Chapter 2

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Henry

— Muy bien hijo, sabía que podía confiar en ti la empresa — recibía unas palmadas en mi espalda por parte de mi papá.

Bueno pues entremos en contexto.
Resulta que tuve un cierto problema llamado depresión, en el cual tome mucho, descontroladamente y para esto también llegué a las drogas, no me gustaba que mi mamá me viera en ese estado y menos cuando estaba pasando por un buen momento con su nueva pareja, así que utilizaba las drogas para bajar mis borracheras.
Llegué un punto en el que me olvidé que tenía celular, no quería saber sobre mi verano en Seattle, incluso volví a regresar para el siguiente después de ese...pero vaya sorpresa me lleve al ir de visita. Pues al asomarme con tanta emoción por mi ventana, logré ver cómo llegaban Sadie y Louis tomados de las manos, quería que fuera una sorpresa, pero al parecer me la lleve yo. Para lograr durar ese verano me metí en peleas, digo, de alguna u otra forma debía desahogarme y que mejor que haciendo eso.
En una pelea que tuve me di cuenta que habían asistido Louis, Sadie y Finn...no quería que se enteraran que estaba de regreso, así que hice lo típico, utilizar una máscara. Al salir y verla me hizo sentir bien, me hizo olvidar los problemas de la escuela los cuales cada vez eran más, hubo un momento en el que ella sintió que era yo, prestaba mucha atención a todo, de hecho la final de la pelea ella me siguió e intento hablarme, pero yo no respondía, ya con tenerla cerca era suficiente para mí, ers todo lo que necesitaba...hice lo que pude para volver a alejarme. De ahí opte por ya no regresar y que ese fuera el último verano en que visitaba a mi papá.

Mi psicóloga me llamaba pero yo la ignoraba, no quería que me ayudara, no quería que me mostrará la verdad. Millie también intento ayudar pero bueno, no lo lograba mucho pero hacía el intento. Intentamos tener una relación pero yo no la supe valorar, a veces no le daba su lugar que merecía, la ignoraba, casi no salía con ella y hasta le llegue a sugerir que tuviéramos una relación abierta, ella me terminó claramente y me dijo algo cierto "eres un asco de persona" y no mintió en ello, la verdad es que si lo era, incluso hasta yo me desconocía.

¿Cómo es que deje todo eso? Con una paliza. Mis amigos me llevaron a rin de boxeo y me comenzaron a golpear, la verdad es que cada golpe me hacía reaccionar y entrar en razón, me hicieron hacer ejercicio, el cual era muy pesado, me hicieron una dieta muy estricta, cambiaron todo de mi, absolutamente todo, hasta mi corte de cabello, pues creo fue el más difícil ya que estaba acostumbrado al que tenía, pero bueno, eso también iba incluído en el paquete. Lance mi celular a una alcantarilla, si ya se, loco, pero era parte de sanar.
Obviamente tuve que comprar otro, llamar a mi psicóloga y llevar un tratamiento, todo esto me ayudó bastante para tener un gran cambio, tanto físico como mental. Tenía que arreglar todo lo que había desecho y comenzar de nuevo, un intento más.

Tan pronto estuve bien, mis calificaciones volvieron a subir, todo era excelente otra vez, y ahora mejor que antes.

Papá al enterarse de todo lo que sucedió me dió la mano y también me ayudó. Me llamo un día diciendo que era el heredero de su empresa, así que era mi momento de entrar y no lo dude, comenzaba a enseñarme todo ya que algún día el de tendrá que retirar y dejarme esto a mí.

Y bueno, así es como he llegado hasta aquí, a ahora ser parte de la empresa.

Estábamos felices ya que acabamos de cerrar un trato, esto le ayudará bastante a ambas empresas, mi papá estaba feliz por ello ya que yo hice la mayor parte para convencer a los otros de hacerlo.
Ambos estábamos en un salón celebrando ello.

