Capítulo 40

13.3K 570 7
                                    

Pov Fabrizio

– He intentado ser fuerte y alejarte de mí, incluso he intentado odiarte, pero me es imposible porque te amo con locura, tanto mi corazón, como mi mente se han negado en rotundo a esas posibilidades, no puedo seguir resistiéndome a concederte el perdón–quito la mano de mi boca mirándome con una sonrisa

– ¿Lo dices en serio?–cuestioné sintiendo mi corazón latir con fuerza, ella asintió ampliando su sonrisa, sin esperarlo, me dio una fuerte bofetada, sin darme tiempo a reaccionar, me agarró de la camisa tirando de mí hacia ella uniendo nuestros labios.

Me quede quieto un momento ante la sorpresa, pero me recompuse rápidamente, pase mis manos por su cintura pegándola del todo a mí, comencé a mover mis labios dominando los suyos, sentí como tembló ante la intromisión de mi lengua en su boca.

Aprisione su cuerpo entre el mío y el escritorio, me incline sin romper el beso, deslice mis manos hasta sus muslos, la levanté con fuerza sentándola en el escritorio, nos separamos por falta de aire, acerqué mi rostro a su cuello, cerré los ojos aspirando el dulce aroma de su perfume, pase la punta de mi nariz por toda su longitud, volvió a estremecerse, sonreí ante eso, me aleje mirándola a los ojos. Iba a volver a juntar nuestros labios, pero ella colocó sus manos en mi pecho alejándose, la miré confuso

– Ante de seguir y que terminemos en la cama, quiero que tengamos en cuenta algunos puntos sobre nuestra vuelta–

– ¿Cómo sabes que terminaremos en la cama?– cuestione mirándola con picardía

– ¿No era esa tu intención?– preguntó deslizado sus manos hasta los botones de mi camisa comenzando a desbotonarlo, sin dejar de mirarme

– Bueno sí, pero no precisamente en la cama– ella comenzó a reír levemente– ¿Qué son esos puntos de los que quieres hablar?–

– Primero que nada, no voy a volver a vivir contigo– iba a decir algo, pero colocó su mano en mi boca silenciándome– Solo de momento, viviré con Julia hasta que decida que es la hora y también seguiré trabajando con Enzo–suspiré con resignación asintiendo, ella sonrió satisfecha– Quiero que tengamos citas, será bueno para nosotros "comenzar" como una pareja normal, ya sabes citas, mensajes de coqueteo... Etc. –

– ¿Puedo darte obsequios también?–pregunté ella se quedó un momento pensando y después asintió

– Si puedes, solo que nada de regalos caros, prefiero cosas sencillas, por ejemplo si ves una flor y te recuerda a mí, regálame eso–sonreí mirándola con ternura

– Eres, sin lugar a duda la mujer más especial que he conocido–

– ¿Por qué?–

– Cualquier otra mujer en tu situación me estaría pidiendo joyas, coches de lujo, viajes, pero tú solo quieres algo que me recuerden a ti– ella suspiró colocando ambas manos en mi rostro

– Yo solo quiero tu amor Fabrizio, tu dinero me es indiferente–

– Me alegro de haberme enamorado de ti–aparté suavemente sus manos, coloqué la mía detrás de su nuca y junte nuestros labios de nuevo en un beso suave.

Habíamos tirado al suelo todo lo que se encontraba sobre el escritorio, nos encontrábamos encima de este besándonos de forma desenfrenada, mi camisa hacia un rato que estaba en el suelo, una de mis manos estaba acariciando su coño por encima, abandone sus dulces labios para dirigirme a morder y besar su cuello, aquellos jadeos que se le escapaban aumentaba mí ya creciente erección.

Rompí la tela de sus bragas haciendo que me mirase enfadada, sonreí haciendo que rodase los ojos, su enfado se disipó al introducir un dedo en su interior, estaba tan mojada que introduje los otros dos casi seguidos.

Entre tus Manos [Versión antigua]Where stories live. Discover now