And I Met You

Chapter 11

Henry

Es normal estar asomado por la ventana de tu recamara, mientras escuchas música y tratas de relajarte un poco o en mi caso mientras me quedo mirando como idiota un libro el cual tocó una chica pelirroja, de ojos hermosos, parezco un niño pequeño mirando la paleta que le entrego la niña que le gusta...Revivía una vez más el momento en el que fui por ese libro y me encontré con Sadie, hasta que dee repente escuché que tocaban la puerta de mi habitación y me hablaba esa voz que de pequeño me ponía nervioso.

— ¿Puedo pasar? — preguntaba mi papá desde afuera de la habitación.

Me levanté de mi lugar para ir a abrir la puerta — Si, por supuesto — deje  que entrara a la habitación.

Entro para hablarme de espaldas — Vaya, no la recordaba así la última vez — fingía que no reconocía la habitación.

— Si, como no — murmuré

Mi papá volteo a verme para estirar su brazo y acercarme a el, de tal manera quedamos abrazados y el me daba unas palmadas en la espalda.

— Te extrañe, hijo — comento con una sonrisa en su cara.

Aunque no lo demostrará tanto por su trabajo, muy en el fondo de su órgano llamado corazón, si tenía sentimientos este hombre terco...bueno...no tengo que juzgarlo, yo también suelo serlo a veces.

— Yo a ti también.

— Y...¿Te gustó la habitación? Sabía que ya era hora de hacer un cambio, así que me tomé el atrevimiento de elegir los colores y todo eso — miraba alrededor de la habitación.

Asentí con la cabeza mientras me sentaba en la cama — Si, está bien, por mi no había problema por el anterior diseño.

— ¿Entonces volvemos a la habitación infantil? — enarco una ceja.

— No...así estoy bien, prefiero no recordar mi niñez — en cuanto mencioné eso mi papá se sentó a un costado de mi y al igual que yo agachó la mirada, yo no le tome importancia ya que tenía aún el libro en mis manos y prefería seguir recordando a aquella chica.

Mi papá carraspeó la garganta y puso su mano en mi espalda — Dime...¿Por qué miras tanto ese libro?

Sonreí de lado — Para ti va a ser una tontería — respondí sin dejar de mirar el libro.

— Platícame...tengamos por primera vez una buena conversación — sonaba muy entusiasmado.

— Digamos que...cuando llegue decidí ir a la cafetería... — no pude terminar ya que mi papá me interrumpió.

— Les nuages

— Si, exacto.

— Siempre te ha encantado ir a ahí.

— Bueno, pues fui y iba mensajeando con mamá para avisarle que ya había llegado y todo eso, entonces cuando iba a abrir la puerta mi mano tocó inconveniente la mano de otra chica — hice una pausa.

— Vaya, esto se pone bueno — se recostó mi papá en la cama.

— Y voltee a mirarla y...se veía hermosa, tiene unos ojos azules que hacen que te pierdas en ellos, un cabello pelirrojo precioso, unos labios lindos, su voz era lo más tierno que he escuchado — me gustaba recordar nuevamente ese momento. — El punto es que la mire y me pareció atractiva, después de ahí me la volví a encontrar en una biblioteca y vaya sorpresa ella me atendió, entonces sostuvo este libro y ahora me ves a mi sin dejar de mirarlo para recordarla.

—  ¿A caso mi Henry se siente atraído por una chica?

— Creo que...no puedo opinar, necesito conocerla para saber si en verdad siento algo por ella, porque me ha pasado así con más chicas.

Papá se sentó nuevamente en la cama mientras acomodaba su traje — Tienes razón, me gusta que pienses así, debes ir paso a paso para comprobarlo. Eso mismo hice yo.

— ¿Y elegiste a mamá?

Papá se quedó paralizado ante esa pregunta, tal como si le hubiera preguntado de dónde vienen los bebés.
El no respondía nada, por lo que decidí insistir.

— ¿Papá?

— Me...tengo que ir — miraba su reloj

— ¿Por qué cada que te menciono a mi mamá o algo de ella haces como si no lo hubiera hecho? o simplemente olvidas que existe...

— No lo hago...mira hijo, lo que tú estás haciendo...lo que quieres hacer es bueno, así no te harás muchas preguntas — sostenía mis hombros.

Con ese comentario me dió a entender que mi mamá no era la indicada para el... entonces¿qué paso?

— ¿Sabía que justo por ti yo tengo miedo de enamorarme?

Paso su mano por la cara — Henry no me salgas con esto, estábamos pasando una buen tarde.

Mis puños comenzaban a apretarse y me sentía un poco frío, maldita irá — Si, lo hacíamos, hasta que como siempre evitas mis comentarios.

— No los evitó, pero hay cosas de las que no se deben de hablar — ponía como siempre sus excusas. — Me dices ahora que yo soy el culpable de que tengas miedo de estar con alguien cuando apenas la quieres conocer.

— Justo por eso no quiero ir más allá de conocerlas, porque no quiero ser el mismo hombre que tú — mi respiración cada vez estaba más acelerada.

— ¡Henry ya basta! ¡Tu serás como yo quieras o no! — comenzaba a levantar la voz — ¡Eres mi único heredero, así que te quedarás con esta empresa y si estoy seguro que serás como yo porque vas a preferir estar en el trabajo que enfrentar tus problemas!

— No, claro que no, yo si busco ayuda para solucionar y no quedarme estancado en el alcohol como tú prefieres hacerlo, ví tus botellas en el garaje, vaya progreso — hice aplausos falsos. — Debiste buscar ayuda como yo para quedarte con quién en verdad querías

Se quedó callado — ¿Tu cómo sabes eso?

No respondí nada... maldito coraje, dije algo de la consulta, no debí hacerlo.

— Henry, te estoy hablando

Cruce mis brazos — Ahora comprendes que no se siente nada bien que te ignoren o evadan tu pregunta...de tal palo tal astilla, señor "Jones"  — hice enfasis en el apellido.

Mi papá puso los ojos en blanco y salió molesto de la habitación...ahí comprendí que es totalmente imposible tener más de veinte minutos de diálogo con el, nunca lograre hablar sin discutir con mi papá, si fuera por mi me retiraba ahora, pero no puedo, jure pasar todo el verano con el y debí cumplir esa promesa, cueste lo que cueste...así sienta una impotencia.