CAPÍTULO 5

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Cuando entraron a la casa y este encendió las luces, reparo la estancia, era una casa pequeña, pero acogedora, parecía una aparta estudio de solterito, aunque tuviera dos pisos, y el desorden que tenía hablaba mucho más de él.

― Lo siento, no esperaba visitas.

Melissa así tío con la cabeza y Entonces se le ocurrió preguntar:

― ¿Vives solo aquí?

Este sonrió y acercándose a ella respondió:

― Por supuesto que claro que sí, de lo contrario hubiera sugerido otro sitio.

Al tener las luces encendidas Melissa lo pudo reparar mejor, delgado, pequeño, ojos color gris, y lo poco que tenía de cabello era oscuro. No estaba mal, pero tampoco estaba bien, pero ya no podía arrepentirse, ya estaba ahí.

Este fue a la cocina y cuando Melissa se quedó sola reparó el lugar. Sala y comedor juntos, un baño y la cocina, abajo; claro, todo super pequeño.

Este volvió a la sala con una botella de tequila y echando unos tragos le dijo:

― ¿Qué tal tu noche?

Si hubiera sido buena, no estaría aquí, contigo ― pensó.

Melissa miró el vaso que este le tendía y la rabia fue subiendo de nivel, así que no queriendo pensar en nada esta lo agarró y lo tomó de un trago.

― Alejandro.

― Dark Girl.

Las miradas de ambos se conectaron y este sonrió, ambos sabían que estaban haciendo ahí, no tenían por qué familiarizar más de lo debido.

Esta se dirigió hacia él y quitándole el vaso de las manos le dijo:

― Creo que sabes a lo que hemos venido.

Que este no quisiera tomar la iniciativa la aburrió, estaba acostumbrada a la pelea constante de tomar el poder, pero este estaba siendo demasiado aburrido y aunque quería volver a casa con su hija, estaba dispuesta a intentarlo, así que después de pensarlo un poco más y dispuesta a seguir en su rol, lo empujó al sofá y de inmediato se le echó encima. Comenzó a besarlo y a moverse encima de él aún con ropa, cerro los ojos para tratar de disfrutar el momento, pero en ese preciso instante, la imagen volvió a su mente. De inmediato esta movió la cabeza tratando de apartarlos.

Sus bocas se separaron mientras esta echaba la cabeza hacia atrás y él la miraba con deseo, tanto que de inmediato posó su boca en su cuello y Melissa con maestría comenzó a quitar cada botón, pero cuando llegó al último, Alejandro suspiró y esta metió las manos por su camisa mientras hundía sus dedos con fuerza, y tú luego de esto, aún sin ponerse de pie esta enterró más las rodillas en el sofá. Este le agarró el trasero mientras las manos de Melissa bajaban hasta su pantalón y comenzó a desabotonarlos.

Quitando las manos de su trasero y moviéndose con torpeza, bajó su pantalón junto con su ropa interior, dejando a la vista el dulce postre que le entregaría a esa mujer, esa diosa que estaba a horcajadas encima de él. Melissa miró su miembro y suspiró, no había podido escoger a un peor candidato, pero al final el movimiento es lo que cuenta. Esta como pudo le quitó su camisa y entonces se percató que ella aún tenía la ropa puesta.

Trató de reprimir un suspiro.

¿De verdad ese hombre había tenido sexo antes? ―Se preguntó.

― Quiero que intentemos algo nuevo―Soltó de pronto al verla sumergida en sus pensamientos.

Ella asintió mientras su cuerpo naufragaba por los límites del polo norte. No perdería nada escuchándolo, al contrario, quizás ganaría algo.

― ¿Alguna vez has intentado hacer un trío?

POR PRIMERA Y ULTIMA VEZ [COMPLETO] LIBRO 2Where stories live. Discover now