CAPÍTULO 9

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Los días pasaron y Tacher no volvió aparecer, y aunque se le hizo raro, esta solo guardó silencio, no quería que nadie notara que Tacher le importaba más de la cuenta.

Victoria volvió a clases y la monotonía se apoderó de ellas, por la mañana se iba a la escuela y al salir de esta llegaba a la academia. Desde que Tacher se había ido, ahora era Marcus el que estaba haciéndose cargo de todo, es más, en ocasiones venía Damián, pero su Peter Pan particular brillaba por su ausencia.

Una semana después, Vic se despertó muy temprano, aunque era sábado y no tenía escuela, hoy iría a la academia, todos los niños de su clase tenían una excursión al jardín botánico y Victoria estaba muy emocionada. Era un lugar mágico al que siempre había querido ir.

― Mamá, ¿Ya has firmado la autorización? Recuerda que sin eso no me llevan.

Melissa sonrió negando con la cabeza.

― Que sí, pesadita. Ya me lo has preguntado mil veces.

― Es que no se puede quedar ―respondió Vic, corriendo de nuevo a su habitación a buscar su protector solar. Su dermatóloga le tenía dicho que debía cuidar su piel.

Cuando por fin estuvo lista, Melissa se dirigió con ella en su nuevo coche hacia la academia.

― Mamita, ¿y si vienes conmigo?

― Cielo, qué más quisiera yo, pero debo ir a trabajar.

Con el dinero que aún tenía de Andrés, esta pensaba pagar lo que le quedaba pendiente de su apartamento y montar algún negocio, así no haría tantos turnos extras en el hotel. Sin olvidar, que ahora sería socia de un nuevo restaurante con Max.

¡La verguería!

Vic asintió y dándole un beso en la mejilla, se bajó del carro y pasando su carnet entró a la academia, donde Luisa la esperaba y le decía adiós a Melissa con la mano.

Victoria inmediatamente salió corriendo a ver a Fanny, quien ya se encontraba en la fila con los demás niños. Luego de abrazarse Fanny le dijo:

― Casi que no llegas, ya me tenías preocupada.

― Tranquila, no me perdería este safari nunca.

Ambas sonrieron y luego Fanny apartándola un poco de los demás añadió:

― Te tengo una sorpresa.

― ¿A mí?

Los ojos de Vic se abrieron asombrada mientras Fanny asentía y la tomaba de la mano.

― No podemos demorarnos porque nos dejan. Corre.

Esta le señaló con la mano el pasillo y ambas salieron corriendo, y cuando llegaron afuera de la oficina, Fanny tocó la puerta dos veces.

― ¡Pasa! ―gritó Marcus.

Las dos niñas entraron a la oficina y Vic al darse cuenta de lo que era, pegó un grito:

― ¡Peter Pan! ¡Estás aquí!

La niña corrió hacia él y Tacher la tomó en sus brazos y le dio un beso en el cachete luego de abrazarla.

― ¿Cómo está mi hada favorita?

― Triste.

Puso una cara que lo representara.

― ¿Por qué? ¿No deberías estar feliz porque estoy aquí? ―respondió dándole otro beso en la mejilla.

― Si, lo sé, pero estoy triste porque ya no me quieres.

POR PRIMERA Y ULTIMA VEZ [COMPLETO] LIBRO 2Where stories live. Discover now