CAPÍTULO 4

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Al llegar a Alquímico, un Bar increíble, el lugar estaba a reventar, esta llegó a la barra y mirando la carta pidió un tequila, el barman se lo sirvió de inmediato y al tomárselo de un trago esta sintió como el calor bajaba por su garganta y le llegaba a su sexo.

¡Cálmate! Hoy te buscaré a alguien nuevo. Nada que tenga que ver con Bestias―Se regañó así misma. Pero al recordar su nombre, un escalofrío le recorrió el cuerpo.

Ya no sabía cómo sentirse.

Luego de pedir otro trago más, esta se dirigió a donde se encontraban las chicas y al ver que todas estaban esperándola soltó.

― ¡Qué comience la fiesta!

Todas se colocaron de pie y tomándose sus tragos salieron a la pista de baile mientras sonaba 'Tusa' de "Karol G" y ellas solas se movían en la pista. Después de bailar dos canciones y al regresar a su mesa, Melissa escuchó:

― No, de ahora en adelante como dice Disney, no se habla de bruno, no, no, no.

La carcajada fue general al escuchar a Lorena.

― ¿Qué ha pasado? ― Preguntó Claudia mientras se tomaba una cervecita bien fría.

― Que para hombres fríos tengo yo mi nevera, y esta, si me mantiene el trago como debe ser.

Todas volvieron a reír al escucharla.

― ¿Pero no que era fuego puro, que era bien ardiente?

― Bien lo dijiste, era. Cuando vivíamos separados lo era, porque esa semana que vivimos juntos, no. Se apagó como un fosforito.

― La convivencia no es fácil ―afirmó Claudia.

― Si, no es lo mismo verse por ratitos a vivir con él.

Lorena se tomó un trago.

― Entonces prefiero vivir de momentos, así como Melissa.

― Ahora es culpa mía ―soltó está muerta de risa y todas la acompañaron riendo.

― No es culpa tuya, es culpa de ellos―confirmó Ana―. No pueden pretender que al casarnos nos volvamos sus criadas.

― Yo estoy para que me atiendan― soltó Melissa mientras se servía otro trago.

Necesitaba ponerse a tono con las demás chicas.

― Además, cuando me fui a vivir con él ya no quería nada de nada.

― ¿Bruno? ―Preguntó Ana.

― Aja

― ¿Y entonces? ―Siguió Anaya.

― Entonces mejor no.

Claudia negó con la cabeza, ya había pasado por una separación y entendía bien lo que significaba convivir con otra persona.

¡No era nada fácil!

― Si ambos no ponen de su parte no podrán lograrlo, es algo que va en ambas direcciones.

― Claudia, en la única dirección que quiero ir, es en la de ese hombre que acaba de llegar.

A Melissa se la aceleró el corazón cuando miró hacia la puerta, y no precisamente al ver a quien señalaba Lorena. Esta se quedó congelada mirándolo, y aunque estaba de espalda su corazón comenzó a latir con más fuerza.

¡Eso no le podía estar pasando a ella! ―pensó asustada.

Todos estaban pendientes del chico que Lorena acababa de señalar, por lo que seguían hablando del tema y no se percataron de la actitud de Melissa.

POR PRIMERA Y ULTIMA VEZ [COMPLETO] LIBRO 2Where stories live. Discover now