CAPÍTULO 11

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Su compañero se acercó a estos y comenzaron a hablar mientras el corazón de Melissa estaba a punto de detenerse al igual que el de Tacher.

― Será que me das la información completa.

Los hombres se volvieron a mirar y el recién llegado añadió:

— Que pena, la niña no está dentro de este lago.

El cuerpo de Melissa se relajó momentáneamente mientras las lágrimas afloraban de nuevo y Tacher la sostenía para que no cayera al piso.

― Otro de mis compañeros me ha avisado que el otro lago que está cerca de la zona ha sido barrido y tampoco estaba allá, así que ahora toca peinar las zonas que falten en tierra y si está aquí la encontraremos.

― ¿Cómo que si está aquí? ―preguntó Tacher extrañado.

¿En dónde más iba a estar?

― La policía puede estar sospechando de un secuestro, en estos momentos están estudiando las cintas de seguridad.

La cabeza de Melissa fue a parar en Andrés, y en todas las veces que intentó llevársela.

¿Pero si ya habían comprobado que no era su hija? ¿Sería el capaz de esto? ―pensaba Melissa preocupada.

― No creo que haya sido un secuestro ―puntualizó Tacher.

― Debemos descartar todas las posibilidades.

La conversación siguió mientras los minutos pasaban y la niña no aparecía, hasta que, al levantar la cabeza, vio como varios bomberos traían un bulto pequeño en una camilla mientras salían del bosque.

― La han encontrado ―Escuchó decir tras ellos cuando uno de los policías informaba por la radio.

Ambos salieron corriendo, pero antes de que Melissa pudiera agacharse y sostenerla en brazos escuchó:

― Lo siento...

Tacher miró a la niña que yacía con los ojos cerrados, y cuando iba a decir algo el bombero siguió hablando:

― La niña se ha desmayado cuando intentábamos sacarla de la raíz de un árbol, se había quedado dormida y al despertar intentó salir, pero se ha maltratado su pie.

Tacher, asintió verdaderamente aliviado.

― Nosotros cortamos parte de la raíz del árbol para poder sacarla, pero cuando intentó caminar se desmayó del dolor.

Melisa acariciaba a la niña mientras el aire volvía a sus pulmones y su corazón se normalizaba al igual que el de Tacher. Después de lo de su hermano, nunca había sentido un susto tan grande en su vida que el que esa mocosa le acababa de dar.

Este levantó a Melissa del suelo cuando volvían a tomar la camilla, llevarían a la niña al hospital para ser revisada por completo. Sin más, esta lo abrazó y se aferró a su cuerpo, no solo porque si no lo hacía se caería al piso, sino porque era lo único que la llenaba de seguridad. Tacher respondió a su abrazo y justo cuando sus labios volvieron a encontrarse, la niña abría los ojos y se quedó observándolos.

El dolor la estaba matando, pero todo había valido la pena ―pensaba mientras volvía a cerrar los ojos, no quería interrumpir su beso y echarlo todo a perder.

Cuando salieron del parque rumbo a la ambulancia, escucharon gritar:

― ¡Está muerta, está muerta! ―Fanny se agarraba la cabeza y creía morir.

¿! Qué había hecho¡?

Tacher se acercó con rapidez y abrazándola con fuerza le dijo:

POR PRIMERA Y ULTIMA VEZ [COMPLETO] LIBRO 2Where stories live. Discover now