Chapter 4

303 19 0
                                    

Sadie

— Me parece una estupidez que te pierdas de estos momentos en los que disfrutamos de la vida joven, Sadie — me reclamaba Finn, mi mejor amigo.

Puse los ojos en blanco mientras daba un gran suspiro para contestar — Bueno lo importante es que asista a las clases más no a las fiestas, además es aburrido...no me gusta — respondí.

Finn es mi compañero de toda la vida, el y yo nos conocemos desde que tenemos memoria, nuestras mamás eran amigas por lo que manos fuimos criados juntos o algo parecido. Nos dimos cuenta que ambos pensábamos de la misma manera, así que a los siete años nos hicimos inseparables, jugábamos, hacíamos bailes divertidos, al igual que bromas, intentos de pasteles y más cosas, así que Finn y yo somos mejores amigos desde ese entonces, aunque el piense que mi vida es un asco, comparada con la de el pues si lo es.

El hizo una cara de aburrimiento y decepción al escuchar mi respuesta.
— Elizabeth...por favor, aunque sea diviértete una vez en tu miserable vida — suplicó

— Mi vida no es miserable — me quedé pensando en lo que dije, tal vez si era un poquito aburrida mi vida, pero miserable no lo era — Bueno, no tanto.

Finn puso los ojos en blanco y continuo caminando — Me sorprende que sigas en mi vida.

Fruncí el ceño y entrecerré un poco los ojos mientras me acercaba a Finn, ya que el iba más adelante que yo — Será porque no tienes a alguien más que soporte tus estupideces, o tal vez porque me necesitas para seguir viviendo.

Se detuvo enfrente de mi haciendo que dejara de caminar — Tú, señorita — me señalo — Me necesitas a mi para vivir, o ¿a caso ya se te olvidó?

Cierto...dato curioso sobre mi, tengo asma,si, esa pequeña enfermedad que está en tus pulmones y que no puedes ser como el resto de las personas. Desafortunadamente yo nací con el asma, así que vivo con ello hasta ahora, he tenido varios ataques y problemas, incluso he terminado en el hospital de lo mal que me pongo, pero Finn siempre ha estado conmigo en cada uno de esos problemas, dice que me va a proteger hasta que llegue el indicado para mi, aunque lo dudo bastante que eso pase. 

— No se me olvida, ni se me olvidará.

Finn asintió con la cabeza

— Aunque tu también me necesitas, genio, no se te olvide que soy quien evita que te metas en graves problemas.

— Okay si, tienes algo de reconocimiento tu también — admitió  — Dejémoslo en que nos cuidamos mutuamente y no podemos vivir uno sin el otro  — Extendió su mano para que la estrechara la mía junto con la de el.

Arquee una ceja y reí levemente mientras estrechaba mi mano con la de Finn  — De acuerdo pedazo de idiota  — continúe caminando mientras lo dejaba atrás indignado por lo que le acababa de decir.

El seguía hablándome pero yo lo ignoraba ya que me gustaba hacer eso y más ahora que le dije idiota.  — ¡Sadie Elizabeth Sink! 

No iba a dejar que me siguiera, así que comencé a correr mientras lo miraba hacia atrás siguiéndome, su sonrisa cuando comenzó a seguirme era como la de un niño de cinco años el cual le acaban de regalar un juguete esperado por mucho tiempo. La cara de Finn cambió y me hablaba con más desesperación, como si intentara detenerme, pero no me iba a dejar así que acelere más, como ¿por qué me detendría?

Espera...¿estamos corriendo?  oh mierda...no, no puedo, no debo hacerlo...

Así es, me detuve y paso lo esperado, la respiración me faltaba, intentaba controlarme pero no podía, mi corazón latía demasiado rápido, Finn logro alcanzarme y me hablaba pero yo estaba más concentrada en poder respirar mejor. El  se acerco a mi mochila para sacar de mi esta mi inhalador, lo metió rápido a mi boca para hacer que succionara, esto funciono y pude estar un poco más estable.

 — ¿Estas bien?  — Sonaba agitado el también

Asentí con la cabeza  — Sí...

 — Lo ves, ambos necesitamos uno del otro...no debes correr o... — No lo deje terminar

 — Estaré otra vez en el hospital...si lo se...perdón

Finn sonrió y me abrazo  — No fue tu culpa, solamente querías actuar normal  — Acariciaba mi cabello pelirrojo  — Ven vamos, regresemos a casa, mamá te quiere ver antes de salir de vacaciones.

 — Sí claro, vamos, ya la extraño...necesito darle la queja de ti

 — O yo de ti  — sonrió de lado y me jalo para irnos a su casa.

Como queda claro, una vez más me acaba de salvar mi mejor amigo y es siempre...más bien...así sera siempre...


And I Met You Where stories live. Discover now