Capítulo 14

12K 629 3
                                    

Había pasado una semana desde que me mude con él y nos acostamos por primera vez, en esos días no habíamos vuelto a hacer nada hasta anoche, pero durante esos días, los roces siempre estaban presentes, al igual que los besos robados de su parte y los sonrojos por la mía.

Me levanté de la cama poniéndome su camisa, anoche volví a ser suya, fue vibrante, placentero y excitante, suspiré saliendo de la habitación, iba bajando las escaleras mientras contestaba mensajes, cuando me quedé quieta, a mis oídos llegó aquella odiosa voz que conocía tan bien muy a mi pesar, junto al sonido de unos tacones acercándose.

Rodé los ojos al ver a Octavia aparecer, al verme se detuvo sonriendo de forma burlona, termine de bajar las escaleras mirándola desafiante al igual que ella a mí

– ¿Qué haces tú aquí?–pregunté cruzándome de brazos

– Vine a traerle unos papeles a Fabrizio–

– Vaya, cuanta confianza has cogido–dije a lo que ella sonrió acercándose a mí un par de pasos

– Después de lo de París, claro que tenemos mucha confianza–coloqué mi cabello a un lado, quería reírme en su cara, pero me aguantaría un poco, quería saber hasta dónde llegaría con su mentira– Sabes, sinceramente creí que tendrías dignidad, se acostó conmigo y aun así te casaras con él–

– Decidí perdonárselo, al fin y al cabo solo fuiste un desliz, como seguramente lo eres para todos los hombres que pasan por tu vida–su sonrisa vacilo, en sus ojos podía ver furia.

– Eres una estúpida, ninguna mujer con dignidad perdonaría algo así–dijo con un intento de superioridad a lo que solté una carcajada

– Eres tan patética...–me acerqué mirándola con burla– Sé que no se acostó contigo, no finjas más, querida–sonreí con satisfacción al ver su rostro totalmente rojo de vergüenza, y posiblemente de rabia

– ¿Y tú le creíste?, entonces creo que la patética eres tú–solté una carcajada negando con la cabeza

– Octavia, no te sigas humillando más, ten un poco de esa dignidad de la que hablas–

– Tarde o temprano, él caerá ante mí–

– Eso ya lo veremos, ahora lárgate de mi casa, antes de que te saque arrastras, como la perra que eres–ante mis palabras, apretó con fuerza la capeta en sus manos, nuestras miradas chocaban en una especie de batalla que ninguna estaba dispuesta a perder.

– ¿Pasa algo?–ambas nos sobresaltamos al escuchar la voz de Fabrizio, le miré fingiendo inocencia

– No pasa nada, me despedía de tu secretaria–comenté con malicia, pasé a su lado dirigiendo mis pasos hacia él, de un impulso me puse de puntillas besando fugazmente sus labios, él me miró sorprendido.

– Nos vemos en la oficina, señor–dijo a lo que voltee a mirarla, le dediqué una sonrisa maliciosa, ella inclinó levemente la cabeza, dio media vuelta alejándose hacia la entrada.

– ¿Qué ha sido eso?–preguntó mirándome serio, me encogí de hombros separándome de él

– Nada, ¿acaso no debo actuar como si estuviera enamorada?–cuestioné acercándome a la encimera de la cocina, dejé el móvil a un lado sirviéndome un vaso de agua

– Más bien has actuado como novia una celosa–dijo acercándose a mí, rodé los ojos ante sus palabras

– Creo, que comienzas a obsesionarte con eso, no estoy celosa–

– ¿Segura de ello?, porque me demuestras lo contrario con tus acciones, palabras, miradas–me arrincono contra la encimera y su cuerpo

– No estoy celosa, pero te pido algo... No quiero verla–lo empujé suavemente– Lo mejor sería, que la despidieras–intenté alejarme, pero su mano en mi muñeca me lo impidió, volvió a pegarme a él

Entre tus Manos [Versión antigua]Where stories live. Discover now