Chapter 16

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Sadie

— Esto es estúpido... — tome mi patineta para meterme, sabía que jamás podría lograrlo...no con mi enfermedad.

Intentaba hacer algo distinto, algo que me hiciera sentir yo...pero no podía lograrlo por miedo a que en el intento llegará a pasarme algo más, algo que me llevará tal vez a la muerte.

Lancé la patineta en el garage y subí desesperada hasta mi habitación. Cerré la puerta con fuerza y me deje caer al piso, no puede ser que siga con esto, mi cabeza se bombardeaba con miles de pensamientos en los que yo misma me hacía sentir menos.
Puede que muchas de las veces me demuestre feliz y sin problemas, pero en mi interior estoy rota, al punto en el que he llegado a pensar que solamente fui un error, la gente no lo nota y a veces hace sus estúpidos comentarios innecesarios que hacen que te sientas aún más peor. Lo único que queda es seguir soportando, al menos el tiempo que me queda, si es que aún hay mucho.

Seguía sentada en el suelo mientras trataba de estar bien, o algo parecido porque no lo estaba logrando ni un poco.
De pronto escuché sonidos por la ventana, no sabía que podría ser, así que me levanté y tome un bat que tenía por ahí cerca, parecía que alguien estaba trepando. Entro de espaldas a mi habitación por la ventana, yo estaba a punto de pegarle con mi bat.

— ¿¡Qué diablos haces en mi habitación!? — pregunté exaltada.

El chico se volteo de inmediato y puso sus manos hacia arriba en señal de que se rendía.

— Henry... — deje caer mi bat.

— Hola, pelirroja — me sonrió.

Maldita sonrisa bonita y coqueta que se carga este chico.

— ¿Qué haces aquí?

— Digamos que suelo entrar por las ventanas para ver qué sorpresa me llevo — veía a su alrededor — diría que ahora me lleve una muy buena sorpresa.

Acomode mi cabello — Acosador

— Claro que no hago eso, Sadie — camino hacia mi escritorio — te ví afuera, no entraste del todo bien a tu casa así que opte por ver que sucedía y aquí estoy.

— ¿Cómo sabías en dónde vivo?

— Vivo enfrente de tu casa...bueno, yo no, mi papá si.

— ¿Cómo sabías que está es mi habitación? — me cruce de brazos.

— Mi habitación también queda de frente con la tuya, observé como entrabas, debes tener cerrada tu ventana — señalaba mi ventana.

— Bueno es que no se había presentado un acosador que entrara por ahí — conteste con sarcasmo.

Comenzó a caminar hacia mi — Pues ahora hay alguien — tomo mi mentón.

Mis nervios salieron, mi corazón latía muy rápido y sabía que mis pupilas estaban dilatadas al igual que las de el, era como si ambos tuviéramos una conexión o algo así.

— ¿Qué haces? — pregunté nerviosa.

— Admiro tus ojos...quiero dibujarlos y necesito detalles.

Aparte mi cara de el — No has regresado el libro — me senté en mi cama.

Al parecer lo traía con el y yo no lo había notado — Aquí está.

Lo tome y lo deje a un lado de mi.
Henry se puso nuevamente frente de mi, y se agachó ya que yo estaba sentada, esto hizo que me pusiera nuevamente nerviosa.

— ¿Por qué haces esto?

— ¿Hacer que? — contestaba como si no le importará.

— ¿Qué quieres?

— Presiento que no estás bien, ¿a caso es por que no sabes andar en patineta? Yo te puedo enseñar.

— No, no es por eso — nuevamente me safe de el.

— Entonces ¿qué es?

— ¿ Por qué te interesa tanto? Apenas y me conoces.

— Solamente quiero ayudar así apenas te conozca, pelirroja. Así que dime, ¿Qué te sucede?

Obviamente no podía decirle la verdad, apenas y lo conozco, no puedo soltarle así de rápido la información sobre mi y menos si entra como si nada por mi ventana.

— Si es por la patineta... — soy terrible para mentir.

El sonrió y nuevamente se acercó a mi — No te preocupes por eso, yo te puedo ayudar. Tu vecino y cliente te ayudará en lo que necesites.

— Es raro...ni siquiera somos amigos y tratas de convivir conmigo.

— Bien, no es la primera vez que hablamos y al parecer por alguna cosa del destino tu y yo nos vemos cada que se puede, así que ya es justo que seamos compañeros...amigos, camaradas, tu sabes.

Y ahora me sale con esto...

— Veo que no me conoces bien como para hacer ese comentario.

— Es por eso que quiero iniciar algo contigo...para conocerte — tomo mi manos y las acarició mientras me miraba a los ojos, me perdía de inmediato en su mirada, me daba paz y me sentía tranquila al verlo.
Henry subió mis manos hasta sus labios y dió un pequeño beso a ambas, después se dió la vuelta para ir a la ventana otra vez.

— ¿Es enserio que quieres hacer esto? — preguntaba nuevamente antes de que se fuera.

— Claro que si, camarada, te veo mañana a esta misma hora — guiño su ojo y salió por la ventana.

Me acerque para ver cómo bajaba, este solamente dió un gran salto y callo de pie, siguió su camino hasta su casa, la cual ahora me doy cuenta de que está frente a la mía...genial.

Espera...¿Cómo rayos haré para aprender estar en patineta? Yo no puedo intentarlo, definitivamente no. Aunque siento que con el no me pasaría nada malo, eso espero...

And I Met You Où les histoires vivent. Découvrez maintenant