Capítulo 33: Papá Es El Verdadero Idiota De Esta Historia.

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ELENA





— Elena — me asusté al escuchar la voz de Mia— ¿Qué estás haciendo aquí? — preguntó dando pasos notorios hacia mi, las voces se callaron, miré al pasillo y de una esquina apareció papá y Jacob, Mia se detuvo al verme llorando, luego miró hacia el frente, lo entendió todo.

— ¿Qué hacen aquí? — apareció Giulietta en el pasillo — ¿Qué está pasando aquí? — preguntó preocupada al verme llorando, se acercó enseguida a mi lado.

— Es mejor que ellos te lo expliquen — dijo Mia triste y segura, lo sabe, la miré decepcionada, ella sabía esto, Harry sabía esto, dijo que no le correspondía decírmelo, pero jamás me esperé que fuera esto, todos lo sabían menos yo, hice el papel de idiota, me puse a llorar aún más, Giulietta llegó a mi lado abrazándome y me apoyé en su hombro.

— Elena — es la voz quebrada de Jacob.

— No, no — dijo enojada Mia — Yo te dije que pasaría esto, pero no escuchas, así que ahora no te acerques a ella.

— Llévame a casa — le dije susurrando a Giulietta, asintió con sus ojos llorosos acariciando mi cabello.

— Vamos — dijo de forma tierna — Me iré a mi piso con Elena, creo que está demás decir que no quiero ver a ninguno de los dos ahí — la voz de Giulietta está demasiado triste. Me llevó por un pasillo final, saliendo por la parte trasera de la fiesta.

— Lo siento por arruinarte la fiesta — negó con su cabeza.

— La fiesta se había arruinado hace horas— dijo enojada, nunca había visto a Giulietta así de enojada.

— ¿Qué pasa?

— En mi piso hablamos, ahora solo concentrémonos en llegar allá — asentí.






Llegamos al anochecer a Manhattan. Bostecé entrando a su piso con mi bolso.

— ¿Te preparo un jugo natural de naranja? ¿Un café?

— Si un jugo de naranja con un poco de limón — le propuse feliz, sonrío feliz.

— Bueno, pero primero quitemosnos estos vestidos — dijo caminando a su habitación con los tacones en su mano. Yo tomé mi bolso y caminé a una de las habitaciones de Huéspedes que hay aquí en la cual ya me he quedado antes a dormir.

Salí ya vestida relajada de la habitación con ropa cómoda, Giulietta ya estaba preparando los jugos, la ayude a terminar y caminamos a sentarnos al sofá del salón. Le conté todo lo que escuché hace unas horas.

— Tu padre es un idiota — dijo enojada, me relajé al saber que Giulietta no lo sabía — Hubiese sabido esto yo misma lo estrangulo, cómo se le ocurre hacer eso — sonreí, ella jamás lo hubiese permitido — Ay estoy tan enojada Elena, lo siento — negué con mi cabeza.

— Me dirás ahora que sucedió en la fiesta, noté que papá no se sentó en la mesa a comer — sus ojos se pusieron tristes enseguida.

— No sé si deba contarte estos temas a ti — me puse a reír tomando su mano — Es tu padre — dijo indignada y estallé en risas.

— Muy padre mío será, pero ahora pienso que es un idiota — se puso a reír.

— No te refieras así a él, es un excelente padre, es un solo error, de ¿cuantas cosas buenas tiene ese hombre? — asentí feliz, tiene razón.

— ¿Me dirás? ¿O te incomoda?

— No, no me incomoda, te lo diré, para que sepas el porqué terminamos — me atoré con el jugo.

Mi Maldito TormentoWhere stories live. Discover now