De repente se acercó el dueño de la otra empresa con su esposa y su hija que parecía de mi edad. — Con que el es tu muchacho. — comentaba aquel señor mientras bebía un poco de su champaña.

Mi padre respondió con una gran sonrisa en su rostro — Así es, el es mi muchacho, el futuro dueño de esto.

— Ella es Karla, mi hija, al igual que tú hijo, es la heredera de mi empresa — comento mientras acercaba más a su hija a nosotros.

Estreche mi mano con la suya — encantado de conocerte Karla, yo soy Henry.

— Mucho gusto, Henry. — respondió amablemente ella.

— Tal vez esto llegué a ser una sola empresa si nuestros hijos llegarán a casarse — comento el socio de mi papá mientras nos miraba a mi y a Karla con orgullo.

Mi papá se mostró serio e intento solamente ignorarlo. — bueno, no los podemos obligar, ellos decidirán, mientras tanto esto quedará en un negocio y ya — me miró para así decirme que el lo tenía bajo control — ¿qué le parece si le muestro más de nuestro proyecto?

Aquel señor aceptó y se fue con su esposa y mi papá a otro lado para hablar más sobre ello.

Karla soltó un gran suspiro — disculpa que mi papá sea tan directo, es que al parecer se quedó en el siglo pasado — intento disculparse la chica.

— No te preocupes, no importa. — sonreí para mostrar paz o algo parecido — y ¿Te harás cargo de esto?

Karla nego con la cabeza — no está en mis planes hacerlo, pero cuando eres hijo único lo único que quieres es hacer sentir orgullosos a tus padres.

Vaya chica, y yo que comenzaba a pensar lo contrario de ella.

— Tienes razón.

Me miraba como si ya nos conociéramos de más antes — ¿Y tú?

— Hijo único — ella sonrió.

— Oye, siento que ya te había visto antes, solo que tenías tu cabello un poco más largo, y no estabas tan... — se quedaba mirando mi cuerpo de pies a cabeza — fuerte...

Me sonroje por la manera en que me describía ahora — si bueno, el cuerpo cambia bastante y el ejercicio ayuda mucho.

— Ya lo veo — ambos nos quedamos en silencio por un momento hasta que ella nuevamente comenzó a hablar — ¿tienes novia?

— No... solía tener una pero fuí un idiota y tuvo que marcharse — saque mis manos de los bolsillos — pero ahora estoy casado.

Le mostré el anillo que llevaba.

— Vaya, me alegro bastante por ti, Henry, espero y me invites a la bienvenida de tu bebé ya que no alcance que me invitarás a la boda.

— Claro, lo haré.

Ella solamente estaba riendo, está es la segunda vez que socializó más rápido.

— Perdón...¿qué día es? — pregunté a Karla.

Ella encendió su celular para mirar la fecha y poder contestarme — catorce de abril, ¿por qué?

Sonreí de lado — por nada, veo que se me hace tarde — la tome del hombro — entonces para más negocios...¿Contigo?

Ella asintió con la cabeza — por supuesto, creo que por ahora, está libre.

Levanté un poco mi brazo para dejar ver mi reloj y mirar la hora — todavía alcanzó.

Karla me miraba confundida — ¿Qué cosa?

— Unos asuntos — comenté. — ¿estarás aquí en Madrid o viajaras a otro lado?

— No tengo la menor idea, pero¿para que quieres saberlo?

— Para invitarte a la bienvenida del bebé — comencé a caminar.

Ella río — yo te mando mi ubicación en tiempo real, solamente avísame.

— Lo haré, por cierto, un gusto conocerte— me despedí de ella y salí del lugar para subir al auto e irme, tenía algo importante que hacer, pero mientras estaba en el auto mi celular comenzaba a vibrar.
Una llamada de un amigo, solamente mire y sonreí a ello — Ya voy para allá — encendí el auto para así seguir con mi camino.

And I Met You Where stories live. Discover now