Mi Maldito Tormento

Capítulo 21: Una Última Vez.

ELENA

Ahora reviso el teléfono, y ya no espero una llamada perdida o un mensaje de Jacob, porque nunca las hay. Cerré mi Instagram, hace dos noches subió una foto en uno de esos tantos sectores VIP en donde se veían unos tacones de mujer, al lado de su mano que sujetaba un vaso de whisky. Me torturé mirando la foto una y otra vez, yo le confesé que lo de las rosas había sigo algo falso, que nadie me pretendía, así que sería estupido subir una imagen demostrando lo contrario, después de estar horas despierta viendo si subía alguna otra foto indicando si de verdad está con ella, imaginándome que está pasándola bien con esa chica de los tacones rojos, cerré Instagram, si no me hará bien comenzar a ver sus historias, es mejor no verlas. Me vestí, me maquillé, me peiné, no he conseguido trabajo, papá me dice que deje de insistir con eso, que en unas tres semanas o un mes ya seré egresada y podré buscar trabajos que sean sobre medicina, que aproveche de estar en casa, así que he ido al gimnasio con él, he cocinado cosas deliciosas en casa y he pasado tardes con las chicas bebiendo té mientras se acercan los días de primavera. Me puse un conjunto de yoga color café, creo que me estoy obsesionando en lo bien que se ve el café en mi, y bajé a beber, adivinen qué, café, en eso sonó el timbre. Me acerqué algo indecisa a la puerta, pero abrí y me sorprendió bastante a quien me encontré del otro lado.

— Hola — dijo algo nerviosa y tímida una chica de cabello negro intenso, un cabello negro que yo he visto antes.

— Hola — respondí algo confundida y sorprendida por verla aquí.

— Sé que no me conoces en lo absoluto, no hemos tenido la oportunidad, pero me gustaría hablar contigo — asentí y me movi de la puerta haciendo el gesto para que entrara, sonreí al fijarme que debajo de ese abrigo color camel, anda igual con un conjunto deportivo color café y que también le van estos colores, me miró, se miró y sonrió.

— Nos van bien estos colores — dijo convencida y asentí sonriendo, recordé que esta embarazada, se quitó su abrigo y asoma una panza en sus mallas de yoga, la miré con ternura y se llevó las manos a su vientre — Ya se me nota — dijo feliz — Harry llega de Londres en tres días y no le he dicho, estoy emocionada porque me vea — tiene un brillo especial en sus ojos, no sé si es su energía o es su aura, pero me siento plena y segura con su presencia.

— Te ves hermosa embarazada — sonrió estirando su mano — Mia, lo sé— me miró sorprendida y confundida — En el hospital, el accidente de tu esposo, Elena — dije presentándome.

— También lo sé — respondió mientras nos dábamos la mano — Ese día en el hospital Harry se dio cuenta enseguida de ti y tú existencia — ¿Qué dijo? le tengo que preguntar, bueno por algo ella está aquí.

— ¿Leche? ¿Jugo de naranja? ¿Agua?

— Jugo de naranja — asentí caminando a la cocina.

— Solo apoya tus cosas en el sofá — me asintió y dejó su abrigo y su bolso en el sofá, me siguió sentándose en la isla de la cocina, le preparé su jugo natural de naranja en la máquina y yo seguí bebiendo mi café — ¿Cómo es eso de que Harry ese día notó mi existencia? — abrió sus ojos bebiendo jugo.

— Harry dijo que tuvo la fortuna de conocerte en la resonancia, ellos se conocen de pequeños, se conocen tan bien que Harry se dio cuenta enseguida que Jacob está enamorado de ti — sentí que casi se me cortó el aire al oír esas palabras y negué con mi cabeza.

— Creo que no son las palabras adecuadas, digamos que Jacob no está enamorado precisamente de mí— Mia me miró algo raro.