Capítulo 48

9.7K 539 1
                                    

El funeral de Constantino fue pagado por Fabrizio con mucho pesar, ninguno asistió, pues era de conocimiento público la mala relación que tenían, la policía no volvió a llamarlo para nada, eso era algo que me tranquilizaba, el tiempo comenzó a transcurrir rápido, acabábamos de entrar en el mes de diciembre, la relación de Fabrizio con mi familia habían mejorado aunque, Lorenzo no daba su brazo a torcer.

Julia estaba en su octavo mes de embarazo próximo al noveno, estaba enorme, había estado insistiéndome para ir de compras navideñas, me negué varias veces hasta que decidió chantajearme, no sé cómo me las apañaba, pero de una forma u otra, todos lo hacían, finalmente acepte con resignación llevándola al centro comercial.

– Carlo va a matarme al saber que te he traído–dije mirándola con los ojos entrecerrados, ella sonrió negando

– No hará nada, tu marido no lo permitiría, además tengo que comprar su regalo de navidad antes de que no pueda ni moverme por el embarazo–suspiré siguiendo caminando en silencio, de repente se detuvo llamando mi atención– Vamos allí–me cogió de la mano casi arrastrándome hasta una joyería

– ¿Qué piensas regalarle?–pregunté mirando varios collares preciosos

– Un reloj, el suyo tiene el cristal roto desde lo del secuestro–asentí sintiendo un escalofrío al recordar aquello– ¿Tú a Fabrizio?–suspiré encogiéndome de hombros

– No tengo idea, ese hombre tiene de todo, ¿Qué puedo regalarle a un millonario?–cuestioné sonriendo

– Bueno, teniendo en cuenta que tiene todo, regálale algo sentimental, algo que le llegue al corazón–asentí poniéndome a pensar en sus palabras

– ¿Julia?–giré la cabeza hacia dónde provenía aquella voz, me sorprendí al ver a Donna, miraba a Julia con una sonrisa, parecía una mujer totalmente diferente, miré a Julia la cual estaba en shock– Veo que estás embarazada–dijo mirando su abultado vientre

– Daniela, será mejor que nos vayamos–dio media vuelta saliendo de la joyería, suspiré saliendo tras Julia

– ¿Estás bien?–cuestioné colocándome a su altura

– ¡Julia espera!–ella se detuvo, respiró hondo girándose mirándola con seriedad

– ¿Qué quieres?–

– Solo hablar contigo un momento, hace tantos años que no te veo, estás preciosa–comentó intentando acercarse, pero ella retrocedió

– No tenemos nada de lo que hablar–iba a marcharse, pero se detuvo– Cambie de opinión, respóndeme algo, ¿Cómo es que estás tan bien?, Digo la última vez que te vi estabas hecha un asco por el alcohol y siendo detenida–

– Cuando ingrese en prisión realmente sentí que toque fondo, había un hombre que iba cada dos días a la cárcel para impartir un curso para las que quisieran algo mejor cuando salieran de prisión, con el tiempo, terminamos enamorados, cuando salí me pidió que nos casáramos–

– ¿Alguna vez pensante en volver a buscarme?–cuestionó haciendo que Donna se quedara en silencio– Se sincera con tu respuesta–

– Pensé que después de todo lo que te había echo, estarías mejor sin mí y–

– No me vengas con esa basura de telenovela barata, no pensante en buscarme porque para ti, siempre fui un estorbo, aquella mocosa que tuviste que cuidar muy a tu pesar, porque tu plan para cazar al que era mi padre, no funciono–la interrumpió mirándola con ira, tenía los puños apretados, su respiración comenzaba a agitarse

– Julia, cálmate, no le hará ningún bien al bebé–dije colocando mi mano en su hombro, ella me miró asintiendo

– Tienes razón, ya escuche lo que quería, así que–

Entre tus Manos [Versión antigua]Where stories live. Discover now