Capítulo 2

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—Me duele la vida. —refunfuñe levantándome de mi cama.

Rasque mi cabeza y extire mis brazos caminando al baño para darme una ducha. Me sentía adormecido y me dolía todo el cuerpo porque había dormido en una mala posición.

—¡Esteban! ¡Ábreme idiota!

Lauren.

Me sequé y rápidamente me vestí para ir a abrirle a mi amiga y recibirla con expresión neutra.

—¿Por qué molestas desde tan temprano?

Ella revoleo sus ojos casi blancos y se adentro en mi casa como si fuese suya, sl igual que siempre.

—Vine a verte mal nacido.

—¿Mi hermano te invito, o en verdad viniste solo a ver mi hermosura? —indagué sonriendo.

Ella se dirigió a la cocina para romper unos huevos en un bol y batirlos.

—Vine a que tú vieras mi belleza. —comentó echando una pizca de sal a su mezcla— ¿Tienes vegetales?

Asentí y abrí el refrigerador. Ella sacó algunas cosas y luego volvió a su mezcla, yo cerré el refrigerador y la miré divertido por lo centrada que era.

—Haré un omelett, despierta a tu hermano.

—De acuerdo. —contesté alegre de no cocinar— Vuelvo enseguida.

La vi asentir y fui a la habitación de mi hermanito, luego la abrí y lo desperté a base de pellizcos en su brazo y cosquillas en la planta de sus pies.

—Hora de despertar Sebastian.

Él abrió sus ojos y bostezo sentándose en su cama. Yo le acompañé hasta el baño y me cepille mis dientes parado a su lado, luego salí y volví a la cocina.

—Huele bien. —mencioné abrazando por detrás a Lauren.

Ella sonrió y pico un pedazo pequeñito del omelett para cogerlo con un tenedor y acercarlo a mi boca viéndome por el rabillo del ojo.

—Está rico. —susurré en su oído.

—Lo sé. —afirmó presuntuosamente— Estoy buena.

Lauren me dio una mirada de obviedad y yo acerque mi rostro a su cuello olisqueando su perfume; todos los días llevaba el mismo, menos los fines de semana cuando probaba nuevos hasta dar con alguno que le gustase.

—El perfume de hoy es suave con ese de sábado. —comenté pensativo— No me resulta familiar.

—¿Qué tal Lau? —inquirió Sebastian.

—Estoy bien.

Dejé de a oler a mi amiga y puse distancia yendo al lado de mi hermano menor.

—Esta noche hay fiesta. —mencioné mirando a Lauren— ¿Quieres venir?

Ella asintió sonriendo.

—Tengo varias amigas que quieren salir, ¿pueden unirse?

—Claramente. —afirmé sonriendo— Más es igual a mejor.


N/a
Acá les presento como sería un día calmado para el protagonista.

Lauren aparecerá en muchos capítulos así que ya la conocerán mejor.

Mi promesa Where stories live. Discover now