas mascarillas faciales que seguramente debe usar que estaban aquí en el mostrador, eche unos parches de colágeno para ojeras, vi un bálsamo labial de cherry, los besos tendrán un sabor exquisito, así que también lo eche a la bolsa, vi que tenían un scrunchie muy lindo, Elena lo podría usar para tomar su cabello en urgencia, sonreí echándolo a la bolsa, pagué todo lo demás y tomé la bolsa para llevarla, Elena no contestó la llamada al encontrar el teléfono, estaba desconcentrada en mi, me di cuenta que todas las mujeres me estaban mirando, me quede quieto, ¿Qué hice?

— No lo sueltes — dijo la cajera, Elena sonrió mirándola.

— No lo haré — respondió feliz, sonreí, ¿Por comprar un top? salimos del local.

Mi Maldito TormentoWhere stories live. Discover now