And I Met You

Chapter 3

Henry

— ¿Entonces eres antisocial? — preguntaba la chica castaña mientras íbamos caminando por el colegio.

Acomode mejor mi mochila en mi hombro derecho ya que acostumbro a llevarla solo de un lado, siento que es más cómodo — No, bueno... — me encogí de hombros — Muchos tienen esa impresión de mi, pero en realidad soy todo lo contrario, por algo soy el chico con más miradas encima en este colegio.

Aquella chica sonrió de lado mientras acomodaba su cabello — ¿Eso quiere decir que eres el más codiciado de aquí?

— No lo diría así, porque vaya, no soy la gran cosa, pareciera pero no.

— Eres lindo, pero no tanto como para que algunas chicas anden tras de ti

Apenas la conozco y ya me está diciendo que es una estupidez que le guste a la mayoría de las chicas de esta escuela, no sé si sentirme ofendido o halagado por eso.

— ¡Oye! Apenas te voy hablando y ya me dices que soy feo — quería meterme un poco en mi papel de dramático.

Negaba con la cabeza y con su dedo índice, mientras reía — No, yo aclare que eras lindo pero no para tanto, hay más chicos como para que ellas se andén fijando solo en ti — su respuesta no parecía mala, al contrario tenía sentido.

Reí — De acuerdo, por cierto no me has dicho tu nombre.

— Millie...ese es mi nombre — estiró su mano para estrecharla junto con la mía.

Estreche mi mano con la suya para también presentarme — Henry

— Creo que ya se que es lo que les atrae a las chicas de ti — continuó caminando a la cafetería.

La mire confundido — y ¿qué es?

— El nombre tal vez, dame tiempo de conocerte para averiguarlo bien, Henry — hizo énfasis en mi nombre.

Todo lo que decía tenía coherencia pero esto no, es raro que les guste solo por el maldito nombre, es algo sin sentido.
En fin decidí seguir caminando junto con Millie hacia la cafetería, ambos seguíamos hablando de más cosas para conocernos mejor.
Llegamos a la cafetería y tomamos una charola para agarrar nuestro almuerzo, Millie tomo una charola pequeña de frutas, yogurt natural y un jugo de zanahoria, mientras que yo tome una pequeña charola de verduras con pollo, un jugo de naranja y un agua, algo natural. Al tener nuestras cosas nos dimos la vuelta para ir a una mesa a sentarnos, yo ya tenía una a la cual ir junto con mis amigos, así que la guíe para que viniera con nosotros.

— Hey Hola, hola — saludaba alegremente Marcos, mi amigo de la infancia. — ¿Ella es?

Caleb se pasó el bocado de su comida para poder contestar — Millie.

Y ¿cómo es que sabe su nombre?

— Perdón, ¿ustedes ya se conocían? — pregunté incrédulo.

— No — respondió Millie — pero una de las clases la tuvimos juntos así que el me conoce al igual que tú...que ambos.

Marcos le sonrió y también se presentó ante la amable y dulce señorita.
Los tres fuimos amables con ella, queríamos que se sintiera agusto con nosotros, somos las personas en las que más confía ahora, así que no debemos fallarle por nada en el mundo. Si algo me ha enseñado mi psicóloga es que debe existir la amabilidad en todo momento así estemos pasando por el peor de los momentos.

Seguíamos hablando entre los cuatro, la mayoría de las preguntas eran acerca de Millie, la queríamos conocer más y obviamente después iríamos nosotros, como dije entre todos debemos tenernos confianza, así que debíamos conocernos unos a otros.