Chapter 17

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Henry

— Entonces ¿ya tienes todo listo? — Preguntaba mi padre mientras se recargaba en la pared de la entrada de mi habitación.

— Sí, tu dijiste que era lo mejor, así que esta bien — continuaba guardando mis cosas para evitar molestarme o sobre pensar las cosas.

Mi papá entro a mi habitación y se sentó en mi cama, mientras me miraba como si nada, esto me causaba un conflicto ya que no sabia si eso era bueno o malo, aunque viniendo de el quiere decir que no es algo bueno, tal vez era un método para apresurarme o algo parecido.

— ¿Qué quieres? — pregunte.

— ¿Me creerías si te digo que ni siquiera yo se lo que quiero? — Suspiro profundamente mientras tensaba sus labios — Me he dado cuenta que tal vez yo soy el culpable de que tu seas así. No te pongo atención, trato de evitarte por miedo a ser débil, a mi me enseñaron o mas bien, no me enseñaron a demostrar cariño o saber mostrarle y tratar con delicadeza y amor a un hijo, sino tenia un ejemplo de ello, menos de un amor con una chica...el culpable de todo soy yo...ni siquiera sabia que tenias problemas de ira y ansiedad.  

Era bastante raro escuchar a mi propio padre hablar así, ni siquiera podía creerme la idea de que el me estaba explicando porque es así conmigo y con mamá.

— ¿ Cómo sabes lo de mis problemas? — pregunte 

— Anoche hable con tu mamá y tuvimos una conversación, en la cual me hizo darme cuenta de mis errores y...me conto sobre ti. Asistes con una psicóloga, ni siquiera sabia eso, solamente daba dinero pero no sabia para que lo utilizaban.

Me senté junto a el — Sí, ella ayuda a que me controle mejor en esto, pero no ha sido fácil aún cuando te tengo cerca de mi, evitándome o solamente compensando tu amor con dinero el cual es innecesario.

— Henry...

Me levante de la cama para quedar parada enfrente de el — No papá, ya me canse de esto, siempre tratas de justificarte o de según tu cambiar, pero ambos sabemos que eso no pasará. Y ¿sabes qué? no me quiero ir de aquí, y no por ti, sino porque estoy conociendo a alguien que al parecer esta haciendo que mi corazón se emocione cada que la veo. Tu no vas a arruinar esto.

— No lo haré  — contesto muy tranquilo 

— ¿ Qué pretendes? 

Se levanto de la cama y se paro frente a mi — Ayudarte...eso pretendo, y mas cuando hay una chica a punto de entrar a tu vida...no quiero que cometas el mismo error que yo...así que...desquítate conmigo 

No tenia sentido lo que decía, como dije, es imposible de creer todo esto.

— ¿Qué? — arquee una ceja 

— Dime todo el daño que te ocasione, grítame, golpéame si así lo deseas, hijo — Me tomaba de los hombros —  solamente quiero que sanes y dejes tus visitas con la psicóloga.

Sentía como mi mandíbula se tensaba y apretaba mis puños. Aunque mi papá hablaba con toda sinceridad, se anotaba en su forma de mirarme y de hablarme.

Empuje a mi papá y el solamente asintió y me hacia señas de que continuara.

— ¡Me dañaste mucho! —  levante la voz — Me creaste inseguridades...hiciste que me sintiera menos, me hiciste sentir un fracaso, hiciste que aquel niño que creía que su padre si lo quería, cambiara de opinión.

Notaba como mi papá se quedaba serio pero aceptaba su culpa, el me decía que siguiera sin detenerme.

— Tengo miedo de que mis problemas ira avancen a tal punto de romperme una mano nuevamente — golpee el escritorio de mi habitación y hice que este se derrumbara y se cayeran las cosas que estaban sobre el. 

— Vamos Henry, tu puedes.

— ¡Me ignoraste cuando te mostré mi examen en el que había sacado la mejor calificación de todas! — lagrimas caían de mis ojos — Rechazaste un regalo que te había comprado yo mismo con mis ahorros, por tu cumpleaños, dijiste que solamente había tirado mi dinero a la basura...

— Y no sabes cuanto lo lamento, hijo — Mi respiración se aceleraba y mi papá comenzaba a preocuparse — Henry, dame un golpe

negaba ante lo que me pedía

— Hazlo...¡Hazlo! — le di un golpe en e pecho haciéndolo que cayera, pero eso no lo detuvo y nuevamente me pidió que lo hiciera, así que le di una cachetada.

— Nunca me enseñaste sobre el cariño...nunca te vi dárselo a mamá, ¡todos mis traumas tienen que ver contigo! ¡Y te odio tanto por ser como eres! — grite como si no hubiera un mañana y me detuve...al parecer esto había servido, ya no me sentía tan mal...mi pecho ya no se sentía reprimido, mis manos ya no temblaban tanto y mi mandíbula seguía un poco tensa.

(...)

— ¿Y bien? ¿te sirvió? — preguntaba mi papá mientras sostenía una bolsa de hielo en su nariz, ya que yo había hecho que le sangrara. 

Voltee a mirarlo y sonreí — Sí...ayudo un poco 

Mi padre me miro ofendido — ¿un poco? 

— Okay si, me ayudo bastante... — le dí una palmada en la espalda a mi papá — Gracias

— No tienes que agradecer, esto es lo que debía hacer hace bastante tiempo.

— Sí

— ¿Crees que esa mano sane de aquí en lo que regresas con tu mamá? — pregunto ya que cuando golpee el escritorio me lastime un poco la mano y ahora la tenia vendada.

— Si, yo supongo — reí en tono bajo

— Siempre ame a tu madre...nunca deje de hacerlo, solo que cuando llegaste tu, tenia miedo de no saberte criar y opte por no mostrarme débil, así por lo menos te enseñaría a ser fuerte y al igual que yo, no ser débil — sonrió — Estúpido error cometí,  lo único que hice fue dañarte.

Ambos nos quedamos en silencio, ahora entendía porque el era así conmigo, solamente era temor, pero en realidad si me quería...y yo que había llegado a creer que era innecesario.

Mi papá volteo a mirar hacia atrás — Al parecer tu chica ya esta en su habitación

— ¿Cómo es que sabes? — creo que me espía o algo parecido .

Comenzó a reír — No lo parece, pero si te cuido, hijo, y me doy cuenta de que es la chica pelirroja de la biblioteca, la cual también es nuestra vecina.

— ¿Tu ya sabias que era nuestra vecina? 

— Claro que sí, es buena chica, me gustaría para nuera. Sabía que cuando la conocieras te ibas a enamora de ella — se levanto de su lugar y comenzó a caminar hacia la puerta. — por lo menos la tuya vive aquí enfrente, la mía vivía hasta el otro lado de la ciudad.

Comencé a reír — ¿De verdad?

— Aja, pero la amaba bastante, a tal punto de irme en bicicleta hasta allá por ella...ahora te tenemos a ti y me doy cuenta que ha valido la pena — se acerco a mi para darme un beso en la cabeza y después continuo caminando — Suerte Romeo.

— Gracias...supongo — me quede mirando hacia su ventana, no podía mirar si ella estaba ahí o solamente estaba el foco encendido...de igual manera lo tengo que averiguar

And I Met You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora