Chapter 1

665 24 0
                                    

Henry

Una mañana hermosa y tranquila es lo que todos deseamos, aunque a veces es lo contrario y si yo también he pasado por eso, ese momento en el que vas despertando y lo único que escuchas es a tu mamá hablandote desde abajo, diciéndote que se te está haciendo tarde para ir al colegio...así es esa es mi mañana del día de hoy, mi madre me está apresurando para levantarme ya que se me había hecho un poco tarde.

Me levanté de mi cama y lo primero que hice fue buscar una playera y unos jeans con los cuales combinar bien el día de hoy, obviamente no faltarían mis converse negros, son mis favoritos necesitaba llevarlos hoy. No tarde en encontrar mi ropa ya que todo lo tengo aventado por todos lados, pero vamos ¿Quién se fija en eso? Solamente mi madre.
Al estar vestido entre al baño para lavarme los dientes y mojar un poco mi cabello, solía acomodarlo de lado pero eso paso de mis gustos, ahora solo lo hago hacia al frente y lo despeinó un poco, como dije, un nuevo estilo.

Baje por las escaleras para dirigirme a la cocina y tomar un yogurt sabor coco, sería mi desayuno rápido.

— Jovencito, se te hizo un poco tarde ¿no? — Se notaba el sarcasmo de mi madre, pero era de esperarse, inicialmente fue mi culpa. Destape mi yogurt para tomarlo mientras asentía con la cabeza respondiendo a lo que mi mamá había comentado.
Ella solamente puso los ojos en blanco y tomo las llaves del auto. — Te espero afuera.

Reí al verla salir desesperada de la casa, me gustaba hacerla enojar un poco. Tome mi mochila para salir junto con ella mientras seguía bebiendo de mi yogurt, entre al auto y cerré la puerta del copiloto, mamá comenzó a manejar directo a mi escuela mientras me iba diciendo lo de diario "tienes que ser más puntual", "ya no debes desvelarte jugando tanto", "¿cuándo me comprenderás?", Nada nuevo ya me acostumbré a ello.

Llegamos al colegio así que deje mi basura en el auto para bajar solamente con mi mochila en mano.

Miró que deje mi basura — Oh no, esto no, Henry — me habló molesta.

— ¿Ahora que? —Hice como si no comprendiera nada.

Cómo dije...me gusta hacer enojar a mi mamá.

— Dijimos que tú bajabas tu basura y yo la mía — me recordó el acuerdo que hicimos juntos desde que se compró el auto.

— Si, bueno...lo haría pero cierta persona dejo unas envolturas de dos hamburguesas atrás del asiento — la expresión de su cara cambió de inmediato — así que tú rompiste la regla, yo también, madre. Aunque lo raro es que tú no te comes dos hamburguesas sola...dile a tu enamorado que para la próxima retire la evidencia.

Mi mamá estaba totalmente nerviosa y no sabía que contestarme o no, en fin yo solamente supuse eso aunque ella ya me lo afirmó con su comportamiento.
— Henry no...— No la deje terminar de hablar.

— ¿Creiste que no me daría cuenta? Soy muy observador — entrecerré los ojos y arrugue un poco la nariz como solía hacerlo ella — Pero tranquila, no tienes que darme explicaciones, adiós que te vaya bien en tu trabajo, bye.

Me di la vuelta para entrar, mientras sentía que mamá aún no se movía de dónde estaba, estoy seguro que seguía pensando en lo que le dije, pero es verdad no es de mi incumbencia meterme en sus asuntos, ella es libre de hacer lo que quiera, pero el romper una regla no es cualquier cosa, así que debía tomar las medidas necesarias y lo hice...solo para recordarle que el auto debe permanecer limpio por su parte y por la mía.

Nunca falta que al entrar a la escuela se queden mirándome y vaya no soy la gran cosa pero al parecer piensan distinto las chicas de mi escuela, siempre me observan de una manera un tanto...extraña, por no decir que acosadora. Sinceramente no estoy interesado en una de ellas, mi chica ideal aún no llega y no estoy ansioso de eso, debo esperar porque cuánto más espere mejor será el resultado.
Llegué a mi salón, lo primero que hice fue sentarme del lado de la ventana, en la primera clase me gusta ver cómo sale el sol para resplandecer, es hermoso, aunque como mencioné anteriormente...vienen chicas a sentarse a un lado de mi, la mayor parte de las clases siento sus miradas sobre mi, a veces llega a ser incómodo pero trato de concentrarme en la explicación de los maestros.
Hasta el momento tenía suerte, no había llegado nadie a sentarse junto a mi, al parecer mi día por fin iba a ser libre...o solo la primera clase, con eso me daba por bien servido.
Todos comenzaron a llegar hasta que se llenó el salón y mi manera de pensar cambio ya que una chica castaña y de ojos color miel llegó a sentarse junto a mi, ella parecía distinta a las demás ya que ni siquiera saludo, pero bueno, por mi mejor, está vez no me sentiría acosado ni nada de eso. El maestro llegó y resultó ser que la chica era nueva, trato de esconderse pero el señor Mitchell hizo que su invisibilidad fuera visible ahora, solamente sonrió por cortesía ¿Cómo identifiqué eso? Pues yo he hecho esa sonrisa en muchas ocasiones y no solo yo, estoy seguro que por lo menos un setenta porciento de todos nosotros lo ha hecho, pero en fin, yo no soy nadie para juzgar y menos a la chica, me pareció amigable, a pesar de que lo último que quería era tener la atención de todos, trate de casi ignorarla para no hacerla sentir incómoda, se lo que se siente.
Finalmente seguimos con la clase normal, el maestro comenzó con su explicación del tema por lo que toda mi atención fue para el, me esfuerzo por llevar buenas calificaciones y hasta el momento lo he logrado, pienso seguir así para comprender mejor mi trabajo después, espero lógralo.

And I Met You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora