Capítulo 27 (III)

12 4 3
                                    

(Pov Amapola. 2016)

Sonreí al dejar un asesino tras las rejas y les agite la mano a unos amigos mientras salía de mi centro laboral.

—Un peligro menos —dije para mí y observé mi fondo de pantalla donde estaba sonriendo con Esteban— ¿Qué te hago a ti?

Volví a la realidad oír mi timbre y tome una bocanada de aire antes de responder.

—Hola, mamá.

—Lamento ser tan dura contigo.

—No mamita, yo debería pedirte perdón a ti. He estado actuando como toda una rebelde estos días. Quiero decirte que nunca olvido tus enseñanzas, pero el trabajo requiere que a veces no las siga. Perdóname.

—Cariño, ¿recuerdas porqué te puse tu nombre?

Sonreí con nostalgia.

—Lamento no ser lo que esperabas. —susurré— Te amo, mamá. Cuando termine este trabajo volveré a ser la niña que te ponía orgullosa.

—Estoy orgullosa, hija. ¡Iris, no comas eso! Tengo que colgar, nos vemos en casa. Yo también te amo, Amapola.

Colgué la llamada con una sonrisa triste y camine en dirección a la parada pensando en mi forma de actuar. Saqué mi teléfono y comencé a escribir una nota. Pero a la mitad me interrumpió otra llamada.

—Hola, Esteban.

—¿Dónde demonios estás maldita mentirosa?

—Pues estoy caminando a mi casa por la acera.

—No te muevas de allí, iré a hablar.

Me colgó. Se oía enojado.

Termine mi nota y guardé mi teléfono en mi bolsillo trasero siguiendo mi camino a algún lugar menos conscurrido.

...

—¡Gracias hermana, eres la mejor!

—Solo es un vestido, Gardenia. -dije sonriendo—. Me alegra que te haga tan feliz.

—¿Te he dicho que eres mi hermana favorita?

Reí asintiendo. Alejé un poco mi teléfono por la entrada de un mensaje y me despedí de mi hermana. Sebastian me pedía que lo llamara en ese mensaje y eso hice.

—Hey Tian.

—Él va a matarte Amla —susurró.

—¿Quién? —inquirí confusa.

—Esteban. Él sabe que tú eres policía.

Trague saliva. Esto me olía fatal.

—Ambos pensamos que te acercaste para traicionarnos, pero... Lo he pensado, Amla. Hace mucho podrías habernos metido en prisión y seguimos fuera. Tú no quieres eso, tú... Nos estás protegiendo.

—Sebastian —murmuré en un hilo de voz— Yo jamás fingí quererlos, ustedes de verdad ganaron mi cariño y... Lo lamento.

—Escucha, estamos cerca de tu dirección, sal de ahí.

—No puedo, tengo que aclarar los asuntos con Esteban.

—Tienes que irte. Vete Amla. Hasme caso por una miserable vez —pidió casi suplicando.

—No me iré —afirme—. Esperaré a que venga tu hermano a recogerme. Se lo prometí.

—Él está borracho. ¿No lo entiendes? Es peligroso. Ni te imaginas a la velocidad que va conduciendo. Además, él ha roto promesas que te hizo, no importa que tú rompas una.

—Yo no rompo mis promesas Sebastian. Prometí quedarme hasta que él y yo estuvieramos de acuerdo en romper y todavía estamos juntos. Soy su novia y tu cuñada, me quedó.

—Piensa en tus hermanas y tu madre. —insistió desesperado— Ve con ellas. Deja de ser terca.

—No Sebastian. No.

—¡Vete! —gritó—. Te lo ruego por lo que más quieras.

—Lo que más quiero es a tu hermano. Hablaré con él.

—Oh, madre mia. ¡Amapola, muévete!

Pero fue demasiado tarde. En ese instante un carro choco conmigo y caí dándome fuertemente en el suelo. Luego vi a Sebastian bajar del carro y correr a mí con lágrimas en los ojos.

—No, no, no. No te mueras amiga.

—Nota susurré casi inaudible—. Tel...

Dolía mi cabeza. Tosi sangre con mi pecho oprimido y mis sentidos perdidos. Sebastian acarició mis mejillas y besó mi frente.

—No Amapola, eres mi mejor amiga, quédate conmigo.

Intenté mantener los ojos abiertos, pero me pesaban. Lo último que vi fue a Esteban observándome desde dentro del carro. Me había arrollado aquel por quien había renunciado a muchas cosas, quien creía sería el amor de mi vida.

Él... No cumplió su promesa.

N/a
Regalo pañuelitos 🥺🤧.

Los próximos capítulos narran qué sucedió luego del accidente y ayudan a comprender a Esteban. No se lo pierdan.😊

Mi promesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora