Epílogo

23 5 10
                                    

(Un año después)

El mayor amor de Esteban no fue Amapola, tampoco Jesnika. Su más largo amor llegó a ser su hija adoptiva.

Paso trabajo para conseguir la custodia, pero desde el primer momento supo que valdría la pena, y así fue. Como todo en la vida hubo momentos difíciles, peleas, risas y mucho compañerismo. En realidad no les tomó mucho tiempo adaptarse a llevar una relación familiar. Aunque si costo más hacerse una rutina y lidiar con los comentarios ajenos.

—¡Llegamos! —exclamó Lava al ver la casa de Sebastian— Quiero ver a Criseb.

Esteban estacionó el carro y los dos bajaron. Al estar frente a la puerta ambos tocaron juntos y se rieron por ello. A veces eran tan coordinados que parecían tener la misma sangre, pero compartir tiempo les había hecho aprender del otro y lograr formar una conexión de padre e hija.

—Deja de imitarme, Cruela.

Lava le sacó la lengua. Al ver que Esteban no la regañaba torno su rostro preocupado y le analizó la expresión de su padre adoptivo.

—¿Te sientes bien?

—¿Cómo crees hija? Por supuesto.

—Eres un asco al mentirme —reprochó la jóven.

—Lo sé. Dijimos que seríamos sinceros, sin embargo, hay preguntas que no se hacen y respuestas que no se dan.

—Todo saldrá bien papá. Estaré contigo y le diré a Jesnika que soy tu hija para que se alejé.

Él le sonrió y le dio un pequeño abrazo.

—Tengo la hija más genial del mundo.

—No seas cursi, papá.

Tras dejar de abrazarla Esteban volvió a tocar la puerta y fue recibido por su hermano, quien enseguida lo abrazó muy feliz.

—Venía siendo hora de que visitarás. ¿Qué tal todo en Australia?

—Lo normal.m —respondió Esteban soltándolo—. Mi negocio de perfumes ha crecido un montón. Puedes preguntar a nuestra mini directora de marketing en redes.

Lava sonrió con orgullo por la mención a su ayuda y saludó a su tío con un abrazo.

—¿Y Criseb?

—En su habitación con sus otras primas—contestó Sebastian—. Ten cuidado por el camino, están varias chicas flores reunidas y si te ven irán a llenarte de besos, abrazos, preguntas, etcétera.

Lava asintió y le dio una miradita a su padre, cuando él le sonrió ella entró sigilosamente a la casa de su tío tratando de no ser descubierta.

—¿Qué tal la vida de padre? —interrogó Sebastian.

—Ni me imaginaba lo que implicaba. Es una experiencia... No sé. Como un carrusel. En ocasiones vas muy bien, pero de repente surge un problema, o te encuentras con la sensación de no hacer bien el trabajo. ¿Recuerdas aquella vez que Amapola nos dijo que le cayo lo usual en mal momento? Pues ya sé que era.

Sebastian río un tanto incómodo.

—Yo lo descubrí un mes después de casarme.

—Me asuste mucho —recordó Esteban—. La verdad me alivia que Lava sea tan independiente. Aunque me costó lograr que me dejará responsabilidades. Ella es toda una mini adulta.

—¡Cuñado! —chilló Crisantemo y fue corriendo hasta Esteban—. ¿Qué tal te va haciendo de madre y de padre?

Esteban hizó una mueca al saber a donde quería llegar.

—Hey. Viniste —comentó Iris amistosamente—. Entra. Hay galletitas.

Esteban relamio sus labios ante la mención de la comida y se adentro más en la vivienda. En la sala estaban casi todas las hermanas flores, faltaban Hortensia, Narciso y Lirio. Esteban revisó el lugar con la mirada en busca de Jesnika y no la encontro.

—Relájate —susurró Margarita—. Jesnika no está aquí.

—Pero vuestra historia queda pendiente —intervino Clavel.

Esteban negó mostrándose serio.

—No hay ninguna historia pendiente. Dije que todo se había acabado. No me atormenten, hice demasiado daño y tuve suficientes partiduras de corazón. He declinado del amor romántico.

Varias revolearon sus ojos y otras se pusieron a cuchichear. Esteban se encontraba bien, y no quería arruinar eso. Al final comprendió que amar no era para él, cuando lo hacía terminaba causando muchos estragos. Sin embargo, el amor paternal le quedaba perfecto y lo llenaba de alegría.

Entre tanta gente notó que estaba una foto de Amapola sobre la mesa, se acerco y al cogerla entre las manos mostró una sonrisa mientras pensaba:

Ha pasado mucho tiempo, pero aquí estoy cumpliendo con nuestra promesa.

Aunque ya parezca no servir de nada,
aunque sea imposible que vuelvas,
aunque fui un total idiota contigo,
veme aquí...
Sé que me demore pero...

Estoy cumpliendo mi promesa.

¿Fin?

Mi promesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora