CAPÍTULO 12

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Al escuchar su nombre en los labios de su madre la cara de la niña fue de terror.

Melissa entraba a ala habitación justo en ese momento.

― Estoy completamente de acuerdo con Tacher.

― ¡Milagro! ―Añadió esta entre dientes para que no la escucharan.

― ¿Qué dijiste? ―La retó su madre.

― Que no es justo, ni un poquito justo.

Melissa no sabía por qué Tacher había tomado esa decisión, pero su hija cada vez se le daba más lo del teatro y se le estaba yendo de las manos. Él no había querido decirle nada para que no le fuera peor a la niña y estas no iban a contárselo a nadie. Solo fue un momento de debilidad de Fanny.

― Pro...prometo que solo usaré mis conocimientos en las cuatro paredes del salón, pero por favor, mamá, es mi sueño.

― Volverás a entrar cuando estés en el bachillerato.

― Pero si apenas entré a la primaria.

No podía creerlo.

― Bueno, tienes cinco años para dedicarte solo al ABC.

La niña comenzó a llorar, mientras Melissa negaba con la cabeza.

¿Acaso sería otra de sus manipulaciones? ―pensaba.

― Tranquila, que en la academia podrás seguir bailando, solo que las clases de actuación las retomarás después ―confirmó Tacher.

― Si tuviera un papá, seguro que él sí me defendería de ustedes, pero como no lo tengo, ahora estoy sola. Todos están en mi contra ―soltó con amargura ―. Arruiné mi vida por querer arreglar la suya. ―Finalizó dejando a una Melissa y a un Tacher completamente atónitos y fríos.

Su hada les había congelado la habitación con sus palabras y el escalofrío que sintieron sus cuerpos casi les causó una hipotermia.

― Váyanse todos, que quiero dormir.

Su hija nunca le había sacado a relucir el tema del padre y menos de esa manera. Melissa estaba cada vez más sorprendida y preocupada, así que se acercó a su hija mientras Fanny muerta de pena se bajaba de la cama y salía corriendo de la habitación, no le gustaban esos dramas familiares y más cuando por su idea ocasionó todo esto.

Sentándose a su lado, Melissa acarició su cabello mientras Vic apartaba la cara y cerraba los ojos mientras pensaba que ella nunca había usado sus dotes de actuación para dañar a nadie, al contrario, solo lo hacía para ver feliz a los demás, y no era justo que por querer ayudar a los otros ella saliera dañada, no era justo.

Las lágrimas seguían saliendo de sus ojos y su corazón se apretaba por dentro, ya no le dolía el pie, le dolía el alma.

― Hija...

Melissa intentaba decirle algo, pero las palabras no le salían, no sabía cómo solucionarlo. Decirle quien era su padre iba a ser un error, José no se merecía a su hija, no se merecía ni uno de sus cabellos, ni una de sus risas, y menos sus lágrimas.

― Nunca hemos estado en tu contra, hermosa, siempre hemos hecho todo por ti ―comenzó a hablar Tacher al sentir el nudo en la garganta que tenía Melissa mientras lloraba en silencio para que su hija no se diera cuenta.

La niña no decía nada, no quería.

Tacher rodeo la cama y sentándose en el lado libre acarició la mejilla de Vic y limpiando sus lágrimas este continuó diciendo:

― Solo queremos lo mejor para ti.

― Si lo mejor para mí es arruinar mis sueños, seguro que sí ― soltó con amargura.

POR PRIMERA Y ULTIMA VEZ [COMPLETO] LIBRO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora