Capítulo 4

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Recordad que esta es la versión antigua, la nueva esta disponible completa en mi perfil.

La presentación a mi familia había sido algo tensa e incómoda, pero se disipó en cuanto el médico anuncio la operación, y que había sido programada para el día siguiente, todos quedaron confundidos, pero felices ante la noticia.

Mi padre decidió quedarse con Gianni, nos mandó a todos a casa, Fabrizio se había ofrecido para llevarnos, el trayecto fue bastante silencioso e incómodo, al llegar tanto mi madre como mi hermano se lo agradecieron aunque el último lo hizo a regañadientes, ambos entraron en casa dejándonos solos.

– Gracias por todo–volví a agradecer apoyándome en el coche contemplando la luna, estaba brillando con intensidad

– Deja de agradecérmelo–

– Igual... Gracias–le miré con una sonrisa y para mi sorpresa me la devolvió, era una sin rastro alguno de burla, malicia o arrogancia, aquello hizo que se viera atractivo, me paralice ante mi pensamiento, giré la cabeza hacia el lado opuesto sintiendo mis mejillas sonrojarse.

– Tu hermano parece odiarme–

– Mi hermano odia a todos los chicos que se me acercan–dije recordando todas sus escenas de celos en el pasado

– Entiendo, celos de hermano...–

– ¿Miedo por ello?–pregunté con algo de diversión

– No tengo miedo de nadie, y menos tendría miedo de un pequeño cachorro de león–rodé los ojos, por un segundo me había olvidado que hablaba con él– ¿Tu otro hermano es igual? –

– No, Gianni quiere que encuentre el amor–

– ¿Esperas al amor de tu vida?–

– Amor... Eso ya no es para mí–comenté mirándolo, no contestó, un silencio incómodo se estableció en el ambiente

– Será mejor que entres, mañana vendré temprano–asentí sintiendo un gran cansancio en todo el cuerpo, había sido un día duro

– Buenas noches–susurré impulsando mi cuerpo alejándolo del coche, di unos pasos, pero me detuve, giré sobre mis talones quedando enfrente suya, me puse de puntillas y bese su mejilla, antes de cualquier reacción de su parte, camine rápido hacia casa sintiéndome avergonzada por mi acción.

Una vez dentro me recosté en la puerta intentando controlar mi agitada respiración, coloqué una mano en mi pecho sintiendo mi corazón bombear a toda prisa, no sabía si fue por el hecho de correr o por el beso.

Había pasado una semana de la operación, la cual fue todo un éxito, para alivio de todos, ahora solo le quedaba recuperarse con tranquilidad, con respecto a Fabrizio, había intentado evitar quedarme a solas con él todo lo posible, aún me sentía avergonzada por lo vivido en el ascensor y luego aquel beso en la mejilla, era estúpido que me sintiera así, pero no lo podía evitar, por suerte apenas lo había visto, él tenía mucho trabajo y me había dado días libres para estar con mi familia.

– ¿Por qué nunca nos dijiste que tenías novio?–preguntó Gianni de repente, haciendo que todos me mirasen esperando la respuesta, suspiré resignada sentándome en el pequeño sillón de la habitación, ya no podía seguir retrasando esta conversación

– P... Porque es mi jefe, no sabía cómo abordarlo–mordí mi labio inferior jugando con mis dedos nerviosa

– ¿Tu jefe?, ¿hablas del mismo del que hablabas mal todos los días?–me maldije mentalmente al escuchar a Lorenzo, tenía razón, prácticamente todas las noches despotricaba en su contra

Entre tus Manos [Versión antigua]Where stories live. Discover now